Los estadounidenses tienen una memoria notablemente corta, y este año los legisladores de California lo están demostrando a través del Proyecto de Ley 380 del Senado, un proyecto de ley que suprimiría las garantías de salud mental para que los pacientes terminales den fin a su vida más rápido que nunca.

En 2015, los californianos lucharon contra la Ley de Opción de fin de vida (suicidio asistido por un médico), diciendo que atacaba predominantemente a los discapacitados, a los ancianos, a quienes no hablan inglés y a los que pertenecen a comunidades pobres. Abogamos entonces por la importancia de una atención médica de calidad para los que están al final de su vida y destacamos el papel críticamente positivo que desempeñan los cuidados paliativos y los hospicios para los pacientes y sus familias.

Después de un año de pandemia mundial, en el que ha habido un alarmante número de muertes, un número incalculable problemas de salud mental y una desigualdad en la atención médica que ha quedado al descubierto ante la vista de todos, es desconcertante enfrentar una legislación que exige maneras más rápidas para que los pacientes se suiciden.

En la Ley de Opción de fin de vida se incluye una fecha de expiración para ella, en 2026, es decir, una reevaluación 10 años después de su instauración para ver cómo se está utilizando la ley y si se necesita hacer cambios en esa ley / o cambiar la ley misma.

En los años transcurridos desde la aprobación de la ley, ha habido muy poca evidencia sobre la manera en la que está funcionando. Como no hay un requisito de notificación obligatorio en la Ley de Opción de fin de vida, hay muy pocos datos disponibles y no se puede inferir que los datos existentes constituyan una muestra representativa. En realidad, no sabemos si una paciente toma las drogas letales por sí misma o si éstas le son administradas por otra persona. No sabemos si un paciente ha cambiado de opinión, pero alguien más lo coacciona.

Otra cosa que falta en la Ley de Opción de fin de vida es algún mandato para una evaluación de la salud mental. Se puede solicitar uno, pero no se considera como parte integral de una deliberación para un suicidio asistido, a pesar de que la depresión sea una experiencia común entre la gente con un diagnóstico terminal.

SB 380 eliminaría las pocas guías de sentido común que aún quedan. SB 380 elimina la fecha de expiración de la ley y establece el suicidio asistido dentro de la ley de California sin ninguna capacidad para recopilar o evaluar datos precisos. La necesidad de evaluación es tan grande que la ley inicialmente obtuvo apoyo porque se prometió que habría una revisión al cabo de 10 años.

El hecho de suprimirla ahora elimina cualquier oportunidad de escuchar testimonios sobre la Ley de Opción de fin de vida y de determinar la manera en la que se está utilizando, especialmente en las comunidades más vulnerables. Más importante aún es que, al eliminar la fecha de expiración, se suprime la oportunidad de que los californianos decidamos que ya no queremos el suicidio asistido en nuestro estado.

SB 380 reduce drásticamente el período de espera de sentido común, disminuyendo la protección limitada para aquellos que sufren de depresión o de enfermedad mental. Actualmente, la Ley de Opción de fin de vida requiere que un paciente le haga a un médico dos solicitudes verbales —con 15 días de diferencia— de medicamentos que propician el fin de la vida.

En el tiempo en que la ley fue promulgada, los médicos de California apoyaron firmemente este período de espera de 15 días como una precaución necesaria para los pacientes vulnerables. Ahora, SB 380 busca acortar ese período a tan solo 48 horas, a pesar de la evidencia de que la depresión es común y sin ninguna evaluación obligatoria de la salud mental de la persona.

Es difícil imaginar que en un tiempo en el que hay problemas de salud mental sin precedentes, cualquier legislador esté presionando para que un grupo vulnerable tenga un acceso más rápido a medicamentos destinados a acabar con su vida. ¡Recordemos también que muchos de estos pacientes con enfermedades terminales son los mismos abuelos que viven en hogares de ancianos, a los cuales luchamos tanto por proteger durante este último año!

Podemos también recordar el mes de marzo de 2020, cuando el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se estaba enfrentando a un posible racionamiento de la atención médica. Es famosa su frase: “Mi madre no es desechable. Y tu madre no es desechable”. Qué rápido se nos olvidan las lecciones aprendidas durante la pandemia: como la de que la vida de los más vulnerables requiere de nuestro cuidado y protección.

Tal vez recordemos que todo el verano y el otoño pasado, nos vimos obligados a enfrentar las desigualdades en la atención médica de nuestro país, ese gran abismo que separa a aquellos que cuentan con una atención médica confiable y aquellos otros que no disponen de ella. Nuestra nación afirmó, a una sola voz, que una vida no vale más que otra, que la atención médica de calidad es un derecho humano y que la vida en sí misma es importante.

Entonces, ¿por qué nuestros legisladores de California intentarían aprobar ahora la SB 380? El año pasado estuvimos honrando a nuestros heroicos profesionales de la salud que lucharon por la vida de todas las personas, sin importar su edad, estado socioeconómico o condición de salud. ¿Por qué afirmaríamos ahora que la vida de los discapacitados, de los ancianos o de los enfermos no es digna de respeto ni de la más mínima salvaguarda contra la coacción?

La comunidad católica de California puede desempeñar un papel fundamental al defender la dignidad inherente de cada persona, especialmente de las que se encuentran al final de su vida. Éste es el momento de ponerse en contacto con el senador y asambleísta de su estado. Pídales que se opongan a la SB 380. Dígales que tenemos que tener una fecha de expiración de esa ley para poder determinar con precisión la manera en la funciona el suicidio asistido en nuestro estado y para proteger a los más vulnerables. Usted puede encontrar más información al respecto en: cacatholic.org/action-alerts.