La incertidumbre y la muerte provocadas por la pandemia de COVID-19 pueden ser una oportunidad para que la humanidad reflexione sobre cómo construir un mundo mejor, dijo el papa Francisco en un nuevo libro.
"El mundo nunca volverá a ser el mismo. Pero es precisamente dentro de esta calamidad que debemos captar esos signos que pueden llegar a ser las piedras angulares de la reconstrucción", dijo el papa.
El libro, titulado "Dio e il Mondo che Verra" ("Dios y el mundo venidero"), fue escrito con el periodista italiano Domenico Agasso y será publicado por la editorial del Vaticano el 16 de marzo.
Un extracto se publicó el 14 de marzo en Vatican News.
El papa denunció la fabricación y tráfico de armas donde se gastan grandes sumas de dinero "que deberían usarse para curar personas y salvar vidas".
"Ya no es posible pretender que no se ha infiltrado un círculo vicioso dramáticamente de violencia armada, pobreza y explotación insensata e indiferente del medio ambiente", dijo. "Es un ciclo que impide la reconciliación, alimenta las violaciones de los derechos humanos y obstaculiza el desarrollo sostenible".
En cambio, el mundo debe estar "fraternalmente unido" para enfrentar amenazas comunes sin recurrir a "recriminaciones contraproducentes, explotación de problemas, nacionalismo miope, propaganda, aislacionismo y otras formas de egoísmo político", dijo el papa.
Y aunque el papa dijo que el mundo no será el mismo después de la pandemia, insistió en que hombres y mujeres pueden convertir "este tiempo de prueba" en "un tiempo de elecciones sabias y previsoras para el bien de toda la humanidad".
"El camino hacia la salvación de la humanidad pasa por el replanteamiento de un nuevo modelo de desarrollo, que tiene como punto indiscutible la convivencia de los pueblos en armonía con la creación", dijo.
También dijo que cambiar la distribución desigual de los recursos no implica "una igualación a la baja" que priva a las personas que están en mejor situación ahora, sino que significa dar "derechos más amplios" a los marginados.
El papa Francisco también destacó la necesidad de proteger el medio ambiente a través de un "comportamiento sostenible" que asegure que la Tierra ya no se utilice "como un depósito de recursos para ser explotado".
"Si no nos ponemos manos a la obra y cuidamos de inmediato la Tierra, con opciones políticas y personales radicales, con un giro económico hacia la (tecnología) 'verde' y dirigiendo los desarrollos tecnológicos en esa dirección, tarde o temprano nuestra casa común nos arrojará por la ventana ", dijo el papa.
Cuando se le preguntó sobre la carga de las recesiones económicas que recaen principalmente sobre las mujeres, el papa destacó la necesidad de la presencia de la mujer en "el centro de los procesos de renovación social, política, laboral e institucional".
También denunció la discriminación contra las mujeres "en términos de salario y trabajo o por perder sus puestos de trabajo".
El mundo, dijo el papa Francisco, "no puede pasar por alto el hecho de que el renacimiento de la humanidad comenzó con la mujer. De la Virgen María nació la salvación, por eso no hay salvación sin la mujer. Si nos preocupamos por el futuro, si queremos un floreciendo mañana, debemos darle el espacio adecuado a la mujer'.