CIUDAD DE MÉXICO -- Un refugio católico para migrantes en el estado mexicano sureño de Chiapas informó de que unos individuos no identificados entraron a la fuerza en su propiedad – el más reciente acto de intimidación contra defensores de migrantes en la región.
Una declaración conjunta de grupos de derechos humanos y del refugio Casa Betania Santa Marta informó de que ocho individuos que decían pertenecer a la oficina del fiscal del estado – todos armados, pero sin identificaciones – llegaron a la propiedad durante la noche del 12 de octubre, exigiendo entrar para comprobar el paradero de un niño desaparecido.
Los individuos armados consiguieron entrar después de amenazar a los empleados, y varios apuntaron con sus armas a una psicóloga, obligándola a darles información sobre el registro del refugio.
Un migrante, no identificado por razones de seguridad, también fue amenazado. El teléfono de esta persona también fue revisado por los atacantes. Los individuos armados se marcharon después de no encontrar al supuesto menor extraviado, de acuerdo con la declaración. Policía local y oficiales de protección civil se presentaron en la escena, pero no hicieron nada.
En una entrevista con Catholic News Service, la hermana franciscana Diana Muñoz, directora del refugio, comentó que otro grupo de 14 individuos regresó el 15 de octubre, vestidos con uniformes de la policía municipal – después de que las franciscanas que administran el refugio se habían ido. Los hombres uniformados dijeron que habían llegado para atender a las denuncias de incursiones ocurridas en el refugio. La hermana Muñoz comentó que la portera del refugio reconoció a cuatro personas de la incursión armada anterior.
Los ataques muestran las más recientes hostilidades contra el refugio Casa Betania Santa Marta, un proyecto de la Sociedad del Verbo Divino y las Franciscanas Misioneras de María; sirve a migrantes cansados que a menudo llegan a pie después de caminar por senderos clandestinos desde Guatemala.
"La Casa del Migrante es una piedra en el zapato para ellos", dijo la hermana Muñoz sobre los funcionarios públicos que amenazan el refugio. "Yo sospecho que por ahí viene".
Las incursiones han ocurrido durante un momento en el cual el gobierno de Estados Unidos reacciona ante el gran número de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, y continúa presionando a México para que desacelere el flujo de migrantes que viajan a través de su territorio.
El refugio en Salto de Agua, también en Chiapas, ha estado antes bajo vigilancia por parte de funcionarios públicos, incluyendo incursiones en 2019.
En una entrevista en 2019, la hermana Muñoz describía un aumento exponencial de trata de personas en la región. Dijo que a menudo funcionarios públicos y traficantes trabajaban en conjunto, y durante ese tiempo surgió una economía para proveer a los migrantes servicios tales como el transporte a precios altos.