El responsable Vaticano para las Relaciones con los Estados, el Arzobispo Paul Richard Gallagher, que se encuentra visitando Ucrania, definió la visita a la ciudad de Bucha, a pocos kilómetros de Kiev, como una "experiencia aterradora".
La ciudad fue ocupada por el ejército ruso de visitar la ciudad de Bucha en Ucrania, lugar de presuntos crímenes de guerra rusos contra civiles, y sobre la determinación del pueblo ucraniano de reconstruir su país mejor que antes.
"Ir a Bucha hoy fue una experiencia realmente aterradora, porque no sólo ves cosas, sino que te las imaginas", dijo Gallagher hablando con Vatican News.
Bucha, a 37 kilómetros al noroeste de la capital ucraniana, tenía unos 35.000 habitantes antes del inicio de la invasión rusa, que inició el 24 de febrero. Fue ocupada durante un mes: el 31 de marzo, las tropas ucranianas pudieron liberar la ciudad.
Aunque el líder ruso Vladirmir Putin niega toda responsabilidad, el gobierno de Ucrania denunció un que lo que sucedió en esta ciudad fue una “masacre” y pidió que se investiguen los hechos como crímenes de guerra. Entre otras cosas, se encontraron cadáveres con las manos atadas pro la espalda, y al menos 280 personas fueron enterradas en una fosa común.
Gallagher viajó a Ucrania el miércoles para expresar la cercanía del papa Francisco a la población y promover el diálogo y la negociación para poner fin a la guerra.
Entre otros lugares, visitó una fosa común en Bucha, donde se demoró para rezar por el centenar de civiles ucranianos que fueron torturados y ejecutados mientras una brigada rusa avanzaba hacia Kiev.
"Vemos el lugar donde se enterraron los cuerpos", dijo el Arzobispo Gallagher. "Y ves las grandes atrocidades que la gente es capaz de imponer a otros".
El arzobispo recordó que no es la primera vez que es testigo de estos horrores. "Lo he visto antes. Yo mismo asistí en Burundi a una terrible masacre de personas. No puedes olvidar estas cosas, y te horroriza el sufrimiento que podemos imponer a otros, y del que es capaz la humanidad".
"Llevará mucho tiempo curar estas heridas”, dijo. “Llevará mucho tiempo encontrar la gracia del perdón y trabajar en un proceso de reconciliación".
El prelado también habló de admiración por el pueblo de Ucrania, y por el modo en el que, a pesar de todo lo que ha sufrido y los contratiempos que les ha causado la guerra, ya están intentado reconstruir aquello que los rusos destruyeron: La primavera les acompaña “conmovedoramente” mientras tratan de “limpiar su país, sus ciudades, sus pueblos.”
"Puedes ver la determinación de la gente para reconstruir y sacar adelante su país como era antes, e incluso mejor de lo que era antes de que empezara esta trágica guerra", dijo Gallagher.
Durante una reunión con funcionarios del gobierno ucraniano en la ciudad occidental de Lviv, Gallagher dijo que su presencia en Ucrania busca, entre otras cosas, reafirmar el afecto y compromiso de Francisco con el pueblo ucraniano.
"Puedo asegurar que los pronunciamientos [del Papa] sobre las atrocidades, sobre el sufrimiento que ha conocido en el país, son muy sinceros”, dijo Gallagher. “Está tratando de ser lo más contundente posible para defender al pueblo ucraniano, para señalar el hecho de que tienen su libertad, que la integridad de este país ha sido transgredida".
La soberanía y la integridad territorial de Ucrania
Gallagher reafirmó el deseo de la Santa Sede de ayudar a forjar una paz que respete el “derecho soberano del pueblo ucraniano y de sus líderes” de decidir qué negociaciones o acciones se pueden tomar para lograr la paz.
"En nuestros contactos con otros, siempre hemos dicho que la Santa Sede sigue completamente comprometida con la integridad territorial de Ucrania”, dijo. “Esa es nuestra línea de fondo".
"Cuando se tocan estas heridas con las manos en un sentido", dijo Gallagher, "entonces se entiende realmente el grado de sufrimiento de la gente y cómo eso merece todo el apoyo y la solidaridad de nuestra parte".