El flamante arzobispo de España ha instado a los políticos de su país dar prioridad a los intereses nacionales, en medio de los temores de un estancamiento político tras las elecciones del 23 de julio, en las que ni la oposición conservadora del Partido Popular (PP) ni el Partido Socialista (PSOE) del primer ministro (presidente) Pedro Sánchez obtuvieron suficientes votos para formar un gobierno.

"La contribución de los creyentes y de la Iglesia en la arena pública debe ser profética y nunca acomodaticia: debe responder a las necesidades y preocupaciones actuales, vividas a menudo de forma dramática por la sociedad", expresó a los católicos el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Francisco José Prieto Fernández, en una homilía pronunciada en la catedral el 25 de julio.

"Pido (a Dios) por aquellos que fueron elegidos en las recientes elecciones generales para que dediquen sus mejores esfuerzos a las exigencias del bien común y a construir una sociedad en paz, fundada en la verdad, la justicia, y la libertad, donde el servir sea siempre el horizonte de la responsabilidad política, por encima de las legítimas diferencias políticas".

El arzobispo estaba predicando en su Misa de instalación, encabezada por el nuncio apostólico en Madrid, monseñor Bernardito Auza, después de las elecciones del domingo. La jornada electoral le dio al PP 136 escaños y al PSOE 122 en la Cámara Baja del Parlamento español, compuesta por 350 miembros. El partido de extrema derecha, Vox, y el de extrema izquierda, Sumar, obtuvieron 33 y 31 escaños, respectivamente.

Dijo que se necesitaba una "dimensión profética", con "lenguaje atractivo y mirada amable", así como "un sano sentido del humor y una inteligencia suficiente, que sepa distinguir lo importante de lo secundario".

Sin embargo, un líder católico laico le dijo a OSV News que el resultado de las urnas había causado consternación entre los líderes de la Iglesia española, y muchos temían que unas nuevas elecciones antes de Navidad -- con el objetivo de obtener un resultado concluyente -- desviaran la atención de las necesidades más apremiantes.

"Los resultados del domingo destacan las tensiones y polarizaciones que afligen ahora a España: Hemos pasado del sueño de un sistema multipartidista, basado en el entendimiento, a una dinámica de muy acentuados frentes de izquierda y derecha", reveló Jesús Bastante Liébana, editor en jefe de la agencia de noticias virtual católica Religión-Digital de España.

"Vivimos en una sociedad excesivamente dividida, centrada en respuestas fáciles e inmediatas, no en proyectos estables, duraderos, y preocupados por las generaciones futuras. Esto nos ha llevado inevitablemente a una política de blanco y negro, sin matices ni posibilidad de acuerdos basados en el bien común".

El presidente Sánchez, de 51 años, adelantó las elecciones parlamentarias de diciembre, después de que el PP y Vox obtuvieran importantes avances en las elecciones municipales y regionales de mayo, que se consideraron un referéndum sobre su gobierno de coalición de izquierda.

El resultado de las urnas fue un modesto triunfo para PSOE y una derrota para Vox, que se esperaba que formaran una coalición con el conservador PP de Alberto Núñez Feijóo. Tanto Feijóo como Sánchez afirmaron que intentarían reunir la mayoría necesaria de 176 diputados antes de la convocatoria del nuevo Parlamento el 17 de agosto.

En una declaración del 24 de julio, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, el obispo auxiliar de Toledo Francisco César García Magán, dijo que el resultado de las elecciones exigía "diálogo y acuerdo" y "una visión elevada por parte de los líderes políticos", añadiendo que los acuerdos políticos debían construirse "no mirando las conveniencias partidistas, sino el bien común de los ciudadanos".

Sin embargo, otro obispo calificó la incertidumbre política como "diabólica" y pidió a los católicos que recen para que los políticos "se pongan en presencia de Dios".

"Pido también oraciones por el Rey Felipe VI, que tiene el deber constitucional de confiar la formación del gobierno a uno de los candidatos", dijo el obispo de Orihuela-Alicante, monseñor José Ignacio Munilla Aguirre, a la radio católica de su diócesis el 24 de julio.

"Hay, sin embargo, ciertas cosas que sólo Dios puede resolver. ¿Qué gana España con un panorama tan fracturado como el que hemos visto en estas elecciones?"

Sánchez se convirtió en junio de 2018 en el primer presidente del Gobierno de España en negarse a jurar su cargo sobre la Biblia y formó una coalición de izquierda con el partido Podemos en enero de 2020 bajo un programa que prometía cambios liberales.

El gobierno chocó con la Iglesia Católica por una Ley de Educación de noviembre de 2020, que degradó la enseñanza religiosa y restringió la financiación estatal de las 2,548 escuelas católicas de España, así como por leyes que facilitan el aborto y la eutanasia financiada por el Estado, y que permiten a los jóvenes de 16 años volver a registrar su género mediante una declaración judicial.

El proyecto de Ley de Familia, que reconoce 16 tipos diferentes de familia, fue suspendido durante la campaña electoral, aunque la Ley de Memoria Democrática, aprobada en octubre, prohibirá las cruces y monumentos que exalten la antigua dictadura del general Francisco Franco (1892-1975). Las exenciones fiscales sobre donaciones a la Iglesia y obras públicas, establecidas en 2001 mediante un acuerdo con el Vaticano, también fueron eliminadas el 29 de marzo.

En su entrevista con OSV News, Jesús Bastante dijo que muchos obispos católicos estaban contando con que una mayoría de PP-Vox ayudaría a preservar "las verdades cristianas de la fe" frente a la secularización actual y que probablemente estarían "muy decepcionados" por el resultado de las elecciones.

Sin embargo, añadió que otros se sentirían aliviados, luego de sentir temor de que un "gobierno de extrema derecha" pudiera "forzar la visión de una España nacional-católica que nada tiene que ver con la realidad".

"Los católicos españoles están más centrados en las condiciones actuales que en la jerarquía eclesiástica", señaló el editor de Religión-Digital a OSV News.

"Hay sorpresa, pues nadie esperaba que la izquierda resistiera el empuje de la derecha política. Pero también hay alivio de que, por el momento, se han frenado las posibilidades de que la ultraderecha reaccionaria entre en el Gobierno y ponga en riesgo las recientes mejoras sociales".

En su homilía del 25 de julio, el arzobispo Prieto Fernández dijo que los españoles necesitaban volver a aprender "un lenguaje del testimonio y del amor", que "convierta a cualquier ser humano en prójimo", al tiempo que se esfuerce por "defender lo que es justo" sin "caer en ingenuas sutilezas".

Añadió que ninguna política puede ser "plenamente coherente con el reino de Dios" y dijo que los católicos también se enfrentan a una "tarea irrenunciable" para hacer valer los principios de "fraternidad cristiana en la sociedad".

Sin embargo, Jesús Bastante manifestó que la probabilidad de nuevas elecciones a finales de 2023 y de "sables afilados para un otoño caliente", sugería que aquella tan necesaria estabilidad aún estaba lejos, al igual que los "debates moderados" necesarios para afrontar los problemas de España.

"Nunca es tarde, pero la calidad intelectual y la visión de nuestros políticos, independientemente de su afiliación, deja mucho que desear, y lo mismo puede decirse de nuestros medios de comunicación, el poder judicial, y otras instituciones", acotó el editor en jefe católico a OSV News.

"Nos hemos saboteado a nosotros mismos, de modo que ahora sólo vemos el mal en nuestros adversarios y el bien en nuestros aliados. Aunque los hombres y mujeres que componen la sociedad son más moderados que nuestros líderes políticos y religiosos, es difícil prever un nuevo comienzo".

Aunque el 53.7% de los 47 millones de habitantes de España aún se identifican como católicos, según datos de marzo, las vocaciones religiosas y la asistencia a Misa han descendido bruscamente en las 70 diócesis y 23,000 parroquias de la Iglesia, mientras que más de la mitad de los jóvenes de 18 a 34 años se declaran no religiosos.

El obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya Torres, declaró al semanario católico Alfa y Omega de España que había "experimentado una actitud cordial" por parte de los simpatizantes de todos los partidos mientras hacia sus funciones de monitoreo en un centro electoral el 23 de julio.

"Hay gente buena en todos los bandos, trabajando para preservar el sistema democrático", dijo el obispo.

"La Iglesia tiene que seguir haciendo su trabajo proclamando el Evangelio, gobierne el partido político que gobierne y se encuentre en las circunstancias que se encuentre."

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Jonathan Luxmoore escribe para OSV News desde Oxford, Inglaterra.