CIUDAD DE MÉXICO  -- Los obispos del estado de Chiapas, en el sur de México, han advertido que no hay condiciones para que se den las elecciones tras la masacre de 11 personas el 12 de mayo, entre ellas dos catequistas, mientras los cárteles de la droga se disputan territorios y siguen matando a candidatos antes de la votación del 2 de junio.

También instaron a los tres candidatos presidenciales del país a ofrecer "propuestas concretas" para detener la violencia que convulsionó franjas de México y obligó a miles de personas a huir de sus hogares en Chiapas, donde grupos criminales se disputan el control de codiciadas rutas para el contrabando de migrantes y drogas desde la vecina Guatemala.

"Consideramos que en todas las regiones del Estado que están siendo afectadas por la violencia, los desplazamientos o controladas por el narcotráfico, no hay condiciones para que las elecciones se lleven a cabo en dichos lugares", dijo el obispo de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, en un video comunicado para la provincia eclesial de Chiapas.

"Exhortamos a los candidatos a cargos públicos (a que) den propuestas concretas para responder a las cuestiones más urgentes: violencia, inseguridad, narcotráfico, pobreza, explotación de la tierra, salud y educación", continuó.

Mons. Martínez, a quien acompañó en el video su obispo auxiliar, Mons. Luis Manuel López Alfaro, expresó su preocupación por "la de violencia presente en nuestras diócesis, que desestabiliza la sociedad y que en muchas ocasiones es generada por el crimen organizado", junto con "la presencia de la corrupción a todos los niveles de gobierno que tanto daño genera en el bienestar de las comunidades y familias".

La advertencia de los obispos se produjo tras una masacre en Chicomuselo, cerca de la frontera con Guatemala, donde 11 personas fueron asesinadas en sus casas el 12 de mayo.

Los medios de comunicación mexicanos atribuyeron la masacre a un grupo criminal alineado con el cártel Jalisco Nueva Generación, que ha estado luchando contra el cártel de Sinaloa en Chiapas. Según los católicos que trabajan en la zona, ambos cárteles están reclutando a la fuerza a lugareños para reponer sus filas.

La Diócesis de San Cristóbal de las Casas dijo en un comunicado del 17 de mayo que "personas del crimen organizado entraron a la comunidad de Nueva Morelia alrededor de las 5:30 de la tarde y fueron directamente a las casas de las personas que aún se encontraban en la comunidad", asesinando a seis hombres y cinco mujeres en cuatro casas diferentes, incluyendo a siete miembros de una familia "reunida en su casa después de la celebración dominical".

La declaración añadía que la casa fue incendiada posteriormente, "y los cuerpos de dos de nuestras hermanas quedaron totalmente calcinados".

Uno de los miembros de la familia, identificado como Ignacio, ejercía de catequista y también era candidato a diácono. Su cuñada asesinada, identificada como Teresita de Jesús, también fue catequista en Chicomuselo.

"Estas mujeres y hombres se resistían a dejar sus hogares a pesar de la violencia, amenazas y hostigamiento de los grupos criminales a sumarse a sus filas", señala el comunicado diocesano.

La violencia que asola Chiapas se produce cuando las campañas electorales de México entran en su recta final, en unas contiendas empañadas por la violencia, incluidos los asesinatos de al menos 30 candidatos, según un recuento de la organización de noticias Animal Político.

Cinco de esos candidatos asesinados se encontraban en Chiapas, donde al menos 213 candidatos han renunciado a su lugar en la papeleta, según el instituto electoral del estado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha restado importancia a la violencia en Chiapas y en México en general, así como a su impacto en las elecciones. "Quisieran sostener que Chiapas está en llamas", dijo el 17 de mayo, aunque añadió: "Han habido enfrentamientos en Chiapas que lamentablemente han causado la pérdida de vidas humanas".

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David Agren escribe para OSV News desde Ciudad de México