Los obispos de El Salvador le pidieron a la ciudadanía que muestre lo mejor de la sociedad salvadoreña: la fe, el amor al trabajo y la solidaridad, y no el rencor y la violencia que se han manifestado en los últimos días de la campaña política más turbulenta de la historia reciente en el país.

"Somos un pueblo que se ha ganado el respeto de quienes nos admiran por las virtudes que nos adornan, como el sentido de familia, el amor al trabajo, la fortaleza ante las adversidades, al trabajo, la gran capacidad de solidaridad y nuestra profunda fe en Dios", dijo el obispo de Sonsonate, Constantino Barrera Morales, leyendo parte de una declaración que la Conferencia Episcopal de El Salvador difundió el 9 de febrero, menos de tres semanas antes de las elecciones legislativas del 28 de febrero en este país.

"Pero la familia salvadoreña atraviesa actualmente una profunda crisis, agravada por la pandemia y el clima tan hostil que reina en El Salvador. Pareciera que hemos ido perdiendo nuestra identidad y nos hemos dejado contaminar por los antivalores que van destruyendo lo mejor de nosotros mismos como personas y como comunidad nacional", continuó el obispo Barrera.

Cualquiera que lea el periódico, escuche radio o acuda a las redes sociales, está expuesto al mensaje de intolerancia que se transmite, llevando a cabo lo que algunos líderes políticos quieren que los votantes consuman --según el mensaje.

En ningún lugar es esto más evidente que en los anuncios de televisión, en las redes sociales, donde acusaciones de soborno, corrupción, escenas de violencia y todo tipo de acusaciones constituyen buena parte de la dieta mediática que los salvadoreños están consumiendo antes de ir a votar.  Algunos dicen que el consumo de estos mensajes de ira es lo que llevó a los asesinatos de dos salvadoreños a finales de enero, a quienes se les disparó mientras viajaban en un camión decorado con colores e insignias tras un mitin de uno de los dos principales partidos políticos del país.

"Como pastores de este noble pueblo, lamentamos que dicha campaña electoral se desarrolle en un clima contaminado por la falta de diálogo, la falta de respeto al adversario, la intolerancia y el desprecio", dijo el obispo de Chalatenango, Oswaldo Escobar Aguilar. "Tenemos derecho a vivir en paz. La situación actual contradice este proyecto de Dios".

Activistas participan en una protesta contra el presidente salvadoreño Nayib Bukele en el Congreso Nacional de San Salvador el 9 de febrero de 2021. El cartel dice: "9 de febrero, nunca más". (CNS/Reuters/Jose Cabezas)

Los obispos animaron a los salvadoreños a que conozcan los rostros y las propuestas de los diferentes candidatos en las papeletas para tomar una decisión informada.

"Detrás de esos rostros hay personas concretas con virtudes y defectos, con mayor o menor interés en la búsqueda del bien común de la comunidad salvadoreña, sobre todo de los más pobres y excluidos", dijo el obispo de Santa Ana, Miguel Morán Aquino leyendo el documento. "Es importante conocer cuáles son los principios y valores que rigen su vida como personas y como políticos".

El mensaje, titulado "Todos Somos Hermanos", hizo referencia a la encíclica del papa Francisco con un título similar en italiano, "Fratelli Tutti", la cual se mencionó ampliamente en el mensaje.

El cardenal Gregorio Rosa Chávez dijo que para que El Salvador salga adelante, es necesario echar un sincero vistazo a su pasado, marcado por la pobreza, la marginación, la injusticia y el menosprecio a los derechos humanos, así como por las diferentes formas de violencia que destrozaron el tejido social del país "hasta llegar a la locura de una guerra fratricida".

El cardenal Rosa Chávez hizo referencia a los Acuerdos de Paz de 1992, que pusieron fin al conflicto civil que hizo posible la democracia reciente de El Salvador, la cual muchos temen que se haya fracturado por la reciente violencia política.

"Invitamos a unirnos todos en oración, invocando la gracia de Dios para nuestro país, que Dios conceda a nuestro pueblo elegir, en un ambiente de armonía y paz, a las personas indicadas, las que mejor puedan legislar en favor de todos los salvadoreños y (en defensa) de sus derechos", dijo. "Invocamos una especial bendición de Dios para todos los salvadoreños, por intercesión de la Reina de la Paz y San Óscar Romero".

Durante una conferencia de prensa el 7 de febrero, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, hizo un llamamiento para poner fin al derramamiento de sangre y a la discordia, apelando a los líderes de los partidos políticos para que guíen a sus miembros y seguidores hacia la paz y les enseñen a ver a los demás como adversarios políticos, no como enemigos.

Dijo que la Iglesia Católica en el país ha pedido a los políticos desde hace mucho tiempo que "bajen el volumen de la agresión verbal", expresando su preocupación por la violencia que se ha desatado contra civiles sólo por expresar su preferencia política.

"Yo me acuerdo que dije que las palabras agresivas, violentas, podrían llevar a la violencia, física, material, y parece ser que eso ha dado", dijo el arzobispo. "O, mejor, es evidente que se ha dado... condenable de todos puntos de vista".