La justicia de Nicaragua, afín al gobierno de Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, condeno al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, a 26 años y cuatro años en prisión. El jueves se había negado a ser uno de los 222 ciudadanos exiliados a Estados Unidos, quienes perdieron su nacionalidad y la posibilidad de regresar a su madre patria.

El magistrado Octavio Rothschuh Andino, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM) leyó la sentencia en contra del obispo este viernes. Se desconoce si el prelado tuvo siquiera un juicio, ya que el mismo estaba programado para el 15 de febrero.

“Declárese culpable por los delitos de menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas a través de la tecnología de la información y la comunicación, obstrucción de las funciones, agravada desobediencia o desacato a la autoridad”, dijo Rothschuh Andino.

Algunos reportes de la prensa local afirman que el prelado perdió su nacionalidad.

Este jueves, durante una cadena nacional, Ortega llamo “desquiciado,” “energúmeno” y “soberbio” a Monseñor Álvarez. “Ahora está en la cárcel La Modelo, el es un hombre común y corriente.”

Mientras estuvo libre- hasta el 19 de agosto de 2022- el prelado fue una de las voces mas criticas contra el régimen, y uno de los pocos que se negó a ser desterrado de los cientos de presos políticos que la dictadura tenia desde 2018, cuando una pacifica revuelta social fue violentamente reprimida por un gobierno no dispuesto a ceder el poder.

Según Ortega, Alvarez era el numero 92 de la lista de presos que fueron “liberados” para ser desterrados a Estados Unidos, pero decidió dar marcha atrás en el mismo aeropuerto, después de hablar con el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, por teléfono.

“Frente a una decisión del Estado nicaragüense, dice que el no la acata. Es una resolución de un tribunal de justicia que lo esta mandando fuera del país, y que no acata si no se reunía con los obispos. Y como los demás sacerdotes ya estaban en el avión, que le llamen a los sacerdotes, porque el tenía que hablar con ellos”, dijo Ortega el jueves.

Durante su discurso, el presidente se burlo del obispo, refiriéndose a el como “el personaje Alvarez”.

“Lo que tenemos es un comportamiento de soberbia, de quien se considera el jefe de la Iglesia de Nicaragua, el líder de la Iglesia latinoamericana, y debe pensar que esta a punto de optar el cargo de Su Santidad el Papa. Esta desquiciado, pero es lo tendrán que decir las autoridades judiciales y las autoridades médicas porque tendrán que atenderlo. Ahora que llego La Modelo, llego que era un energúmeno. No puede tener el coraje de Cristo, que aguanto los azotes y soporto la crucifixión. No acepta que lo metan en una celda donde hay centenares de presos,” dijo Ortega, quizá sin percatarse que al compararlo con Cristo, esta reconociendo la injusticia de la condena, y la voluntad del obispo de sacrificarse por los suyos.

Álvarez, de 56 años, fue detenido el 19 de agosto de 2022. Antes de su encarcelamiento, paso 15 días confinado junto con otros religiosos y laicos en la Curia Arzobispal de Matagalpa. Los policías orteguistas lo mantenían sitiado, pero Álvarez los encaró.

“Miedo y de rodillas sólo ante Dios,” fue una de sus frases afuera de la curia, el 4 de agosto.