La asamblea general que se celebrará en octubre en Roma para el Sínodo de Obispos de la Iglesia Católica sobre la sinodalidad tiene como objetivo abordar la realidad humana, no abstracciones, para poder compartir de manera más efectiva a Jesucristo y su Evangelio con los demás, dijo el obispo Daniel E. Flores, quien representa a Estados Unidos como miembro de la comisión preparatoria de la asamblea global.

"Si hacemos esto bien... en nuestras propias iglesias locales podemos desarrollar un estilo de escucha y toma de decisiones que implique escuchar más a las personas 'en las trincheras', por así decirlo", dijo, como escuchar a "las personas que están luchando y que están lidiando con familias que están en crisis, o familias que están luchando, que están divididas, debido a realidades controvertidas que están afectando sus vidas".

Dijo: "No podemos responder con el Evangelio si no sabemos cuál es la realidad que enfrentan. No podemos responder al aire".

El obispo Flores de Brownsville, Texas, ha estado liderando el proceso del sínodo en los Estados Unidos para la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos y es miembro votante en la asamblea general del 4 al 29 de octubre. También se encuentra entre los nueve "presidentes delegados" designados que tienen deberes especiales, incluida la presidencia de la reunión en nombre del Papa, quien es el presidente del sínodo.

En declaraciones a OSV News el 5 de septiembre, el obispo Flores dijo que el sínodo está diseñado para enseñar a los católicos a hablar unos con otros -- no más allá del otro -- en un mundo y una Iglesia cada vez más polarizados.

"Es así de básico: vivimos en una cultura que tiene una gran influencia en la Iglesia. Hablamos sin tener en cuenta a los demás. A veces ni siquiera abordamos los mismos temas, aunque utilicemos palabras similares", dijo. "Hay una necesidad de escuchar, pensar y orar, y esperemos que el sínodo sugiera algunas formas mediante las cuales la iglesia local y la iglesia nacional y al nivel continental... que podamos integrar ciertas formas mediante las cuales se puedan hablar las cosas con respeto y sin miedo".

En marzo de 2020, el Papa Francisco convocó al XVI Sínodo ordinario de Obispos para centrarse en el tema "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión". La reunión rápidamente se conoció como el "Sínodo sobre la sinodalidad". La asamblea general de dos partes del sínodo comienza el 4 de octubre, con una segunda sesión prevista para octubre de 2024.

El proceso de preparación de dos años del sínodo invitó a todos los católicos del mundo a identificar áreas donde la Iglesia necesitaba prestar mayor atención y discernimiento. Esa información fue recopilada y sintetizada por las diócesis y luego por las conferencias episcopales, antes de llevarse a nivel continental. Las síntesis de las conferencias episcopales y de los encuentros a nivel continental fueron compartidas con la Santa Sede y formaron un documento de trabajo conocido como "Instrumentum Laboris" para la primera sesión de la asamblea general.

Publicado en junio, ese documento pide a los 363 delegados votantes del sínodo -- que por primera vez incluyen a laicos, clérigos y religiosos y religiosas entre los obispos votantes -- que reflexionen sobre una serie de preguntas, pero especialmente tres que se centran en temas de comunión, participación y misión. El documento pide a los participantes reflexionar sobre estas prioridades: "¿Cómo podemos ser más plenamente signo e instrumento de la unión con Dios y de la unidad de toda la humanidad?"; "¿Cómo podemos compartir mejor los dones y las tareas al servicio del Evangelio?"; y "¿Qué procesos, estructuras e instituciones se necesitan en una iglesia sinodal misionera?"

Algunas preguntas del documento de trabajo abordan áreas de discordia en la Iglesia, como el ministerio LGBTQ+, el papel de las mujeres y su potencial para el diaconado, y la relación entre el clero y los laicos.

Si bien el sínodo y los esfuerzos globales para prepararlo han pretendido ser los de mayor alcance en la historia, también se ha convertido en el centro de controversia y polarización, con comentarios de larga data y libros publicados recientemente, en particular "The Synodal Process Is a Pandora's Box" ("El proceso sinodal es una caja de Pandora") con cometarios del cardenal estadounidense Raymond L. Burke en el libro, sugiriendo que la reunión tiene una "agenda radical" y abre la Iglesia a la democracia y la herejía.

Cuando se le preguntó sobre el libro en su vuelo de regreso de Mongolia el 4 de septiembre, el Papa Francisco abordó el temor que algunos católicos han expresado acerca de que el sínodo cambie la enseñanza de la Iglesia, y dijo que esos temores son plantados por ideólogos que quieren asustar y dividir a la Iglesia.

"Siempre, cuando en la Iglesia se quiere desprender el camino de la comunión, lo que siempre se desprende es la ideología. Y acusan a la Iglesia de esto o de lo otro", dijo el Papa, "pero nunca la acusan de lo que es verdad: pecadora". En cambio, dijo, "Defienden una doctrina entre comillas, que es una doctrina como el agua destilada, no tiene sabor a nada y no es la verdadera doctrina católica que está en el Credo".

El obispo Flores dijo que el proceso sinodal recibirá lo que surgió en el proceso preparatorio a la luz de la tradición de la Iglesia, con sabiduría y prudencia.

"La Iglesia puede ser realista acerca de lo que la gente piensa; no hay necesidad de tener miedo de lo que la gente piensa", dijo. Sin embargo, el obispo añadió: "Hay voces en la Iglesia que son también las voces de nuestra propia historia, de nuestra propia tradición, de nuestra propia experiencia previa, y eso también debe tenerse en cuenta".

El obispo Flores recomienda a los católicos en Estados Unidos que no se preocupen, sino que "esperen con calma la asamblea".

"Se ha invertido mucho trabajo en ello. Creo que se ha invertido mucha oración", dijo. "Tengan en cuenta que el enfoque del sínodo es comenzar a hacer algunas preguntas sobre cómo podemos vivir nuestra comunión como Iglesia de una manera más visiblemente activa que la que hemos tenido, al menos en la historia reciente, de una manera que avance la misión".

El obispo Flores dijo que es especialmente importante que los católicos de Estados Unidos entiendan que "el enfoque del sínodo es lo que podemos hacer para ajustar la forma en que tomamos decisiones y cómo nos hablamos entre nosotros por el bien de la misión" de anunciar a Jesucristo.

Se están discutiendo temas de importancia para la Iglesia universal "en última instancia, para que podamos ser eficaces en la obra misionera de la Iglesia", dijo.

"La comunión de la Iglesia está en el centro de esto: cómo nos hablamos unos a otros, cómo trabajamos juntos, cómo nos escuchamos unos a otros, cómo tomamos decisiones en la iglesia local e incluso en la Iglesia universal", dijo. "Hay una manera de hacerlo que se ajusta exclusivamente al camino de Cristo, y eso es lo que preguntará el sínodo. En realidad, es una pregunta de 'cómo': ¿Cómo podemos hacer esto?"

Con la sinodalidad, el Papa Francisco está pidiendo a la Iglesia que desarrolle una postura de escucha profunda y activa, dijo Julia McStravog, quien recientemente fue nombrada asesora principal de la USCCB en asuntos sinodales y está ayudando a preparar a los delegados estadounidenses.

"El diálogo está en el corazón del papado del Papa Francisco y lo vemos en todas partes", dijo. McStravog dijo a OSV News que el sínodo es una manera para que el Papa "lo ponga en primer plano en la mente de la Iglesia en este momento".

Richard Coll, director ejecutivo del Departamento de Justicia, Paz y Desarrollo Humano de la USCCB y enlace diocesano del sínodo de los obispos, quien también se encuentra entre los delegados votantes de Estados Unidos que asisten al sínodo, dijo que este enfoque sinodal no es nuevo para la Iglesia, pero está arraigado en su tradición. Dijo a OSV News que el sínodo es una oportunidad para que la Iglesia trabaje un músculo que ha dejado atrofiarse.

"Creo que existe una percepción errónea entre muchas personas en la comunidad católica de que de alguna manera este (proceso) es una invención del Papa Francisco, pero creo que él se ve a sí mismo como muy fiel a una auténtica tradición sinodal", dijo. "Y, de hecho, si realmente queremos ser históricos al respecto... el Vaticano II en su énfasis en la sinodalidad y su visión de la Iglesia en realidad se basó en fuentes muy antiguas de las primeras tradiciones de la Iglesia, directamente desde el Concilio de Jerusalén en A.D. 51. Estos no son nuevos desarrollos revolucionarios".

Tomar en serio la sinodalidad significa que "todos tienen voz", dijo Coll. "Si realmente confías en el Espíritu, si realmente crees que es el Espíritu Santo el que nos guía, entonces hay lugar para que todos contribuyan".

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Maria Wiering es redactora senior de OSV News.