CIUDAD DE MÉXICO -- El polémico obispo emérito mexicano Onésimo Cepeda Silva de Ecatepec, quien se codeó con los ricos, sirvió a una de las diócesis más difíciles del país y se postuló brevemente para diputado, murió el 31 de enero. Tenía 84 años.

La Diócesis de Ecatepec confirmó la muerte de Monseñor Cepeda, al igual que la conferencia episcopal mexicana, que apenas 10 meses antes desautorizó su registro como candidato a diputado por un partido político minoritario.

El obispo Cepeda había contraído COVID-19 tres semanas antes, según declaraciones de la iglesia. Los medios mexicanos informaron que había sido intubado.

El obispo Cepeda cortó un rumbo polémico en la vida pública de México. Sirvió en los destartalados suburbios de la Ciudad de México, pero aparecía en publicaciones de sociedad y jugaba al golf en caros clubes de campo.

Los políticos y las élites empresariales asistieron regularmente a la celebración de su cumpleaños. Supuestamente fue investigado por haber adquirido la colección de arte de un rico donante de la iglesia, que contenía obras de los maestros Diego Rivera y Rufino Tamayo. El obispo Cepeda también sirvió como padrino de toreros, según medios mexicanos.

Tal era su estatura que su muerte fue tendencia en las redes sociales, producto de su biografía inusual, conexiones políticas y tendencia a hablar de manera destemplada.

"Mis amigos son los pobres y los ricos. Desafortunadamente, nací rico", dijo el obispo Cepeda, citado por medios mexicanos.

El obispo Cepeda nació el 25 de marzo de 1937 en la Ciudad de México. Luego de graduarse de abogado, ingresó al mundo de las finanzas y fundó un banco con Carlos Slim Helu, quien luego se convirtió en el hombre más rico del mundo por un tiempo.

Pero más tarde entró al sacerdocio. Se desempeñó como rector del seminario en la Diócesis de Cuernavaca, cuando el líder local era el obispo Sergio Méndez Arceo, quien fue tildado de "obispo rojo" por los críticos por su promoción de la teología de la liberación.

Según el periodista Emiliano Ruiz Parra, quien cubre la Iglesia Católica de México, el obispo Cepeda se separó ideológicamente del obispo Méndez y gravitó hacia el catolicismo carismático. En 1995, San Juan Pablo II lo nombró obispo de la recién formada Diócesis de Ecatepec en las afueras del noreste de la Ciudad de México. Se jubiló en 2012.

El papa Francisco visitó la diócesis en 2016. Al visitar el seminario diocesano, firmó el libro de visitas, "No sean clérigos del estado".

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, opositor de muchos de los políticos amigos del obispo Cepeda, expresó sus condolencias por el obispo fallecido en su conferencia de prensa matutina del 1 de febrero.