CIUDAD DEL VATICANO -- Todos los que participan en la educación católica deben querer compartir el Evangelio con su forma de vida y fomentar un espíritu de comunidad y solidaridad entre los jóvenes, según un mensaje papal dirigido al primer Congreso Africano de Educación Católica.
"El Santo Padre invita a todos los implicados a trabajar para asegurar que la educación católica prepare a los jóvenes no para el espíritu competitivo que lleva al egoísmo, sino para el espíritu de comunidad y solidaridad", decía el mensaje.
El mensaje, firmado por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, fue enviado al Obispo Philippe Rukamba de Butare, Ruanda, y al Padre Benedictino Bernard Lorent, ambos copresidentes de la Fundación Internacional de Religiones y Sociedades.
La fundación organizó y promovió el recién creado Pacto Africano por la Educación, que se inspiró en el Pacto Mundial por la Educación del papa lanzado en 2019 y se convirtió en el primer pacto educativo continental. Como resultado, del 7 al 10 de diciembre se celebró en Abiyán (Costa de Marfil) el primer Congreso Africano de Educación Católica. El Vaticano publicó una copia del mensaje el 7 de diciembre.
El Papa Francisco se congratuló de la acogida del Pacto Africano por la Educación y expresó su deseo de que se haga cada vez más realidad sobre el terreno, en las comunidades locales, promoviendo una educación que se inspire en los valores cristianos, la cultura y los recursos locales, y que esté atenta a las necesidades de cada comunidad.
"África no es inmune a la crisis de que el sistema educativo actual se haya convertido, como en muchos lugares, en demasiado selectivo y elitista, que pretende formar sólo la inteligencia y no a la persona en su totalidad", decía el mensaje papal.
El pacto debe ser capaz de ayudar a los jóvenes a aprovechar "los valores socioculturales del continente africano, sin ceder a la tentación de replegarse sobre sí mismos, pero también a ser capaces de dialogar con otras culturas y religiones", decía.
Sin embargo, dijo, aunque la educación católica debe sumergir a los jóvenes con su identidad africana, no debe perder de vista su tarea esencial, que es ofrecer a todos a Jesucristo, "que da sentido a la vida, el universo y la historia."
"Por lo tanto, es importante que todos los implicados en la educación católica estén animados por el deseo de comunicar el Evangelio a través de sus vidas, demostrando coherencia y adoptando un estilo pedagógico que favorezca el crecimiento humano y espiritual de los alumnos", se afirma.
"En efecto, una educación de calidad es un signo de esperanza y una base sólida para la coexistencia pacífica que África necesita hoy", decía el mensaje.