En un videomensaje dirigido a los habitantes de Rosario, Argentina, el Papa Francisco entregó palabras de esperanza y llamados a la acción frente a la alarmante situación de violencia y narcotráfico que asedia a la ciudad. Con 257 homicidios registrados en 2023, marcando el tercer año más violento en la historia de Rosario, la presencia del ejército nacional se ha intensificado para combatir esta crisis​​.

El Sumo Pontífice recurrió a las bienaventuranzas, específicamente a "Felices los que trabajan por la paz" (Mt 5,9), para enfatizar la importancia de buscar la paz en medio de la adversidad. Reconoció la necesidad de la presencia de las fuerzas de seguridad para restablecer la tranquilidad, pero subrayó que la solución a la crisis requiere de un enfoque integral y la colaboración de todas las instituciones sociales.

"Nadie de buena voluntad puede sentirse excluido ni ser excluido de la gran tarea de que Rosario sea un lugar en el que todos puedan experimentarse hermanos", dijo Francisco.

Francisco también criticó las complicidades entre sectores que han permitido que la situación en Rosario alcance niveles críticos: "Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación en la que se encuentra la ciudad de Rosario".

El pontífice también llamó a la rehabilitación de la política como una vía hacia el bien común y destacó la importancia de la justicia independiente en la lucha contra la corrupción y el lavado de dinero.

El Papa argentino, que trabajó mucho en la prevención y rehabilitación de adictos durante su tiempo como arzobispo de Buenos Aires, fundando los Hogares de Cristo, una cadena que hoy tiene docenas de centros de día para drogodependientes, recalcó que "Es necesario trabajar no sólo sobre la oferta, sino también sobre la demanda de drogas, a través de políticas de prevención y asistencia. El silencio del Estado en esta materia sólo naturaliza y facilita la promoción del consumo y comercialización de las mismas."

Asimismo, el Papa puso en relieve el rol de los empresarios en la economía y la sociedad, instándolos a evitar complicidades con el crimen organizado y a comprometerse socialmente. Resaltó la figura de Enrique Shaw como un ejemplo de integridad en el mundo empresarial. No es la primera vez que el pontífice remarca al empresario argentino, que fundó la Asociacion Cristiana de Empresas de Argentina, y que se encuentra camino a los altares.

"Nadie se salva solo, aun en los barrios privados, se puede encontrar la inseguridad y la amenaza del consumo para los propios hijos. La paz es una empresa que exige de la creatividad y compromiso de todos aquellos que tienen el don de emprender e innovar, y ustedes saben cómo hacerlo", dijo Francisco. La referencia a los barrios privados, o comunidades cerradas, no es coincidencia, ya que la clase media-alta de Rosario ve a estas comunidades como la única manera de vivir a salvo. Sin embargo, muchos de los criminales que manejan la ciudad se encuentran también ellos en estos countries.

En su mensaje, Francisco también invitó a un esfuerzo conjunto para proporcionar espacios comunitarios que ofrezcan un desarrollo humano integral a niños, adolescentes y jóvenes en situaciones vulnerables. Enfatizó la importancia de la solidaridad y la creación de comunidad para superar el miedo y la inseguridad.

"Dado que, en todo sistema mafioso, los pobres son el material descartable, los invito a usar esfuerzos y aunar esfuerzos para que el estado y las instituciones intermedias puedan brindar espacios comunitarios en los barrios vulnerables", instó Francisco. "El temor siempre aísla, el temor paraliza. No teman comprometerse junto a otros para ser respuesta pacífica e inspiradora".

Finalmente, el Papa recordó el papel de la Iglesia como acompañante de los afectados por la violencia y las adicciones, ofreciendo un mensaje de amor y caridad como el anuncio más explícito del Evangelio. Su cercanía con Rosario y su invocación a la Virgen del Rosario subrayan un mensaje de esperanza y bendición para todos los ciudadanos, especialmente aquellos en mayor fragilidad.

Este mensaje del Papa Francisco resuena como un llamado a la unidad y el trabajo conjunto para enfrentar y superar los desafíos que enfrenta Rosario, buscando transformar la ciudad en un lugar de paz y fraternidad.

"La parroquia es la Iglesia que se hace vecina, es la comunidad donde todos pueden experimentarse amados", dijo el Papa. "Para muchos niños, adolescentes y jóvenes vulnerables será quizás la única experiencia de familia que tendrán la oportunidad de conocer. En estos tiempos, el amor, la caridad será el anuncio más explícito del Evangelio para una sociedad que se siente amenazada".

Qué sucede en Rosario

Rosario se encuentra en medio de una crisis sin precedentes, marcada por la violencia y el narcotráfico, que ha llevado a la ciudad a vivir uno de sus momentos más oscuros. Durante el año 2024, la ciudad ha sido escenario de una serie de homicidios que han conmocionado a la sociedad, evidenciando la profunda huella del crimen organizado en la vida cotidiana de sus habitantes.

En Marzo de 2024, luego de la llegada del ejército a Rosario, la ciudad se vio paralizada por los asesinatos de cuatro personas: dos taxistas, Héctor Figueroa y Diego Celentano; un colectivero, Marcos Daiola; y un empleado de una estación de servicio, Bruno Bussanich. Estos crímenes, atribuidos a las mafias del narcotráfico, llevaron a la detención de tres sospechosos en una serie de allanamientos realizados por la Policía de Investigaciones. Durante los operativos se secuestraron numerosos elementos, incluidos teléfonos celulares, municiones, y una considerable suma de dinero, evidenciando la complejidad y el alcance de las redes criminales en la ciudad​​.

Las consecuencias de estos crímenes han sido devastadoras, afectando no solo a las víctimas directas y sus familias, sino también a la vida cotidiana de los ciudadanos, quienes han tenido que adaptarse a una realidad marcada por la inseguridad y el peligro constante. La llegada de nuevas fuerzas federales y el equipamiento de las Fuerzas Armadas han sido pasos hacia la recuperación del orden, aunque la comunidad permanece escéptica ante las promesas de seguridad, anhelando acciones concretas que restablezcan la paz en sus calles​​.

Rosario, conocida por tener una tasa de homicidios cinco veces superior al promedio nacional y como el lugar de nacimiento de la superestrella del fútbol Lionel Messi, es para muchos una "tierra de nadie", de aquí la intervención del estado nacional y el provincial para intentar garantizar la seguridad de los habitantes.

Rosario tiene un puerto clave en el segundo río más largo de Sudamérica después del Amazonas, el Paraná, lo que lo ha convertido en un punto caliente para el movimiento de drogas desde Bolivia, Brasil y Paraguay hacia Europa y Asia.

La Iglesia Católica, y otras iglesias cristianas, han sido por mucho tiempo las únicas instuticiones dispuestas a entrar a los barrios más peligrosos de la ciudad, conocidos localmente como villas mieseria, donde las personas viven hacinadas, sin acceso a servicios basicos y con calles sin pavimentar.

Monseñor Eduardo Martin, arzobipo de Rosario, escribió en su cuenta de X que "Esta violencia asesina y cruel no es de Dios, es contraria a la voluntad de Dios, a su designio de amor sobre todos y cada uno de sus hijos. Por eso la repudiamos y consideramos fruto de la miserabilidad de unos pocos y la complicidad de otros".