A young person carries food aid as Palestinians seeking aid gather near a distribution site in Rafah, in the southern Gaza Strip, May 27, 2025, after being displaced by the Israeli military offensive. The distribution is run by the U.S.-backed Gaza Humanitarian Foundation. (OSV News photo/Hatem Khaled, Reuters)
La inseguridad alimentaria en Gaza “ha alcanzado niveles catastróficos”, informó una organización humanitaria católica.
En su actualización mensual sobre la situación en Gaza a finales de mayo, Joseph Hazboun, director regional de CNEWA-Misión Pontificia para Palestina e Israel, describió un panorama sombrío que incluye el hacinamiento en las dos iglesias cristianas de Gaza y una situación sanitaria “cada vez más grave”.
Casi 2 millones de personas, alrededor del 90 por ciento de la población de Gaza, han sido “desplazadas y viven en condiciones de hacinamiento e inseguridad”, dijo.
“Con acceso limitado a necesidades básicas como agua potable, alimentos y saneamiento, las condiciones de salud se están deteriorando rápidamente”, dijo. “Los grupos vulnerables, incluyendo niños en edad de lactar, ancianos y mujeres embarazadas, se enfrentan a mayores riesgos de enfermedad, malnutrición y muertes que pueden prevenirse”.
Los continuos bombardeos militares de Israel desde octubre de 2023 han dejado el sistema de asistencia médica en ruinas, con escasez de medicamentos y profesionales de la salud, dijo.
Se estima que el 96% de la población se enfrenta a niveles extremos de inseguridad alimentaria, y algunas familias sobreviven con menos de dos comidas al día.
“A mediados de mayo, más de 90 cocinas comunitarias se han visto obligadas a cerrar debido a la falta de combustible y suministros, y las cocinas restantes no pueden proporcionar suficientes comidas para satisfacer las necesidades nutricionales de la población”, informó Hazboun.
La Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente (CNEWA por sus siglas en inglés) fue creada en 1926 por el Papa Pío XI para apoyar a las iglesias orientales, administra la Misión Pontificia, que fue fundada como Misión Pontificia para Palestina por el Papa Pío XII en 1949 para atender a los refugiados palestinos. El mandato de esta misión, que posteriormente se puso bajo la dirección de CNEWA, ha sido ampliado por varios pontífices para atender a todos los afectados por la guerra y la pobreza en el Medio Oriente.
En una declaración del 29 de mayo, el arzobispo John C. Wester de Santa Fe, Nuevo México, dijo que desde el ataque a Israel por Hamás el 7 de octubre de 2023, "la situación ha alcanzado niveles trágicos más allá de los peores temores de toda persona".
"La horrible masacre de israelíes inocentes y la subsiguiente respuesta de Israel ha provocado una pérdida de vidas y un sufrimiento humano inimaginables", dijo el arzobispo, quien ha sido un firme defensor de la paz.
En cuanto a la guerra entre Israel y Hamás, el arzobispo Wester ha firmado cartas conjuntas pidiendo el fin de la guerra, incluida una carta en enero de 2024 en la que él y el cardenal Robert W. McElroy, ahora arzobispo de Washington, emitieron una declaración pidiendo un alto el fuego "inmediato y total".
El 7 de octubre de 2023, el grupo militante palestino Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, lanzó un ataque contra el sur de Israel. Casi 1.200 personas murieron, entre ellas más de 700 civiles israelíes, y Hamas llevó a 251 rehenes a Gaza. En represalia, Israel lanzó un ataque contra Gaza que ha matado a al menos de 53.600 palestinos.
Muchos cristianos han huido o intentado huir de Gaza desde que comenzó la guerra, dijo, pero salir ha sido difícil.
Aproximadamente 400 personas buscan refugio en el recinto de la Iglesia de la Sagrada Familia, la única iglesia católica en Gaza. Hazboun dijo que la ayuda humanitaria limitada solo se distribuye dos veces al mes, y que más de 100 personas han decidido regresar a sus hogares dañados debido al hacinamiento.
“A pesar de estos desafíos, la Iglesia sigue comprometida a apoyar a la comunidad”, dijo. “Proporciona apoyo psicosocial vital a los niños a través de programas estructurados y ha establecido una pequeña escuela y un jardín de infantes para garantizar cierta continuidad en la educación durante esta crisis”.
La iglesia ortodoxa griega de San Porfirio alberga a unas 150 personas y, al igual que la iglesia de la Sagrada Familia, algunas han regresado a sus hogares parcialmente dañados debido al hacinamiento.
“La Iglesia continúa brindando apoyo crucial tanto a quienes se refugian en el interior como a las familias vulnerables en el área circundante”, dijo Hazboun. “Para los niños, las actividades recreativas a pequeña escala ofrecen un breve respiro del trauma en curso, aunque estos esfuerzos se ven limitados por la grave escasez de recursos”.
Las Naciones Unidas informan que más de 1 millón de niños en Gaza requieren apoyo psicosocial inmediato. Además, casi el 85% de las escuelas de Gaza han sido dañadas o destruidas.
“Miles de estudiantes no han podido presentarse a sus exámenes de matriculación, lo que agrava aún más el impacto en su future”, dijo Hazboun.
Las organizaciones asociadas en Gaza han solicitado ayuda a CNEWA-Misión Pontificia para alimentos para familias desplazadas y para atención básica de la salud y programas psicosociales para adultos y niños.
En coordinación con el Consejo de Iglesias del Cercano Oriente, CNEWA-Misión Pontificia distribuye verduras frescas cuando están disponibles en las dos iglesias, así como a las personas que viven solas. CNEWA- Misión Pontificia ha apoyado durante mucho tiempo al Hospital Árabe Al-Ahli y, desde enero, se ha asociado con el hospital para proporcionar servicios médicos urgentes.
“Estos servicios son vitales en un momento en el que Gaza enfrenta un alarmante aumento de lesiones, casos de traumatismos, víctimas de quemaduras y enfermedades infecciosas generalizadas debido a las condiciones insalubres y al agua insalubre. El hospital, que funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana, está sobrecargado y utiliza todos los espacios disponibles para la atención de los pacientes”, dijo Hazboun.
Al final de su audiencia general en el Vaticano el 28 de mayo, el Papa León XIV abogó por la paz en Gaza.
“Desde la Franja de Gaza se elevan cada vez más intensos al cielo los llantos de las madres y los padres, que abrazan los cuerpos sin vida de sus hijos y se ven obligados a desplazarse continuamente en busca de un poco de comida y de un refugio más seguro contra los bombardeos”, dijo el Papa. “Renuevo mi llamamiento a los responsables: ¡que cese el fuego, que sean liberados todos los rehenes, que se respete íntegramente el derecho humanitario!”.
En una entrevista con Vatican News un día antes, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, pidió el fin de los bombardeos de Gaza, que se permita que la ayuda necesaria llegue a la población y que Hamás libere inmediatamente a todos los rehenes restantes.
Por su parte, el arzobispo Wester dijo que el 7 de octubre de 2023 "fue un día de oscuridad y odio indescriptibles" y que "los últimos 20 meses en Gaza han sido más de lo mismo".
Preguntó: "¿Cuántos inocentes más deben morir, cuántos niños deben quedar huérfanos y cuántas lágrimas deben derramarse antes de que los líderes de Hamás e Israel aprendan que la luz y el amor son las únicas armas que traerán una paz duradera a la tierra que llamamos santa? ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Hasta cuándo?"
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Este artículo se publicó originalmente en la revista ONE de CNEWA-Misión Pontificia y se distribuyó en colaboración con OSV News.