CIUDAD DE MÉXICO -- Los obispos de Colombia expresaron "perplejidad y profundo dolor" luego de que la Corte Constitucional del país despenalizara el aborto hasta las 24 semanas de embarazo.

La corte emitió su fallo el 21 de febrero, continuando una tendencia de la despenalización del aborto en grandes países latinoamericanos -- después de México en 2021 y Argentina en 2020. Antes de la decisión judicial, las sanciones interpuestas a mujeres que habían tenido un aborto incluían una pena de hasta 54 meses de prisión, según medios colombianos.

En un comunicado del 22 de febrero, la Conferencia Episcopal Colombiana expresó que, en casos de violencia sexual, abandono, y penuria económica, "cuando la mujer es la víctima, es razonable que la sociedad civil y el sistema judicial busquen su defensa y protección".

"(Pero) no se puede ocultar ni minimizar el hecho de que todo embarazo implica la existencia de otro ser humano, distinto de la madre, en condiciones indefensas y de vulnerabilidad, quien a su vez tiene derecho a ser parte de la familia humana", señalaron los obispos.

"Proteger el supuesto derecho a suprimir una vida humana inocente pone en riesgo el fundamento mismo de nuestro orden social y el estado de derecho", manifestaron los obispos.

Antes de la decisión judicial, el aborto solo era legal en circunstancias tales como un embarazo que pusiera en riesgo la salud o la vida de la madre; cuando el feto tenía malformaciones; o en casos de violación o incesto.

Después de la decisión, multitudes de simpatizantes afuera de la corte vitorearon y ondearon pañuelos verdes, el símbolo de los defensores del derecho al aborto en toda la región. Los grupos pro-vida también se reunieron para esperar la decisión y expresaron su decepción.

Un observador de la iglesia latinoamericana dijo que las congregaciones católicas y protestantes de la región tendrán que enfrentar la presión por la despenalización del aborto.

"La iglesia siempre tomará una posición pro-vida", indicó en una entrevista en noviembre el padre oblato Leo Pérez, director de la Colecta Anual de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para la Iglesia en América Latina. "Pero parece que esas fuerzas secularizadoras ven a la iglesia como anticuada y atrasada y tal vez incluso como un enemigo".