La Conferencia Episcopal de Venezuela expresó su “profunda solidaridad” al Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo Emérito de Caracas, tras denunciar que le impidieron llegar a Isnotú, el pueblo de San José Gregorio Hernández, para celebrar la misa por su fiesta el domingo 26 de octubre
“Reconocemos y valoramos el papel fundamental e incansable que ha desempeñado el Cardenal Porras en los procesos que han conducido a la canonización de San José Gregorio Hernández, así como también en la causa de la Madre Carmen Rendiles Martínez”, declarados santos por el Papa León XIV el 19 de octubre en el Vaticano.
“Su compromiso ha sido clave para que la Iglesia Universal reconozca la santidad de estos insignes venezolanos”, resaltan los obispos venezolanos, en un comunicado publicado el 26 de octubre.
La denuncia pública del Cardenal Porras
Un día antes, el sábado 25 de octubre, el Cardenal Porras denunció una serie de irregularidades, como haber recibido “una llamada que había hecho el viceministro de cultos a la Conferencia Episcopal” para que no viaje en el vuelo que tenía programado, señalando “la inconveniencia de que mi persona se hiciera presente en Isnotú, porque tenían noticias de disturbios o de cosas que se iban a realizar allí”.
Al no tomar el vuelo programado, el purpurado y su equipo consiguieron un vuelo privado. El cardenal relató que llamaron a los pilotos y se les ordenó hacer escala en Barquisimeto, desde donde tampoco se les permitió seguir el viaje por tierra.
En ese sentido, purpurado dijo que “llama la atención que sucedan este tipo de cosas, que no haya una libertad de que uno como ciudadano pueda moverse de un sitio para otro. Y con un despliegue militar que pareciera que estuviéramos tramando quién sabe qué”.
“Se nota, por lo poco que pudimos escuchar, que son órdenes superiores”, aseguró el cardenal.
La denuncia se enmarca en un historial de atropellos y amenazas del chavismo en contra de la Iglesia Católica en Venezuela, una situación que pareció agravarse con motivo de la canonización de los dos primeros santos del país, que incluyó agresiones verbales del presidente Nicolás Maduro contra el Cardenal Porras.
Un llamado a respetar los símbolos de la fe
En su comunicado, los obispos de Venezuela hicieron “un urgente y reiterado llamado a todos los sectores a no utilizar los símbolos de la fe, la devoción popular ni las figuras de nuestros santos con fines proselitista o partidistas”.
“El uso de estos elementos con tales propósitos no sólo es impropio, sino que empaña la profunda alegría y la auténtica fe, que en todos los rincones de Venezuela, y más allá de nuestras fronteras, ha vivido el conjunto del pueblo venezolano por la canonización de nuestros primeros santos”, precisaron.
Tras señalar que la santidad de San José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles es un “patrimonio de todo el pueblo venezolano”, los obispos concluyeron instando a que la devoción a ambos santos anime a todos a “trabajar por la reconciliación y la paz en nuestra amada nación”.
