Frente al inicio del año escolar presencial, las Comisiones Episcopales de Familia y Educación de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) hicieron un llamado a crear un pacto educativo global que ayude a lograr una educación integral y de calidad.
El Año Escolar 2021-2022 en modalidad presencial inicio este lunes 25 de octubre en Venezuela, en medio de una deficiencia de vacunación y problemas graves en la infraestructura de los centros educativos.
En un comunicado, las comisiones señalaron que los contagios por coronavirus “se mantienen activos en la población venezolana y la aparición de nuevas cepas, siguen manteniéndonos en una curva elevada de contagios”.
“Los esfuerzos de vacunación no han sido suficientes y aún en el sector educativo el personal docente, administrativo y obrero, al igual que niños, niñas y adolescentes no han sido vacunados en su totalidad”, lamentaron.
Además, señalaron que la infraestructura educativa se encuentra “en decadencia, no solo por la falta de cuidado y mantenimiento, sino también por los hurtos y vandalismo acometidos contra las instalaciones”.
Frente a ello, las comisiones resaltaron que la familia venezolana se encuentra experimentando “un deterioro progresivo de la calidad de vida”, donde los niños, adolescentes y jóvenes son obligados a trabajar o mendigar.
“Con la aparición del Covid-19 y la imperiosa necesidad de trasladar la escuela al hogar, se puso en evidencia la gran disfuncionalidad familiar y la carencia de acompañamiento necesario para la culminación del año escolar y el logro de los objetivos educativos”, lamentaron.
Las comisiones remarcaron que la “familia es la base para construir el tejido social” y señalaron que en su papel educativo está “una respuesta a la actual situación”.
“Un hogar donde todos se comprometan a construir y trabajar desde el sentido común es el abono que se necesita para que la familia se convierta en una pequeña aldea educativa, en donde renazcan los valores más fundamentales y el aporte para una nueva sociedad”, agregaron.
Los obispos indicaron que es necesario impulsar “un pacto global” que conduzca “a una toma de responsabilidad”, a un camino donde, como Iglesia, se busque “iluminar la realidad de la educación venezolana a fin de que sea integral y de calidad”.
Asimismo, indicaron que los católicos están “llamados a propiciar espacios y momentos de reflexión sobre la práctica educativa”, para acompañar “a todos los actores educativos, con el propósito de armonizar y superar las dificultades y divisiones, caminando juntos más bien hacia la conformación de alianzas”.
“La invitación del Papa Francisco a un Pacto Educativo Global a ‘reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión’ se ha convertido en bandera de todas las iniciativas educativas desde la Iglesia”, remarcaron.
Las comisiones indicaron que es importante asumir “el compromiso y la responsabilidad de hacer vida la vocación educadora de la sociedad, invitando a todos a dar siempre más y lo mejor, brindando oportunidades a niños, niñas, adolescentes y jóvenes desde cualquier escenario posible”.
“La Aldea Educativa será una realidad si todos nos reconocemos como ciudadanos de la misma aldea y asumimos la responsabilidad en la educación de las jóvenes generaciones”, subrayaron.
Los obispos señalaron que las políticas educativas deben “tener base en un Pacto Educativo que involucre a todos, que ponga sobre la mesa el tema educativo no solo en el ámbito docente y familiar, sino también en el proyecto de gobierno, en los campos: empresarial, artístico, religioso”.
“Es el momento de sumar a todos en una concertación educativa que el Papa Francisco ha llamado Pacto Educativo Global. La solución está en todos, y a la vez, hay que apoyar e impulsar todos los esfuerzos por la educación como antídoto natural a la crisis globalizada”, agregaron.
Finalmente, indicaron que para lograr esta política educativa se debe tener el compromiso de una “convergencia global”, donde se rescate “el valor inestimable de establecer diálogos entre todos los actores”.
“Nos confiamos a Jesús Maestro y por ello decimos: Aquí estamos Señor, junto a María de Coromoto, patrona de Venezuela, para testimoniar la fe de un pueblo que vive y camina con Jesucristo Señor de la Historia”, concluyeron.