BUENOS AIRES, Argentina -- En los barrios marginales de Buenos Aires que el Papa Francisco solía frecuentar antes de su elección en 2013, la Iglesia suele ser el único centro de ayuda social disponible.

Además de acercar a la gente a Dios, el padre Pedro Cannavó es muy consciente de su papel como líder de la comunidad y encargado de velar por las necesidades materiales y espirituales de la gente.

OSV News habló con el padre Cannavó afuera de la sencilla iglesia parroquial de Santa María Madre del Pueblo, a la sombra del famoso estadio de San Lorenzo, en la capital argentina, mientras cientos de personas hacían cola pacientemente.

Se trataba, en su mayoría, de mujeres y niños que aguardaban su turno para recibir un plato de comida caliente del comedor social de la parroquia. Creado durante la pandemia del COVID-19, el padre Cannavó explicó a OSV News que “ahora la necesidad es todavía más grande”.

“Cuando empezó la pandemia, tuvimos que actuar con rapidez porque la gente no tenía nada”, dijo. Y así fue como nació el comedor popular.

El padre Cannavó fue ordenado sacerdote por el entonces cardenal Jorge Bergoglio en 2009, sólo cuatro años antes de que el arzobispo jesuita fuera elegido por sus compañeros cardenales para suceder al Papa Benedicto XVI.

“El padre Jorge”, como lo llaman los porteños, es recordado con mucho cariño. “Solía visitarnos bastante seguido”, contó Nipo Chan, una persona mayor que frecuenta el comedor y cuyos padres llegaron desde Japón antes de la Segunda Guerra Mundial.

“Algunos podrán decir que oyeron o vieron al Papa; aquí podemos decir: “Bautizó a mi hijo” o “Le dio la Primera Comunión a mi familia”, dijo Chan con orgullo.

Las personas que frecuentan el comedor popular tienen la esperanza de que el Papa los visite pronto. “Se lo prestamos al mundo, pero ahora queremos que vuelva” explicó Chan a OSV News, recibiendo el entusiasta respaldo de sus compañeros comensales.

“Cuando fue elegido, tendrías que haberlo visto. Todos en el barrio tenían un hijo, una sobrina, un hermano que había sido bautizado, confirmado o recibido la primera Comunión de manos del Papa", añadió una mujer mayor.

El comedor principal de la parroquia alimenta a unas 3.000 personas todos los días. Además, se distribuyen otras 1.500 porciones de comida a personas en sus propios hogares que no pueden acercarse al lugar.

El padre Cannavó le dijo a OSV News que el comedor popular ha sido una experiencia de mucho aprendizaje. “Descubrimos que muchas de las personas mayores tienen problemas cardíacos, así que tenemos que tener cuidado con la sal para no empeorar su condición", explicó. Ahora, el comedor cuenta con dos puntos de servicio adicionales que se especializan en opciones bajas en sodio para personas mayores.

El acceso a la atención médica es un problema importante en los barrios marginales, y cuando OSV News ingresó a la iglesia parroquial, que también funciona como una funeraria, se estaba velando a una joven. El padre Cannavó explicó que había fallecido de dengue, una infección viral transmitida a los humanos a través de la picadura de mosquitos infectados.

Según la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de las infecciones por dengue son asintomáticas o producen solo una enfermedad leve. Sin embargo, según el padre Cannavó, la muerte es común en los barrios marginales debido a las deficiencias sanitarias existentes.

“Por eso intentamos atender a las personas antes de que se enfermen”, remarcó el padre Cannavó a OSV News. Asimismo, explicó que una parte fundamental del trabajo de los comedores populares consiste también en brindar asistencia médica a personas que de otro modo no podrían acceder a ella.

“Contamos con médicos voluntarios, enfermeras voluntarias y estudiantes de medicina, quienes vienen y dedican su tiempo a atender a la gente. ... A menudo, ésta es la única atención médica que reciben estas personas", explicó el padre Cannavó.

Según un estudio de la Universidad Católica Argentina, los niveles de pobreza han aumentado significativamente este año, afectando al 57.4% de los 46 millones de argentinos, la tasa más alta de los últimos 20 años.

Según el estudio publicado en febrero, unos 27 millones de argentinos son pobres y el 15% de ellos viven en la “indigencia”, lo que significa que no pueden cubrir sus necesidades alimentarias básicas.

Según la investigación llevada a cabo por la Universidad Católica, el aumento del índice de pobreza se debió en parte a la devaluación del peso argentino aplicada por el presidente Javier Milei.

Esto provocó un aumento en el precio de los alimentos, los servicios y demás bienes.

Milei, quien es economista, dijo que se vio obligado a tomar medidas económicas drásticas, que si bien son dolorosas, son necesarias para frenar la inflación de tres dígitos.

Para el padre Cannavó y los voluntarios de la Parroquia Santa María Madre del Pueblo, el trabajo continúa.

“Estamos aquí para atender las necesidades de la gente... y cada día parece que la necesidad es mayor”, dijo a OSV News.

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Michael Kelly, quien escribe para OSV News desde Dublín, viajó a Argentina para OSV News con las Obras Misionales Pontificias-EE.UU.