La Hermana Loreto irlandesa Orla Treacy, directora de una escuela en Rumbek, Sudán del Sur, es fotografiada con algunos de sus estudiantes antes de la reunión del Papa Francisco con obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas en la Catedral de Santa Teresa en Juba, Sudán del Sur, el 4 de febrero de 2023. (CNS /Paul Haring)
CIUDAD DEL VATICANO -- Todos los que participan en la educación católica deben querer compartir el Evangelio con su forma de vida y fomentar un espíritu de comunidad y solidaridad entre los jóvenes, según un mensaje papal dirigido al primer Congreso Africano de Educación Católica.
"El Santo Padre invita a todos los implicados a trabajar para asegurar que la educación católica prepare a los jóvenes no para el espíritu competitivo que lleva al egoísmo, sino para el espíritu de comunidad y solidaridad", decía el mensaje.
El mensaje, firmado por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, fue enviado al Obispo Philippe Rukamba de Butare, Ruanda, y al Padre Benedictino Bernard Lorent, ambos copresidentes de la Fundación Internacional de Religiones y Sociedades.
La fundación organizó y promovió el recién creado Pacto Africano por la Educación, que se inspiró en el Pacto Mundial por la Educación del papa lanzado en 2019 y se convirtió en el primer pacto educativo continental. Como resultado, del 7 al 10 de diciembre se celebró en Abiyán (Costa de Marfil) el primer Congreso Africano de Educación Católica. El Vaticano publicó una copia del mensaje el 7 de diciembre.
El Papa Francisco se congratuló de la acogida del Pacto Africano por la Educación y expresó su deseo de que se haga cada vez más realidad sobre el terreno, en las comunidades locales, promoviendo una educación que se inspire en los valores cristianos, la cultura y los recursos locales, y que esté atenta a las necesidades de cada comunidad.
"África no es inmune a la crisis de que el sistema educativo actual se haya convertido, como en muchos lugares, en demasiado selectivo y elitista, que pretende formar sólo la inteligencia y no a la persona en su totalidad", decía el mensaje papal.
El pacto debe ser capaz de ayudar a los jóvenes a aprovechar "los valores socioculturales del continente africano, sin ceder a la tentación de replegarse sobre sí mismos, pero también a ser capaces de dialogar con otras culturas y religiones", decía.
Sin embargo, dijo, aunque la educación católica debe sumergir a los jóvenes con su identidad africana, no debe perder de vista su tarea esencial, que es ofrecer a todos a Jesucristo, "que da sentido a la vida, el universo y la historia."
"Por lo tanto, es importante que todos los implicados en la educación católica estén animados por el deseo de comunicar el Evangelio a través de sus vidas, demostrando coherencia y adoptando un estilo pedagógico que favorezca el crecimiento humano y espiritual de los alumnos", se afirma.
"En efecto, una educación de calidad es un signo de esperanza y una base sólida para la coexistencia pacífica que África necesita hoy", decía el mensaje.