ROMA – Hablando desde el exilio en Miami, el obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, llamó a aquellos que obedecen sumisamente a “miserables tiranos y opresores” a superar su “ceguera ideológica.”
Desde la iglesia Santa Agatha en Miami, este obispo de Nicaragua que debió salir del país por orden del Papa Francisco, siguiendo una serie de amenazas contra su persona y la de su familia por hablar en contra del régimen de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, utilizó el evangelio del domingo, que cuenta el milagro que Jesús hizo con el ciego Bartimeo.
“Somos ciegos cuando nos empeñamos en decir que estamos bien, cuando en realidad estamos mal,” dijo Báez en su homilía. “Somos ciegos cuando pensamos que somos felices y en realidad somos desgraciados y dignos de lástima.”
“Es ciego quien piensa que es libre porque da rienda suelta a sus instintos y hace lo que quiere, quien piensa que puede ser feliz ignorando las necesidades de los demás, o quien se conforma con el bienestar material descuidando su propia conciencia,” dijo el prelado.
“En la vida política existe la ceguera ideológica de quienes no piensan por sí mismos y dejan que sea el líder o el partido quienes piensen por ellos. En momentos de importantes decisiones políticas en la vida de la nación, son ciegos ideológicamente quienes obedecen en modo sumiso y actúan a la ligera, sin preguntarse en conciencia si con su decisión están colaborando a la construcción de una sociedad más justa y al fortalecimiento de un sistema democrático y pluralista”, dijo Báez.
Cabe recordar que Nicaragua tendrá “elecciones” presidenciales el 7 de noviembre. Sin embargo, todos los candidatos opositores que expresaron la voluntad de presentarse, fueron encarcelados en los últimos meses, por lo que Ortega se presenta como candidato único.
Según Báez, los tiranos y opresores son “los ciegos más miserables”, ya que se imaginan a sí mismos como “eternos,” se engañan creyendo que por repetir una mentira la misma se convierte en verdad, y que están convencidos que, con reprimir al pueblo, podrán perpetuarse en el poder. Estos tiranos, dijo, “se enorgullecen de ser ciegos.”
Recordando que el ciego de Jericó estorbaba a quienes acompañaban a Jesús con su clamor, esperanzado de poder recuperar la vista, Báez dijo que lo mismo sucede en la actualidad, cuando las personas cierran los ojos y son indiferentes ante la injusticia, la pobreza, la represión, el exilio y los presos políticos.
“Lo que aquel ciego, ocurre hoy también. El grito de los pobres incomoda nuestra conciencia y estorba la tranquilidad de nuestra vida. Hoy a muchos les desagrada que se hable de justicia social, del hambre en el mundo, del dolor de los exiliados y de los presos políticos. Nos molesta el sufrimiento de los demás”, dijo el obispo.
“Jesús no quiere que quienes van con él ignoren el grito de los pobres. Si queremos seguir a Jesús debemos estar atentos a escuchar a quienes sufren y pasan necesidad, detener el paso con tal de no dejar atrás a los más frágiles y pobres y colaborar con Jesús para aliviar su dolor”, sostuvo.
Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, también se refirió a la situación del país durante su homilía dominical, llamando a “cada nicaragüense a responder” si existen verdaderamente las condiciones “para elecciones libres en Nicaragua” y actúe en consecuencia, siguiendo “la inviolable dignidad de su conciencia.”
“En nuestra Nicaragua vivimos momentos dramáticos donde usted ve enfermos, familias desintegradas por la migración forzada, desempleo, refugiados, exiliados y privados de libertad con lo que sufren sus familias y toda la sociedad,” dijo Álvarez.
El prelado recordó que, teniendo en cuenta la situación que vive el país, la conferencia de obispos de Nicaragua recordó en un reciente comunicado que “una auténtica democracia es el fruto de los valores, como respeto a la dignidad de la persona, de toda persona, el respeto a los derechos humanos, el bien común como criterio regulador de la vida política, la institucionalidad, la separación e independencia de los poderes del Estado.”