WASHINGTON -- "El aborto es el más significativo abuso a los derechos humanos de nuestra era", es la consigna que moviliza a organizadores y participantes de la Marcha por la Vida que este año se llevará a cabo el viernes 24 de enero en Washington.

Los jóvenes católicos suelen ser los protagonistas. "La vida comienza en la concepción y es vida lo que se desarrolla en el vientre materno", afirmó Magdalena Margoli, joven parroquiana de la iglesia Holy Redeemer de Kensington, Maryland, quien participará convencida de que "toda vida es importante".

"Iré a la Marcha por la Vida este año otra vez. Cuando voy me sorprende tanto la cantidad de gente que participa porque creen en la vida. Ahora que estoy en un club provida en la escuela, entiendo que la vida es bella y lo importante que es defenderla", dijo Rosselyn Fuentes a El Pregonero, el periódico en español de la Arquidiócesis de Washington. Ella es parte del grupo de jóvenes de la parroquia Nuestra Señora de los Dolores de Takoma Park, Maryland.

Las manifestaciones en defensa de la vida se intensifican cada mes de enero en Estados Unidos, cuando se recuerda la decisión Roe vs. Wade de la Corte Suprema de 1973 que legalizó el aborto como un derecho constitucional.

La decisión fue revocada en 2022, dejando la potestad de decidir a nivel federal y estatal. Algunos estados han aumentado el acceso al aborto y otros están trabajando para garantizar políticas más sólidas que protejan a los niños antes de nacer y a sus madres.

Según datos del 2025 del Instituto Guttmacher, 41 estados tienen actualmente prohibiciones relacionadas al aborto (12 de ellos tienen prohibición total y 29 tienen prohibiciones considerando el tiempo de gestación) mientras 9 estados y el Distrito de Columbia no tienen restricciones en ese sentido.

El instituto asegura que, a pesar de las prohibiciones, el número de abortos se incrementó en 2023 y se practicaron 1.037.000 abortos ese año en el sistema de salud formal de EEUU.

De modo que, según los activistas provida de todo el país, la lucha por la vida continua. Católicos, personas de fe y el público en general que se opone al aborto, se unen a ellos y siguen participando en marchas locales y masivamente en la marcha nacional para alzar la voz en favor de los no nacidos.

Para la líder laica de la Arquidiócesis de Washington Mary Cardoza, esto se ha convertido en un asunto personal. En noviembre del 2024 nació su primera nieta prematura: el embarazo fue de seis meses y la pequeña pesaba solo 2.5 libras. "Viendo como mi nieta lucha por su vida, ya respira sola, come bien y está pesando 5.5 libras, veo como en ella está la fuerza de la vida y el poder de Dios que es el único que decide cuando nacemos y cuando morimos", según esta inmigrante de raíces cubanas.

"Al verla pienso en que muchas mujeres abortan a los 6 ó 7 meses de embarazo, cuando sus bebés ya pueden vivir fuera del vientre de mamá, y me dan ganas de llorar", dijo quien está comprometida con esta causa.

Ella es madre de siete hijos, líder de un ministerio juvenil, miembro del movimiento Neocatecumenal, es líder local en la actividad "40 días por la vida" y voluntaria en el Proyecto Gabriel -- que asiste a mujeres con embarazos en riesgo que se plantean el aborto o madres de bajos ingresos con niños menores de dos años.

Se está alistando para ir a la Marcha por la Vida y considera que la mejor forma de prepararse es frecuentar los sacramentos. En su grupo juvenil, impulsa a los jovencitos hacia la confesión mensual y la eucaristía semanal.

Su grupo ha invitado a otros jóvenes a unirse en oración los primeros sábados del mes y "varias iglesias locales han respondido al llamado a rezar por los niños abortados frente a una clínica de abortos en Bethesda, Maryland". Y planean hacerlo todo el año.

"Para mí es importantísimo ir a esta marcha para continuar el trabajo de la Iglesia, de defender al inocente y de atraer a los que están perdidos", agregó.

El día 24 de enero, van a ir a Misa y van a rezar el rosario mientras marchan recordando las vidas perdidas en lo que ella denomina "esta guerra contra los inocentes" para referirse al aborto.

"Juntos, debemos rezar para cambiar los corazones y construir una cultura de la vida mientras defendemos a los más vulnerables", declaró uno de los oradores de la marcha, el obispo Daniel E. Thomas de Toledo, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. (USCCB por sus siglas en inglés).

"Invito con entusiasmo a los católicos de todo el país a unirse a mí, en persona o virtualmente, en la oración por el fin del aborto y la construcción de una cultura de la vida", dijo el obispo en un comunicado de noviembre 2024 instando con antelación a la participación.

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Andrea Acosta escribe para El Pregonero, el periódico en español de la Arquidiócesis de Washington, medio en el cual se publicó la versión original de este artículo.

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