Nuevos sacerdotes de LA: Kamil Ziolkowski

03 Jun 2022Lectura de 4 minutos
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El 4 de junio, el Arzobispo José H. Gómez ordenará a ocho nuevos sacerdotes para la Arquidiócesis de Los Ángeles en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles.

La clase de 2022 es el grupo más joven de nuevos sacerdotes en LA en varios años, unidos por su llamado al servicio. En los días previos a su ordenación, presentaremos a un nuevo que pronto será Padre. ¡Los Ángeles, conoce a tus nuevos sacerdotes!

Edad: 27 años

Lugar de origen: Jelenia Góra, Polonia

Parroquia de procedencia: Iglesia de San Alfonso, Este de Los Ángeles

Cargo parroquial: St. Joseph Church, Hawthorne

El camino de Kamil Ziolkowski al sacerdocio es una oda a la alegría.

Este nativo de Polonia, de 27 años de edad, se describe a sí mismo como una “vocación JP II”.

JP II —es decir, el Papa San Juan Pablo II— es su compatriota, él, que en alguna ocasión escribió que la Iglesia, los santos y la Virgen María nos proporcionan “el modelo, la fortaleza y la alegría necesarias para vivir una vida de acuerdo con los mandamientos de Dios y con las bienaventuranzas del Evangelio”.

Ziolkowski, que tenía 11 años cuando murió el Papa, captaría el pleno significado de esas palabras años después, siendo ya seminarista, cuando prestaba sus servicios como capellán de un hospital.

“Veía yo cómo el sacerdote asiste a las familias, apoya a los pacientes en momentos de dolor: en la enfermedad, en la muerte, ungiendo a los enfermos”, dice. “Y luego veía cómo atienden a la gente en los momentos de alegría: en el nacimiento de un hijo, cuando las parejas acuden al sacerdote para bendecir su amor y su matrimonio, para que los acompañe cuando nacen sus hijos, para ser bautizados, para estar presente cuando los niños hacen su primera Comunión”.

Ziolkowski con sus padres durante una visita al Observatorio Griffith.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que, para encontrar la fuerza de caminar con la gente en su peregrinación hacia Cristo, para servirlos en los “momentos de alegría y en los de dolor, para ayudar a la gente en esos momentos de la vida y en todo lo que lleva al altar de Cristo”, hay que servir con alegría.

De hecho, dice que cualquiera que esté considerando un llamado vocacional, debe pasar primero por lo que él llama una “prueba de alegría”. “Pregúntate si eso te hace feliz. Imagínate a ti mismo como sacerdote, imagínate a ti misma como hermana, si eso te da alegría y felicidad, ése es ya un primer paso”.

Ziolkowski dice que desde los 14 años sospechaba que estaba llamado al sacerdocio. En la escuela secundaria, estudió latín y filosofía, preparándose para ingresar al seminario después de graduarse. Le atribuye a un consejero espiritual cercano el mérito de haberlo ayudado a discernir qué tipo de sacerdote quería ser.

Ziolkowski, que fue criado cerca de la frontera con Alemania, hablaba ya polaco y alemán, pero, cuando llegó a Estados Unidos para realizar su vocación, su recorrido se vio frenado por el hecho de que no hablaba inglés. Pasó un año aprendiendo su tercer idioma en la Universidad de Chicago.

Continuaría sus estudios en el sur de California, asistiendo al Seminario St. John, en Camarillo, un lugar en el que, como él dice, se sintió inmediatamente como en su “casa”.

Tal vez debido a las dificultades que enfrentó al principio, cuando llegó a Estados Unidos, Ziolkowski dice que se sintió atraído a servir a la comunidad inmigrante, lo que ha realizado en la Iglesia St. Alphonsus, situada en el este de Los Ángeles.

Ziolkowski (izquierda) durante un viaje de pesca deportiva en la costa de California.

“Ha sido una experiencia maravillosa”, dice él. “Aprendí mi cuarto idioma (español, después del polaco, alemán e inglés).

“Esta experiencia me ha mostrado la belleza del multiculturalismo, me ha hecho ver cómo nos encontramos con Cristo por medio de diferentes devociones, cómo lo encontramos en los diferentes rostros que puede tener la fe, según la cultura de la que provenimos y en aquella en la que nos encontramos ahora”.

Las vocaciones, dice, tienen que ver, todas ellas, con “el esfuerzo, con la toma de decisiones. Una vez que tomas la gran decisión [de seguir una vocación], tienes que seguir tomando después, todos los días, una pequeña decisión [la de continuar] comenzando, cada día, desde el principio”, dice.

“Hay que enfrentar pruebas, pero todo queda eclipsado por la alegría. Estás en el lugar correcto en el momento correcto, y estás inundado por una gran alegría porque ves que estás recibiendo un don. No lo merecemos, pero estamos llamados a participar en este ministerio sacerdotal con Cristo mismo. El gozo de participar en la alegría del sacerdocio de Cristo es algo que supera verdaderamente todas las dificultades que hay que enfrentar por el camino”.

La ordenación de este año está abierta sólo a los invitados con entrada. Para asistir virtualmente, visite LACatholics.org/ordination.

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Steve Lowery

Steve Lowery comenzó su carrera periodística en Los Angeles Times, y desde entonces ha escrito para The National, Los Angeles Daily News, Press-Telegram, New Times LA, el District y el OC Weekly. Es el editor de arte y cultura para el Post, supervisando el Hi-lo. Tiene dos hijos adultos.

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