El Obispo de San Bernardo, Mons. Juan Ignacio González, pidió que la redacción de la nueva Constitución para Chile se desarrolle en paz, donde cada constituyente comprenda que está realizando un servicio al pueblo.
El pasado 4 de julio se constituyó la Convención Constitucional con 155 miembros escogidos democráticamente. El organismo se dedicará a estudiar y redactar la nueva Carta Magna que reemplazará la que está vigente desde 1980.
En un videomensaje transmitido el 4 de julio, Mons. Juan Ignacio González, expresó que el trabajo es “una vocación divina”, por ello “las personas que han sido llamadas a estudiar y redactar una nueva carta fundamental son trabajadores de nuestra patria que han recibido un encargo especial de nuestra comunidad”.
“Por eso tenemos derecho a exigir que este proceso sea un proceso en paz, donde se recojan aquellos elementos esenciales de la vida de una nación de nuestra fisonomía de nuestra forma de ser”.
“Necesitamos que se haga en paz, que se haga en concordia, que se haga en orden”, exhortó.
“No queremos un país donde haya violencia, donde haya ideologías que tratan unas de tapar a las otras”, que tratan de “borrar esos trazos fuertes”, como el cristianismo, “sobre los que hemos fundado nuestra nación durante tantos años y siglos”.
En ese sentido, Mons. González pidió trabajar al modo de Jesús que “trabajaba para los demás”.
Por ello, “el que detenta alguna autoridad, alguna potestad, algún poder, el que ejerce alguna misión, lo que simplemente recibe es un ministerio, un mandato de servicio para servir a los demás”.
Quienes han sido escogidos “para redactar la carta fundamental son nuestros servidores, son los servidores de Dios, son los servidores del pueblo chileno”.
En ese sentido, alentó la oración para pedir a Dios y al Espíritu Santo que “llegue a cada uno y sea un trabajo verdaderamente honesto, serio” que logre una nación que alcance el bien común.
“El bien común es ese adecuado modo de relación entre todos nosotros, que permite que cada uno, según las circunstancias de sus vidas” y capacidades, “pueda llegar a su pleno desarrollo personal material y espiritual”.
El Obispo de San Bernardo oró especialmente a la Virgen del Carmen, patrona de Chile, para que este proceso permita sentar los fundamentos propios de la idiosincrasia chilena “entre los cuales está la libertad, para poder amar a Dios, servir a Dios, amar al prójimo y servir al prójimo”.
Convención Constitucional
Los convencionales constituyentes comenzaron a reunirse poco antes de las 10:00 a.m. en el Congreso Nacional, sede Santiago.
Antes de iniciar la ceremonia, los ciudadanos que se encontraban en las inmediaciones del Congreso en Santiago intentaron avanzar hacia el lugar, entonces comenzaron los enfrentamientos con la policía.
Enterados de la situación, un grupo de convencionales se negó a iniciar la reunión, ya retrasada en más de una hora, exigiendo que se liberen a los detenidos que están acusados de violencia durante las manifestaciones del llamado estallido social y en el que se registraron ataques incendiarios contra bienes públicos e iglesias.
Pasado el mediodía, los miembros procedieron a la votación de la presidencia y vicepresidencia de la Convención Constitucional.
Elisa Loncon, de la etnia mapuche, fue escogida presidenta con 96 votos, mientras que Jaime Bassa, afiliado a la coalición de izquierda “Frente Amplio”, fue escogido como vicepresidente con 84 votos.
Loncon exigió que el tema prioritario de la Convención sea una petición de amnistía para los detenidos durante el estallido social y los presos mapuches.
La primera sesión de la Convención se iba a realizar el lunes 5 pero no fue posible por la falta de condiciones sanitarias para ello. Lo mismo ocurrió este martes 6 de julio.