CIUDAD DEL VATICANO -- Mientras el ejército ruso continúa bombardeando Ucrania, el Vaticano está movilizando esfuerzos para brindar asistencia humanitaria a quienes sufren.
Después del anuncio del papa Francisco de que enviaría a dos cardenales a Ucrania, el Vaticano dijo el 7 de marzo que el cardenal polaco Konrad Krajewski, limosnero papal, y el cardenal canadiense Michael Czerny, presidente interino del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, tienen la intención de llegar a Ucrania "en los próximos días", dependiendo de la situación.
"El cardenal Krajewski está en camino ahora, el 7 de marzo, hacia la frontera entre Polonia y Ucrania, donde visitará a refugiados y voluntarios en albergues y hogares", dijo el Vaticano. El cardenal Czerny iba a llegar a Hungría el 8 de marzo "para visitar algunos centros de recepción de inmigrantes procedentes de Ucrania", dijo el Vaticano.
"Los cardenales llevarán ayuda a los necesitados y servirán como presencia no solo del papa, sino de todo el pueblo cristiano que exprese su solidaridad con el pueblo de Ucrania", dice el comunicado.
Según el Vaticano, el cardenal Czerny también tiene la intención de plantear preocupaciones sobre el trato de los residentes africanos y asiáticos en Ucrania. Muchos han denunciado actos de discriminación contra ellos cuando intentaron salir del país.
"También hay informes preocupantes sobre el aumento de las actividades de tráfico de personas y tráfico de migrantes en las fronteras y en los países vecinos", dijo el comunicado.
La oficina del limosnero papal también organizó una colecta el 7 de marzo en la Ciudad del Vaticano para los empleados que deseaban donar alimentos y medicinas. La colecta, dijo la oficina, "será enviada inmediatamente a Ucrania a través de la Basílica de Santa Sofía, la iglesia de los ucranianos en Roma".
Antes de anunciar la misión de los cardenales a Ucrania, el papa Francisco condenó la guerra en Ucrania, que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha calificado repetidamente como "una operación militar especial".
"Ríos de sangre y lágrimas fluyen en Ucrania. No es simplemente una operación militar, sino una guerra que siembra muerte, destrucción y miseria", dijo el papa el 6 de marzo.
En un mensaje de video publicado el 7 de marzo, el arzobispo Sviatoslav Shevchuk de Kyiv-Halych, jefe de la Iglesia católica ucraniana, agradeció al papa por decir "claramente" que "esto no es algún tipo de operación, es una guerra".
Es una "guerra, en primer lugar, contra la gente pacífica, contra una población pacífica", dijo el arzobispo Shevchuk.
También dijo que su "corazón estaba angustiado" por su diócesis donde "se están dando feroces batallas en los suburbios".
Las ciudades de Irpin, Hostomel y Bucha, dijo, "se han convertido en extensos y horribles campos de batalla" a menos de 10 millas del centro de Kiev.
También se hizo eco de los llamados hechos por el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy para que los líderes occidentales declaren una zona de exclusión aérea sobre Ucrania para evitar más bombardeos rusos.
Tanto la administración Biden como los líderes de la OTAN han rechazado imponer una zona de exclusión aérea por temor a que la guerra se extienda fuera de Ucrania.
"Hoy, le pedimos a la comunidad mundial: ¡Cierren el espacio aéreo sobre Ucrania!" dijo el arzobispo Shevchuk. "Los misiles de crucero rusos están matando hoy a la población pacífica en nuestras tierras".