ROMA – El Vaticano tilda de “inaceptable” el ataque por parte del ejército de Vladimir Putin contra un hospital infantil en el puerto asediado de Mariupol, en Ucrania.

"Digo que bombardear un hospital es inaceptable. No hay razones, no hay motivaciones, para hacer esto", dijo el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano.

Realizó los comentarios el miércoles, el día del bombardeo, hablando con un grupo de periodistas que lo interceptaron al margen de una conferencia en Roma.

El ayuntamiento de Mariupol dijo que el hospital había sido alcanzado varias veces por un ataque aéreo ruso, causando una destrucción "colosal".

El gobernador de la región de Donetsk dijo que 17 personas resultaron heridas, entre ellas mujeres que estaban dando a luz. Los informes no pudieron ser verificados inmediatamente.

"La primera versión que se dio para esta guerra fue que se trataba de una operación militar destinada únicamente a destruir instalaciones militares en Ucrania para garantizar la seguridad de Rusia. Bombardear un hospital para niños, un hospital pediátrico, no tiene nada que ver con este propósito", dijo Parolin.

El domingo, el Papa Francisco había rechazado implícitamente el uso por parte de Rusia del término "operación militar especial" para justificar su invasión de Ucrania: “No se trata solo de una operación militar, sino de guerra, que siembra muerte, destrucción y miseria.”

“El número de víctimas aumenta, al igual que las personas que huyen, especialmente las madres y los niños” dijo Francisco al finalizar el Ángelus. “En ese país atormentado crece dramáticamente a cada hora la necesidad de ayuda humanitaria.”

El jueves, el Cardenal Michael Czerny, quien dirige el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y que se encuentra esta semana en Ucrania como enviado especial del Papa Francisco, dijo que "bombardeo" y "hospital" son dos palabras que, en la misma frase, “ya hacen que uno se estremezca.”

“Si luego lees pediatría... ¡El cardenal Parolin tiene razón, es inaceptable! Debemos detener estos ataques contra la población civil", dijo Czerny a Vatican News, que viaja con él en esta misión encomendada por el pontífice, que busca con la misma expresar la cercanía no solo del Vaticano sino “de la cristiandad toda” para con el pueblo de Ucrania.


Parolin, quien por su rol es el segundo en la jerarquía del Vaticano, habló por teléfono con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, el martes. Durante la conversación, pidió en nombre de la Santa Sede un algo al fuego en el avance armado sobre Ucrania, y que se garantizaran los corredores humanitarios.

"Estoy muy preocupado, en primer lugar por lo que está ocurriendo, porque se ha convertido en una guerra total", dijo Parolin el miércoles, añadiendo que su conversación con Lavrov el martes duró más de 30 minutos.

Según el prelado italiano, el mandatario ruso "no me dio ninguna garantía".

Ucrania ha dicho que acogería con agrado la mediación del Vaticano y Parolin confirmó que está dispuesto a "facilitar" el diálogo entre ambos países.

"Tiene que haber apertura por parte de todos porque sólo si hay voluntad de negociar realmente y encontrar acuerdos se pueden resolver los problemas", dijo Parolin.

"Si todos se aferran a sus posiciones, no se puede hacer nada. La guerra continuará y será cada vez más mortífera, y con la perspectiva, que Dios nos ayude, de que pueda incluso extenderse. Espero que no, espero que no", había dicho la semana pasada.

Respecto a un posible segundo encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Ortodoxo ruso Kirill, que estaba siendo programado, Parolin dijo "ahora veremos, ahora veremos", poniendo en duda que suceda.