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Patriarca latino de Jerusalén: Que los líderes políticos busquen una solución a la guerra

JERUSALÉN -- La actual guerra entre Israel y Hamás puede forzar finalmente una solución diplomática a las largas e intratables tensiones entre israelíes y palestinos en Tierra Santa, dijo el patriarca latino de Jerusalén.

El cardenal Pierbattista Pizzaballa, de 58 años, que se desempeña como patriarca de Jerusalén desde noviembre de 2020, dijo que si bien ha habido conflictos constantes entre Israel y los palestinos desde que se formó el Estado de Israel en 1948 e incluso antes, esta vez parece ser muy diferente, y una solución política integral puede ser la única manera de detener el actual derramamiento de sangre.

"Se trata, en primer lugar, de un conflicto político que, lamentablemente, ahora adquiere cada vez más connotaciones religiosas. Esto complica las cosas porque la religión está menos abierta a cualquier tipo de compromiso", dijo el cardenal Pizzaballa al periódico Rhode Island Catholic de la Diócesis de Providence, en una entrevista el 27 de octubre en el Patriarcado Latino en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

El cardenal Pizzaballa dijo que ahora es el momento de que los líderes concentren sus esfuerzos en encontrar una solución viable para todos aquellos que viven en Tierra Santa, incluidos los palestinos que viven en Cisjordania y la Franja de Gaza.

Si bien el foco de la guerra ha estado en la Franja de Gaza, después de que los terroristas de Hamás traspasaran la frontera y mataran a más de 1.200 israelíes y personas de otras nacionalidades y secuestraran a unas 240 personas más en un descarado ataque el 7 de octubre, los palestinos que viven en Cisjordania están cada vez más agitados.

Están denunciando lo que consideran un uso desproporcionado de la fuerza por parte de Israel en su objetivo de desalojar y diezmar a Hamás en Gaza, poniendo fin al gobierno de 16 años de la organización terrorista sobre el enclave costero, desde que derrocó a la Autoridad Palestina en 2007. La Autoridad Palestina todavía controla partes de Cisjordania. Las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Salud de Gaza indican que en total más de 18,700 palestinos han sido asesinados, reportes previos indicaban que hay más de 3.000 niños entre las personas que han fallecido.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) también se han adentrado en Cisjordania en busca de agentes de Hamás que se sabe residen allí, y han estallado brotes de violencia. El turismo prácticamente ha cesado en Belén, lo que ha provocado el cierre de muchos negocios locales que apoyan a los visitantes, según un pastor católico local.

El cardenal Pizzaballa considera que ha llegado el momento de que los dirigentes políticos cumplan por fin los eslóganes que sólo han servido de boquilla para resolver el conflicto de larga duración.

"Creo que, en primer lugar, lo que ha faltado en los últimos 20 años es falta de proyectos. Necesitamos un proyecto político para estos dos pueblos. La solución de dos Estados fue un eslogan sin contenido durante muchos años. Ahora, tenemos que darle algún contenido a este eslogan", dijo.

"Ahora es bastante difícil, pero esta situación nos recuerda que es necesario encontrar una solución", afirmó.

El patriarca latino ha visitado Gaza varias veces, siendo su última visita hace unos siete meses. Describió las sombrías condiciones que soportan cada día muchos de los 2,2 millones de personas que viven en la Franja de Gaza, que tiene aproximadamente seis millas de ancho y 25 millas (40 kilómetros) de largo. Y casi el 90% de la población total de la Franja de Gaza están actualmente desplazados de sus hogares por la guerra. De esos 2,2 millones, hay alrededor de 1.000 cristianos viviendo en Gaza.

"Las situaciones que viven son muy problemáticas, pero al mismo tiempo vi una comunidad muy serena, una comunidad cristiana católica. Es la comunidad más pequeña y la que menos se queja. Son conscientes de que cuentan con mucho apoyo. por nosotros", dijo el cardenal Pizzaballa.

Si bien la comunidad cristiana en Gaza es exponencialmente más pequeña que la comunidad musulmana, ha dejado una enorme huella en la vida cotidiana allí.

Según Joseph Hazboun, director regional de la Oficina de Campo en Jerusalén de la asociación de Bienestar para el Cercano Oriente Católico, conocida como CNEWA, esta asociación ha estado brindando apoyo a 17 agencias locales que trabajan en los sectores de salud, educación y servicios sociales de las áreas a las que prestan servicios. La organización atendía entre 300.000 y 400.000 personas al año", dijo Hazboun en una entrevista con Rhode Island Catholic, agregando que los servicios que brindan representan los números de la comunidad que es apoyada por la comunidad cristiana.

El cardenal Pizzaballa dijo que los cristianos han tenido en su mayoría relaciones normales con los musulmanes en Gaza.

"Intentan tener la mejor amistad posible, pero por supuesto también tienen amistades radicales", dijo, señalando la existencia de algunas facciones radicales entre los musulmanes que prefieren perturbar las relaciones pacíficas con los cristianos antes que promoverlas.

"Puedes construir relaciones con aquellos que te aceptan", añadió.
El cardenal Pizzaballa estuvo en Roma el 7 de octubre y dijo que aún no había recibido la noticia del brutal ataque contra Israel por parte de Hamás hasta que un sacerdote en Jerusalén lo llamó para hacer un comentario oficial.

Antes de regresar a Jerusalén, el patriarca habló con el Papa Francisco sobre la situación que se estaba desarrollando.

"Me expresó su tristeza y dolor y me dijo que debía hacer todo lo posible para detener esta guerra y tratar de reconciliar las posiciones lo más posible", dijo el cardenal Pizzaballa.

"El Papa sólo repite lo que ha estado escribiendo todo el tiempo: que la guerra es una derrota, toda guerra es una derrota", añadió el cardenal Pizzaballa.

Cuando el cardenal regresó a Jerusalén, todo se sintía diferente de los conflictos anteriores que había vivido en Tierra Santa desde que gestionó el primero de varios cargos que que ha tenido allí desde 1990.

"Había un nivel de percepción de que esto es algo nuevo y que tal vez, con el tiempo, quedará más claro", dijo.

En el contexto de una entrevista con los medios de comunicación que concedió poco después de su regreso de Roma, el cardenal Pizzaballa sugirió que se ofrecería a cambio de los rehenes retenidos por Hamás. La noticia se volvió viral y viajó por todo el mundo casi de inmediato, incluso antes de que tuviera la oportunidad de discutirla con sus superiores.

Pero el patriarca latino siente que siempre hay que ser audaz y hacer valer su mensaje de verdad, independientemente de cómo puedan reaccionar los funcionarios políticos.

"Es difícil, por supuesto, porque estamos en posiciones muy polarizadas", dijo el cardenal Pizzaballa. "Cada uno quiere que diga lo que quiere oír, mientras que yo tengo que decir lo que siento y en conciencia tengo que decir según los Evangelios. Y eso no se entiende inmediatamente".

El cardenal publicó una carta pastoral dirigida a los fieles de su diócesis, condenando los actos de violencia y pidiendo una paz justa y duradera en Tierra Santa.

Denunció inequívocamente la "atrocidad" que Hamás cometió contra Israel el 7 de octubre, señalando que la violencia no es compatible con el mensaje del Evangelio y nunca traerá la paz.

Al mismo tiempo, el cardenal Pizzaballa pidió el fin de las "décadas de ocupación" y "una perspectiva nacional clara y segura para el pueblo palestino", que según él es la única manera de que pueda comenzar un proceso de paz serio.

"Se lo debemos a las muchas víctimas de estos días y a las de años pasados", dijo. "No tenemos derecho a dejar esta tarea en manos de otros".
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Rick Snizek es editor ejecutivo de Rhode Island Catholic, el periódico de la Diócesis de Providence. Informó desde Tierra Santa.

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