Un tribunal nicaragüense ha ordenado que un obispo permanezca bajo arresto domiciliario acusado de "conspiración" y "difusión de noticias falsas", informó el martes un medio de comunicación gubernamental.

El portal del gobierno de Daniel Ortega El 19 Digital dijo que el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, ha sido acusado formalmente de esos delitos y de "dañar al gobierno y a la sociedad nicaragüense".

La primera audiencia para Álvarez está programada para el 10 de enero. Entre otros cargos que el matrimonio presidencial creo contra el obispo en una intento por desprestigiarlo, se encuentran "crimenes de lesa espiritualidad" y de organizar un fallido golpe de estado.

Debido a la poca información oficial, no esta claro si la acusación de intentar dañar al gobierno se desprende exclusivamente de las homilías de Álvarez, quien bogo por la democracia y la libertad del pueblo nicaragüense, siempre siguiendo las escrituras y la dignidad de la persona humana, o si se trata de otros actos verdaderamente criminales, como el tráfico de armas o la represión violenta.


También se emitió una orden de detención contra un sacerdote, el reverendo Uriel Vallejos, que en septiembre, cuando el gobierno lo buscaba bajo los mismos cargos fabricados por los que va a juzgar al obispo, dijo desde Twitter que se encontraba en Italia, luego de  semanas de constantes rumores sobre su autoexilio.

La decisión del martes del tribunal fue el último capítulo de la represión contra la Iglesia por parte del gobierno de Ortega y Rosario Murillo. En septiembre, el gobierno expulsó a las monjas de la orden religiosa de las Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa.

En marzo, Nicaragua expulsó al nuncio papal, el principal diplomático del Vaticano en Nicaragua.

El 8 de diciembre, Ortega y su esposa intentaron prohibir la fiesta religiosa de la Inmaculada, pero la piedad popular fue mas fuerte que el miedo, y miles de personas salieron a la calle y participaron de la Misa celebrada por el Cardenal Leopoldo Brenes, de Managua, que desde hace meses se encuentra vigilado por la policía desde una garita ubicada frente a su residencia.

Monseñor Álvarez se encuentra bajo arresto domiciliario desde el 19 de agosto. Había sido una voz religiosa clave en las discusiones sobre el futuro de Nicaragua desde 2018, cuando una ola de protestas contra el gobierno de Ortega condujo a una amplia represión contra los opositores.

El gobierno de Ortega arrestó a decenas de líderes de la oposición el año pasado, incluidos siete posibles candidatos presidenciales. Fueron condenados a prisión este año en juicios rápidos cerrados al público.
Ortega ha sostenido que las protestas prodemocráticas se llevaron a cabo con respaldo extranjero y con el apoyo de la Iglesia católica.

El ex guerrillero marxista enfureció al Vaticano en la década de 1980, pero poco a poco forjó una alianza con la Iglesia en su intento de recuperar la presidencia en 2007, tras un largo periodo fuera del poder.

Pero días antes de las elecciones presidenciales del año pasado, que dieron a Ortega un cuarto mandato consecutivo, acusó a los obispos católicos del país centroamericano de haber elaborado en 2018 una propuesta política en nombre "de los terroristas, al servicio de los yanquis". También sostuvo que los obispos eran "también terroristas".

En agosto, el Papa Francisco dijo a miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro que seguía de cerca con "preocupación y dolor" los acontecimientos en Nicaragua que involucran a "personas e instituciones." No mencionó las detenciones.

"Quisiera expresar mi convicción y mi esperanza de que, a través de medios de diálogo abierto y sincero, se puedan encontrar todavía las bases para una convivencia respetuosa y pacífica,″ dijo el papa.

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Angelus Staff