WASHINGTON -- Un obispo auxiliar nicaragüense que ahora vive en la Florida ofreció un rosario y otras oraciones el 20 de diciembre desde una iglesia católica en Miami, clamando por la pronta libertad de un compañero obispo detenido por el gobierno de Daniel Ortega.
"Es un crimen lo que hace la dictadura de Nicaragua contra mi hermano obispo, Mons. Rolando J. Álvarez. Ultrajándolo se condenan a sí mismos. ¡Rolando, no estás solo! Estamos contigo, rezamos por ti y exigimos tu libertad. Contigo está Dios, quien no abandona a sus profetas", tuiteó el obispo Silvio Báez, de la Arquidiócesis de Managua, el 13 de diciembre desde la Florida, donde vive desde 2019.
Es un crimen lo que hace la dictadura de Nicaragua contra mi hermano obispo, Mons. Rolando J. Álvarez. Ultrajándolo se condenan a sí mismos. ¡Rolando, no estás solo! Estamos contigo, rezamos por ti y exigimos tu libertad. Contigo está Dios, quien no abandona a sus profetas. pic.twitter.com/HsD1VYsK7l
— Silvio José Báez (@silviojbaez) December 14, 2022
Monseñor Álvarez, quien se pronunció en contra del cierre de medios nicaragüenses críticos con el gobierno, fue asediado a principios de agosto cuando le impidieron salir de un edificio perteneciente a la Diócesis de Matagalpa, la cual él encabeza.
Soldados habían rodeado el edificio durante días, y algunos laicos y sacerdotes que estaban dentro de este junto a monseñor Álvarez fueron posteriormente detenidos y enviados a prisión.
El obispo fue sometido a confinamiento domiciliario a fines de ese mes, y recientemente, el gobierno lo acusó de conspiración, difundir noticias falsas, y dañar al gobierno y la sociedad nicaragüense. Está programado para enfrentar un juicio del gobierno el 10 de enero, expresaron las autoridades.
El obispo Báez, un Carmelita Descalzo, ha pedido su liberación, rezando el rosario, los misterios dolorosos, a través de una transmisión en vivo a solo unos días antes de Navidad.
"Es raro rezar los misterios dolorosos del rosario días antes de Navidad, pero no olvidemos que el niño que nace en Belén es también el crucificado en el Calvario; la madre que lo cubre con los pañales en el pesebre es también aquella cuyo corazón es traspasado por la espada del dolor, frente a la cruz", manifestó el prelado.
De igual manera, "Nicaragua crucificada", su pueblo, incluido el obispo Álvarez, debe ser recordada, acotó.
"Ofrecemos este santo rosario por nuestra patria Nicaragua, que pasa por momentos oscuros y dolorosos, y también por la iglesia en Nicaragua, perseguida con gran crueldad, pero especialmente por la pronta liberación del obispo Rolando Álvarez, quien ha sido encarcelado y procesado injustamente, por los presos políticos del país que son inocentes y merecen ser liberados", dijo.
El rosario transmitido desde la Iglesia Católica Santa Ágata en Miami, donde el obispo Báez a menudo celebra misa en español, obtuvo más de 9,000 visitas a la página un día después de su transmisión en vivo.
Monseñor Báez dijo que también está orando por "nuestros hermanos en el país que están sufriendo la pobreza, que están tomando riesgos huyendo al exilio, buscando un nuevo futuro y una forma de arreglar sus vidas, por el sufrimiento de las madres de las víctimas, por las familias de los presos".
El país atraviesa un largo Vía Crucis o Estaciones de la Cruz, dijo, y en el que "nos sentimos impotentes, cansados, enfrentamos una gran incertidumbre", pero la oración es una forma de rogar por una salida, indicó.
Nicaragua comenzó su más reciente crisis política y económica en 2018. Los disturbios que comenzaron por las protestas contra las reformas al seguro social se convirtieron en enfretamientos a gran escala, que, en algunos casos, llevaron a los manifestantes a las iglesias y escuelas católicas en busca de refugio.
Los obispos del país intentaron entablar un diálogo con el gobierno para acabar con la violencia contra los civiles, incluyendo algunos que tuvieron lugar en propiedades de la iglesia, pero fueron recibidos con hostilidad.
El obispo Báez, que había sido muy crítico, fue uno de los tres prelados atacados físicamente por una turba progubernamental en 2018 y abandonó el país al año siguiente tras recibir amenazas de muerte. Aunque dijo que el papa le había pedido que fuera a Roma, se ha quedado en Miami.
"La oración es lo mejor que podemos hacer como creyentes", expresó, y agregó que "el resto, nuestro padre nos lo dará" porque Dios cree en la justicia y la verdad.
Extendió un saludo a los nicaragüenses fuera de su país de origen en Navidad, asegurándoles que, si su patria está pasando por la crucifixión, hay esperanza de ser encontrada en Cristo: "Así como el Crucificado (Cristo) resucitó, Nicaragua también resucitará. No pierdan la esperanza".
Les imploró que sigan orando, "sigan confiando, sigan denunciando, sigan luchando. No tengan miedo, el Señor está con nosotros, porque nuestro Señor es de los que ama la verdad y la justicia", dijo.