HYDERABAD, Pakistán -- El obispo Samson Shukardin ha pedido ayuda para las miles de personas afectadas por las inundaciones que han devastado su diócesis y muchas otras zonas de Pakistán.
"Recibo muchas llamadas telefónicas de mis sacerdotes y personas en varias parroquias de la diócesis pidiendo ayuda", expresó el obispo. "El 90 por ciento del territorio de mi diócesis está inundado debido a las fuertes lluvias. Muchas iglesias, casas parroquiales, y escuelas han resultado dañadas por el diluvio".
"De hecho, es un momento triste para el pueblo de Pakistán, ya que el país se enfrenta a una situación muy difícil debido a las fuertes lluvias y las inundaciones desde julio. Las personas se quedan sin hogar y padecen hambre, además están las familias que lloran la pérdida de sus seres queridos".
Ucanews.com informó que el obispo expresó su preocupación por "las familias de agricultores que han perdido las cosechas y, junto con todo este daño, tendrán que cargar con más préstamos, ya que ya están endeudadas con sus propietarios. En general, es una situación terrible, y rezo por las personas que viven en esta difícil situación sin un refugio adecuado y sin comida".
Durante misas en todo Pakistán el 28 de agosto, se ofrecieron oraciones especiales por las personas afectadas por las inundaciones y se pidió a los católicos que contribuyan a aquellos que se encuentran sufriendo, informó ucanews.com.
Ese mismo día, durante una visita a L'Aquila, Italia, el papa Francisco hizo un llamado a la gente para ayudar a Pakistán. En un tuit, agregó: "Oremos juntos por el pueblo de Pakistán, golpeado por inundaciones de proporciones desastrosas. Oremos por las numerosas víctimas, por los heridos y los que se han visto obligados a abandonar sus hogares, y para que la solidaridad internacional sea pronta y generosa".
El gobierno de Pakistán ha declarado una emergencia en el país. Pakistán ha experimentado más de 14 pulgadas de lluvia, casi tres veces más que el promedio nacional de 30 años de 5 pulgadas. La lluvia ha caído principalmente en Sindh, Baluchistán, y partes de las provincias de Punjab.
Según la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres, unos 33 millones de personas se ven afectadas. A partir del 29 de agosto, el número de muertos ha superado los 1,000 desde junio. Las carreteras y puentes inundados y destruidos están obstaculizando la capacidad de las personas para llegar a áreas seguras o acceder a hospitales y servicios vitales.