Promover el trabajo es una parte clave para promover y proteger la dignidad humana, especialmente la dignidad de los hombres y mujeres jóvenes, dijo el papa Francisco.
"Es un problema de dignidad", dijo el papa el 5 de junio durante un encuentro con jóvenes y representantes para conmemorar el 25 aniversario del "Progetto Policoro", una iniciativa de la conferencia episcopal italiana que ayuda a los jóvenes a encontrar empleo.
"La dignidad de la persona no viene del dinero, no viene de las cosas que uno sabe, viene del trabajo", dijo. "El trabajo es una unción de dignidad. El que no trabaja no es digno".
Fundada en 1995 en la ciudad de Policoro por el padre Mario Operti, la iniciativa estaba destinada a ser una "respuesta concreta al problema del desempleo en Italia", dice el sitio web del proyecto.
El objetivo del "Progetto Policoro" es "abordar el problema del desempleo juvenil iniciando programas de formación para una nueva cultura laboral, promoviendo y apoyando el emprendimiento juvenil en el ámbito de la subsidiariedad, la solidaridad y la legalidad de acuerdo con los principios de la doctrina social de la iglesia", decía.
En su discurso, el papa dijo que la iniciativa "ha sido y es un signo de esperanza, especialmente para tantos territorios del sur de Italia que carecen de trabajo o explotan a los trabajadores".
"El compartir, la fraternidad, la gratuidad y la sostenibilidad son los pilares sobre los que se sustenta una economía diferente", dijo. "Es un sueño que requiere audacia porque los atrevidos son los que cambian el mundo y lo hacen mejor. No es voluntarismo: es fe, porque la verdadera novedad siempre viene de las manos de Dios. Esto es lo que significa animar".
Los jóvenes también deben mostrar a las generaciones mayores lo que significa "habitar el mundo sin pisotearlo", continuó.
Si bien muchos jóvenes podrían verse tentados a mudarse para encontrar mejores oportunidades, el papa los instó a "amar las áreas donde Dios los ha colocado y evitar la tentación de huir a otros lugares".
El papa también señaló que la crisis del desempleo ha llevado a un "invierno" demográfico en el que muchos jóvenes, especialmente mujeres, se ven privados de oportunidades de empleo cuando están esperando un hijo.
"Tienes que reaccionar contra esto", dijo el papa. "Que los jóvenes empiecen a soñar, a ser padres, a tener hijos. Y para eso, que tengan trabajo. El trabajo es un poco una garantía de este futuro".
Los jóvenes deben esta "apasionados" no sólo por su propio futuro, sino también por ayudar a "otros jóvenes a tomar sus vidas en sus propias manos", dijo. "No tengan miedo de prestarse, aunque sea gratuitamente, a elevar la vida de los descartados. Vayan a las periferias a buscar a los rechazados".