Las heridas y muerte de tanta gente inocente, especialmente niños, causada por la violencia ascendente entre Israel y la franja de Gaza es "terrible e inaceptable" y pone al área en riesgo de precipitarse a una "espiral de muerte y destrucción", dijo el papa Francisco.
El papa pidió una llamada a la calma y pidió a los líderes de ambos lados a "poner freno al rugido de las armas y a seguir los senderos de la paz, incluso con la ayuda de la comunidad internacional", dijo el 16 de mayo después de la oración del "Regina Coeli" con cientos de personas en la Plaza de San Pedro.
"Muchas personas han resultado heridas y muchas personas inocentes han muerto. Entre ellas hay siete niños, y eso es terrible e inaceptable. Su muerte es una señal de que no se quiere construir futuro, sino destruirlo", dijo.
El creciente odio y violencia en distintas ciudades de Israel "es una grave llaga a la fraternidad y a la coexistencia pacífica entre ciudadanos, que será difícil de sanar si no nos abrimos inmediatamente al diálogo", dijo el papa, preguntando, "¿A dónde conducen el odio y la venganza? De verdad creemos que podemos construir la paz destruyendo al otro?"
El papa llamó a la calma, a un cese de hostilidades y a oraciones constantes para que "los israelitas y los palestinos puedan encontrar el camino al diálogo y el perdón, ser constructores pacientes de la paz y la justicia, abriéndose, paso a paso, a una esperanza común, a la coexistencia entre hermanos y hermanas".
Luego dirigió el rezo del Ave María con quienes estaban reunidos en la plaza, por las víctimas, por los niños, y por la paz.
Mientras tanto, Matteo Bruni, jefe de la oficina de prensa del Vaticano, confirmó que 17 de mayo, el papa Francisco habló por teléfono con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Aunque el Vaticano no comentó lo que se discutió durante la conversación, el departamento turco de comunicaciones dijo que los dos líderes hablaron sobre los ataques continuados.
Según una declaración escrita reportada por la Agencia Andalou, Erdogan dijo que los ataques de Israel eran una atrocidad y que las más recientes violaciones estaban poniendo en peligro la estabilidad de la región.
La llamada del papa Francisco llegó el 16 de mayo cuando Israel intensificaba su as alto sobre Gaza y también se enfrentaba a una creciente convulsión civil en sus ciudades judío-árabes.
Turbas judías habían destruido propiedades árabes, y turbas árabes atacaron a negocios judíos y quemaron sinagogas, con intentos de linchar por parte de ambos lados durante la semana pasada.
La violencia entre Israel y Hamas alcanzó su peor momento desde la Guerra de Gaza de 2014 con ataques aéreos israelitas y cientos de misiles lanzados desde la franja de Gaza, matando al menos a 145 palestinos y 10 israelíes, según Reuters el 16 de mayo. Se estaban poniendo en marcha esfuerzos por parte de la comunidad internacional para negociar un alto al fuego.