Los obispos de la Provincia Eclesiástica de San Luis Potosí, en México, advirtieron de cuatro desafíos que afectan a la región: la violencia, la cultura del descarte, la imposición de una ideología y fomentar la participación ciudadana y la responsabilidad social.

Los obispos de la Provincia Eclesiástica de San Luis Potosí son el Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero; el Obispo de Matehuala, Mons. Margarito Salazar Cárdenas; el Obispo de Ciudad Valles, Mons. Roberto Yenny García; y el Obispo de Zacatecas, Mons. Sigisfredo Noriega Barceló.

Violencia, cultura del descarte, imposición ideológica y participación ciudadana son los desafíos emergentes a los que se enfrenta la Provincia Eclesiástica de San Luis. pic.twitter.com/0kMeWRNy5L

— CEM (@IglesiaMexico) April 7, 2021

En un mensaje publicado el 6 de abril, los obispos mexicanos lamentaron que “al inicio de este año 2021 se han incrementado muchas formas de violencia, dentro y fuera del ámbito familiar”.

“Entre las víctimas destacan las mujeres que son acosadas, vejadas, violadas, asesinadas”, denunciaron.

Para los obispos “es urgente fortalecer el compromiso de las autoridades en la lucha contra la trata de personas y la persecución de los delitos contra las mujeres”.

“Es apremiante el reconocimiento pleno de sus derechos y la incorporación del aporte femenino en la construcción de una sociedad más humana y una Iglesia más fiel al Evangelio”, señalaron.

Además, subrayaron que “es inaplazable el compromiso de las instituciones para educar en la no-violencia, el respeto de la dignidad y los derechos de todas las personas”.

Al denunciar “la cultura del descarte, que vulnera la vida y la dignidad humana”, los obispos de la Provincia Eclesiástica de San Luis Potosí advirtieron de “la eliminación de seres humanos en las primeras etapas de su desarrollo”.

Se sigue promoviendo la legalización del aborto como un ‘derecho reproductivo’, invisibilizando la dignidad humana del embrión, que es vulnerable y necesita ser protegido por la ley”, indicaron.

Sobre “las iniciativas de ley a favor de la eutanasia”, los obispos subrayaron que “se deben promover leyes que hagan más accesibles los cuidados paliativos, la humanización en la atención al enfermo, el acompañamiento integral de todas las necesidades del enfermo (físicas, emocionales, espirituales, etc.)”.

“No hay que olvidar que la verdadera muerte digna es vivir dignamente hasta el final”, indicaron.

Al referirse a “la imposición de una ideología que debilita la institución familiar”, los obispos advirtieron de las reformas constitucionales que podrían ser aprobadas en la Cámara de Diputados de la federación, que “buscan introducir el término ‘autonomía reproductiva’ como un derecho de la mujer a decidir sobre la propia maternidad, y por lo tanto abrir el camino a un ‘derecho al aborto’”.

Además con estas reformas, dijeron, se buscaría equiparar “otras formas de unión o convivencia (como las uniones entre personas del mismo sexo)” con el matrimonio entre un hombre y una mujer.

También criticaron “algunas iniciativas de ley” con las que “pretenden introducir reformas para sancionar la ‘discriminación por identidad sexual o expresión de género’ por parte de las asociaciones religiosas”.

“Al ser ambiguas en su concepto e interpretación, podrían llegar a censurar el derecho humano a la libertad religiosa y la libertad de expresión de las iglesias y los ministros de culto”, advirtieron los obispos.

Sobre “la participación ciudadana y la responsabilidad social”, los obispos mexicanos alentaron “el compromiso de todas las instituciones de aportar los recursos con los que cuenta para construir juntos una sociedad sin violencia, que fortalezca el respeto y los derechos de todos, cuidando especialmente a los más vulnerables y vulnerados”.

Las próximas e históricas elecciones, en junio de 2021, serán decisivas para que todos los ciudadanos participemos responsablemente, en la elección de los gobernantes y legisladores”, indicaron.

Para los obispos, es importante que las autoridades mexicanas que resultarán electas “se comprometan en la búsqueda del bien común, el bienestar social, la construcción de la paz y la ‘amistad social’, en la defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, y el respeto a la dignidad de todos los seres humanos”.