ROMA - Se calcula que hay unos 200 católicos en Afganistán -una ínfima minoría dentro de la minoría de unos 7.000 cristianos- y días después de que los talibanes tomaran el control del país tras la retirada de las tropas estadounidenses, una fundación papal advierte sobre el negro futuro que les espera.

Ayuda a la Iglesia Necesitada dijo que ve "un futuro negro para la libertad religiosa" en Afganistán.

Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes, declaró en Twitter que el país es oficialmente el "Emirato Islámico de Afganistán".

Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de la fundación pontificia, expresó su profunda preocupación por la toma de poder en la nación centroasiática.

“Durante el gobierno del anterior Emirato de Afganistán, los talibanes impusieron una versión estricta de la sharia en todo el país”, dijo en un comunicado publicado el jueves. “Podemos esperar que el islam suní sea la religión oficial, que se reimponga la sharia y que se revoquen las libertades de derechos humanos, incluida la libertad religiosa, que tanto ha costado conseguir en los últimos 20 años”.

Los talibanes gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001.

Esta preocupación es compartida por el Vaticano, que el miércoles publicó una portada en su periódico preguntándose por el futuro de las mujeres en Afganistán.

"Independientemente de las promesas de los insurgentes, para las mujeres afganas esto parece el comienzo de una nueva pesadilla", dice la portada de L'Osservatore Romano del 18 de agosto. "Cuando dirigieron Afganistán durante la segunda mitad de los años 90, los talibanes llevaron al país a la oscuridad total: Las mujeres fueron, de hecho, 'canceladas' de la sociedad. Y con el regreso de los talibanes, hay un riesgo concreto de que vuelva también la versión más extremista de la sharia, la ley coránica".

En su comunicado, Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) destaca que había previsto el deterioro de la situación en su reciente Informe sobre la Libertad Religiosa, publicado en abril de 2021. Afganistán siempre ha estado entre los países que más violan la libertad religiosa, como documentan tanto AIN como el Informe de Libertad Religiosa del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Incluso antes de que los talibanes tomaran el poder el domingo, la constitución afgana establecía el Islam como la religión del estado. Según el Informe de Libertad Religiosa de EE.UU. de 2020, "la conversión del Islam a otra religión se considera apostasía, castigada con la muerte, el encarcelamiento o la confiscación de bienes".

Aunque no existen restricciones explícitas a la capacidad de las minorías religiosas para establecer lugares de culto o formar a su clero, en realidad las opciones para ellas son limitadas, señala el informe de 2021 de AIN. Algunas embajadas extranjeras ofrecen lugares de culto para los no afganos. La coalición militar liderada por EE.UU. dispone de instalaciones en las que se puede practicar el culto no musulmán.

Sin embargo, hay sólo una iglesia católica en el país, y técnicamente está en suelo extranjero, ya que se encuentra dentro de la embajada italiana, que cerró luego de que los talibanes tomaran control del país.

El informe de la AIN señala que el cristianismo se considera una religión occidental y ajena a Afganistán, y añade que la presencia militar de las fuerzas internacionales se ha sumado a la desconfianza general hacia los cristianos, situación que obliga a los cristianos afganos a practicar el culto solos o en pequeños grupos en casas particulares.

A pesar de una disposición constitucional que garantiza la tolerancia religiosa, los que son abiertamente cristianos o se convierten del Islam al cristianismo, siguen siendo vulnerables

La situación ha ido empeorando para el 0,01% del pueblo afgano que no es musulmán: además de los cristianos hay pequeños grupos de hindúes y sijs, así como un judío, que recientemente prometió quedarse en Afganistán para proteger la única sinagoga.

" Nuestro análisis, por desgracia, no deja mucho espacio para la esperanza”, dijo Heine-Geldern el jueves. “Todos los que no abrazan las opiniones islamistas extremas de los talibanes están en peligro, incluso los suníes moderados. Los chiíes (10%), la pequeña comunidad cristiana y todas las demás minorías religiosas, ya amenazadas, sufrirán una opresión aún mayor. Se trata de un enorme retroceso para todos los derechos humanos y, especialmente, para la libertad religiosa en el país".

La fundación también ha lamentado el hecho de que varios países hayan declarado ya sus simpatías por el nuevo Emirato- entre ellos Rusia y China-, lo que no sólo legitimará a los talibanes, sino que " sino que envalentonará a los regímenes autoritarios de todo el mundo, especialmente en la región, estimulando las crecientes violaciones de las libertades religiosas en sus propios países".

"El reconocimiento internacional de los talibanes también actuará como un imán para los grupos islámicos radicales más pequeños, creando una nueva constelación de facciones terroristas que podría suplantar formaciones históricas como Al-Qaeda y el Estado Islamico”, advirtió Heine-Geldern. Entre otras áreas, nos preocupan Pakistán, Palestina y la provincia de Idlib en Siria. La situación de los cristianos y otras comunidades religiosas minoritarias que ya sufren discriminacion en estos lugares se deteriorará aún más”.

El hecho de que la mayoría de las embajadas occidentales hayan cerrado, y los observadores internacionales hayan dejado el país, como lo hicieron en Siria en 2011, no es un buen augurio, añadió director de la fundación papal.

Publicado originalmente en Crux. Traducido y adaptado por su autora. Sigue a Inés San Martín en Twitter: @inesanma