Eric Mejía
El 1 de junio, el Arzobispo José H. Gómez ordenará a 11 nuevos sacerdotes para la Archidiócesis de Los Ángeles en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles.
En los días previos a su ordenación, presentaremos a un nuevo futuro Padre. Los Ángeles, ¡conoce a tus nuevos sacerdotes!
Edad: 29 años
Ciudad natal: Pacoima
Parroquia de origen: Iglesia del Ángel de la Guarda, Pacoima
Asignación parroquial: Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Ventura
Si hace 13 años le hubieran dicho a Mario Félix que uno de sus alumnos de confirmación llegaría a ser sacerdote, Eric Mejía no habría sido su primera suposición.
"¿Lo habría notado? Yo probablemente diría que no", dijo Félix, que ha enseñado la confirmación en la Iglesia del Ángel de la Guarda en Pacoima durante los últimos 30 años.
"Él tenía un montón de cosas en su contra, al igual que la mayoría de los niños hacen aquí", dijo Félix, él mismo el padre del sacerdote de Los Ángeles Padre Christopher Félix. "Pero Dios se mueve de maneras misteriosas".
Mejía con su madre, Paula.
La madre de Mejía tenía sólo 16 años cuando lo tuvo, una emigrante de El Salvador que no sabía inglés ni qué hacer después.
"Tuvo que ingeniárselas para criarme", recuerda Mejía.
Después de Mejía vinieron cinco hermanos. Las cosas en casa no siempre fueron fáciles, y cuando llegó al East Valley High School de North Hollywood, Mejía era un alborotador autoproclamado.
"Todo eso me pasó factura y acabé siendo un hijo muy infeliz y enfadado", recuerda.
Pero fue entonces cuando la madre de Mejía tomó una decisión que alteraría el curso de la vida de su hijo: inscribirlo en el programa de confirmación del Ángel de la Guarda, cerca de las viviendas donde vivían. Según cuenta Mejía, su madre no sabía qué más hacer con él.
"Me decía: 'Si la Iglesia no te arregla, no sé qué otra cosa podría arreglarte'", recuerda.
Mejía no tenía mucha fe. Ni siquiera sabía las palabras del Padre Nuestro, recuerda Félix. Pero algo de su nuevo profesor de confirmación le sorprendió.
"Nos trataba como adultos", dice Mejía. "Era muy honesto sobre su fe con nosotros. Eso me tocó la fibra sensible e hizo que empezara a querer cambiar más".
Mejía había encontrado un ángel en Ángel de la Guarda.
Mejía con jóvenes del grupo de monaguillos "Guardianes del Altar" de la Iglesia del Ángel de la Guarda en su primera misa como diácono en mayo de 2023.
"Simplemente hablamos mucho, nos enfocamos mucho en su relación con Dios", recordó Félix. "Y así, lo tomó y le gustó lo que escuchó".
Después de un año en el programa de confirmación, el "Sr. Félix" invitó a Mejía a unirse a "Guardianes del Altar", un ministerio de servicio del altar para hombres jóvenes que él había iniciado en la parroquia.
Con el tiempo, Mejía se encontró ayudando en la parroquia como maestro de primera comunión y luego también como sacristán. Fue una época en la que sintió que su fe "siempre subía y bajaba", pero con la orientación del entonces párroco, el padre Steve Guitron, se volcó en la oración diaria, que le ayudó a discernir qué hacer a continuación en la vida.
Después de terminar el colegio comunitario, Mejía decidió que era hora de darle una oportunidad al sacerdocio. Ingresó a la Casa Juan Diego en Gardena y, después de graduarse, continuó en el Seminario San Juan en Camarillo.
Una foto borrosa muestra el momento de la confirmación de Eric Mejía cuando era adolescente. Cuando su madrina faltó a las indicaciones para colocarse detrás de él, Mario Félix se levantó para ocupar su lugar, recuerda Mejía.
Durante el seminario, Mejía tuvo que devolver lo que había recibido. En su parroquia de prácticas y de vuelta en Ángel de la Guarda, tuvo la oportunidad de ayudar en la confirmación e invitar a la gente a volver a la iglesia después de la pandemia del COVID-19. Al igual que la Iglesia le encontró en un momento difícil de su vida, considera que su misión como sacerdote es "ofrecer un lugar de apoyo, de escucha, de aliento" a quienes más lo necesitan.
Como para confirmar que nada en la historia de la vocación de Mejía ha sido casualidad, su ordenación sacerdotal se produce cuando Ángel de la Guarda se prepara para dedicar un nuevo edificio de la iglesia a finales de este año, un signo de esperanza en una de las zonas más difíciles del Valle de San Fernando.
El futuro sacerdote espera que las personas que encuentre en su ministerio puedan tener la misma experiencia de Jesucristo que él ha tenido, "descubrir cuánto valen a los ojos de Dios."
"A lo largo de los años me he encontrado con personas que hablan del impacto que han tenido en ellos otros sacerdotes. Eso es lo que yo querría", dijo Mejía. "Es realmente ser un padre para otra persona".