CIUDAD DEL VATICANO -- La comunicación es algo divino con el poder de "construir — construir comunidades, construir la Iglesia", dijo el Papa Francisco a miles de periodistas y personas que trabajan en los medios y la comunicación.

"Saber comunicar demuestra una gran sabiduría", dijo en breves comentarios durante una audiencia en el Aula de Audiencias Pablo VI el 25 de enero.

Animó a los participantes en el Jubileo del Mundo de la Comunicación, que se celebra del 24 al 26 de enero, a recordar que no basta con comunicar la verdad, sino que también hay que ser personas verdaderas y auténticas en el corazón y en la forma de vivir la vida.

El encuentro del mediodía se produjo después de que miles de peregrinos atravesaran la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro e hicieran la profesión de fe ante la tumba de San Pedro, y después de que el Papa hubiera tenido una mañana llena de reuniones.

El Papa levantó su discurso escrito y dijo: "Tengo en mis manos un discurso de nueve páginas" y "a esta hora del día, cuando el estómago empieza a rugir, leer nueve páginas sería una tortura".

Entregó el texto preparado a Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación, para que lo distribuyera y publicara.

En su texto, el Papa hizo un llamado urgente a la liberación de los periodistas injustamente encarcelados, que según Reporteros sin Fronteras en 2024 eran más de 500 personas.

"La libertad de los periodistas aumenta la libertad de todos nosotros", escribió, pidiendo a quienes tienen poder para hacerlo que liberen durante el Año Jubilar a los detenidos simplemente "por haber querido ver con sus propios ojos y haber intentado contar lo que vieron".

La libertad de prensa y la libertad de pensamiento deben ser "defendidas y salvaguardadas junto con el derecho fundamental a estar informados", escribió el Papa.

Sin "información libre, responsable y correcta", escribió, "corremos el riesgo de no poder distinguir ya la verdad de la mentira. Sin esto, nos exponemos a prejuicios y polarizaciones crecientes que destruyen los vínculos de la convivencia civil e impiden la reconstrucción de la fraternidad".

"Necesitamos alfabetización mediática", decía su texto, "para educarnos y educar a los demás en el pensamiento crítico, la paciencia de discernimiento necesaria para el conocimiento, y para promover el crecimiento personal y la participación activa de cada uno de nosotros en el futuro de nuestras propias comunidades.".

"Necesitamos emprendedores valientes, ingenieros de la información valientes, para que la belleza de la comunicación no se corrompa", escribió. "Un gran cambio no puede ser el resultado de una multitud de mentes dormidas, sino que comienza con la comunión de corazones iluminados".

"No todas las historias son buenas y, sin embargo, también éstas deben contarse", escribió. "El mal debe ser visto para ser redimido, pero es necesario contarlo bien para no desgastar los frágiles hilos de la convivencia".

El texto del Papa también reflexionaba sobre las conferencias que pronunciaron antes de su llegada Maria Ressa, periodista filipino-estadounidense galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2021 junto con un periodista ruso por sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión, y Colum McCann, escritor irlandés y cofundador y presidente de Narrative 4, una ONG educativa internacional. Ambos oradores recibieron un fuerte y prolongado aplauso y una gran ovación por sus intervenciones.

"Este Jubileo llega en un momento en que el mundo está al revés: cuando lo que está bien está mal; y lo que está mal está bien", dijo Ressa en su discurso.

Un estudio del MIT demostró en 2018 que "las mentiras se propagan seis veces más rápido en las redes sociales", y si una mentira se dice suficientes veces, "se convierte en un hecho". "Si haces creer a la gente que las mentiras son hechos, entonces puedes controlarlos", dijo.??

"Sin hechos no hay verdad. Sin verdad, no hay confianza. Sin estas tres cosas, no tenemos una realidad compartida" y "no podemos tener periodismo; no podemos tener democracia", y mucho menos "resolver problemas existenciales como el cambio climático", añadió.

La "guerra de la información", dijo Ressa, es un "juego de poder geopolítico (que) está explotando el diseño de estas plataformas. Recuerda, el objetivo no es hacerte creer una cosa; es hacerte dudar de todo, para que estés paralizado".

La religión y la fe son más importantes que nunca para contraatacar por lo que tienen en común con la regla de oro: "Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti", dijo.

Hay cuatro cosas que la gente del mundo de los medios y la comunicación puede hacer, dijo: colaborar; decir la verdad con claridad moral; proteger a los más vulnerables y evitar la normalización del odio; y "reconocer tu poder" impulsado por el amor.

"La esperanza no es pasiva; es activa, implacable y estratégica. Nuestras tradiciones religiosas son portadoras de siglos de resiliencia; tenemos que compartir esas historias de transformación", afirmó.

McCann afirmó en su discurso que "las historias importan. Pueden cambiar el curso de la historia. Pueden rescatarnos. Las historias son el pegamento que nos mantiene unidos: no somos nada si no podemos comunicarnos".

Cuando las personas comparten quiénes son y luego escuchan generosamente a su vez, eso les recuerda a todos su humanidad compartida, afirmó.

"El punto esencial de nuestro dilema contemporáneo no es tanto el silencio como el acto de silenciar", que se produce "cuando nos negamos a escuchar las historias de los demás o, lo que es más conmovedor, cuando nos negamos a que los demás cuenten sus historias" o "aniquilamos" sus historias, afirmó.

La negativa a escuchar las historias de "quienes no se parecen a nosotros, ni suenan como nosotros, ni votan como nosotros, está en la base de nuestra posible perdición", afirmó.

McCann animó a profesores y periodistas a utilizar la narración de historias, "no algo diseñado para ganar una discusión, sino algo que remueva el alma", como vía para reparar lo que está roto en el mundo.

"Los jóvenes pronto se dan cuenta -- a través de la narración de historias personales -- de que somos mucho más parecidos que diferentes" y "reconocemos la humanidad común de los demás".

El mero hecho de interesarnos por los demás ya es un triunfo, afirmó. "Imaginen cuántos triunfos se producen cuando aprendemos a entendernos, o incluso a gustarnos, o tal vez incluso a querernos".

Contar y escuchar historias puede o no salvar el mundo, dijo, pero dejará entrar "un rayo de luz y comprensión" para atravesar la oscuridad.

author avatar
Carol Glatz