Categories: Mundo

Mueren 6 migrantes cuando militares mexicanos dispararon contra un vehículo que evadía un retén

CIUDAD DE MÉXICO -- Seis migrantes murieron después de que soldados dispararan a un vehículo que evadió un retén militar en el estado de Chiapas, al sur de México.

Un camión verde que transportaba a 33 migrantes no se detuvo en un puesto de control a unos 80 kilómetros de la frontera con Guatemala, a las 8:50 p.m. del 1 de octubre, lo que provocó disparos de dos soldados, según una declaración del ejército al día siguiente. Seis migrantes murieron en el incidente, 10 resultaron heridos y 17 salieron ilesos. Los migrantes procedían de Nepal, Pakistán, India, Arabia Saudí, Egipto y Cuba.

El ejército declaró que dos soldados abrieron fuego contra el vehículo, que circulaba a gran velocidad y realizaba maniobras evasivas. Añadió que otros dos camiones, «similares a los utilizados por los grupos criminales de la región», iban detrás. «El personal militar informó haber escuchado disparos, por lo que dos (soldados) dispararon sus armas, deteniendo a uno de los camiones de plataforma», dijo el comunicado.

Un colectivo de organizaciones de derechos humanos y migración patrocinado por la Universidad Iberoamericana, dirigida por jesuitas, condenó tanto las acciones del ejército como la respuesta militarizada del gobierno mexicano a la aplicación de las leyes de migración.

«Reiteramos, una vez más, que estos hechos no son accidentales ni aislados», dijo el Colectivo de Monitoreo de la Frontera Sur en un comunicado del 2 de octubre. «Son consecuencia de las políticas migratorias restrictivas que el Estado mexicano sigue implementando. Especialmente son consecuencia directa de ordenar el despliegue militar para contener los flujos migratorios bajo una lógica de persecución y no de protección hacia las personas en movimiento, violentando y deshumanizando a las personas, poniendo en riesgo su integridad física, emocional y su vida.»

Las muertes llamaron la atención sobre la intensificación de las medidas de control de la inmigración en México a lo largo de 2024, ya que el país ha detenido a un número récord de migrantes que transitan por el país con la esperanza de llegar a la frontera con Estados Unidos.

La intensificación de la aplicación de la ley en vísperas de las elecciones estadounidenses de noviembre ha coincidido con la imposición de restricciones a los solicitantes de asilo por parte del gobierno de Biden, lo que se ha traducido en un descenso de las detenciones de migrantes en la frontera estadounidense.

Las autoridades mexicanas detuvieron a 712.226 migrantes en los seis primeros meses de 2024, casi el triple que el año anterior, según The Washington Post. Muchos de esos migrantes son enviados al sur de México -pero no deportados- donde reinician sus viajes hacia el norte, según los católicos que trabajan con migrantes.

Los encuentros con migrantes en la frontera sur de Estados Unidos han disminuido un 77% desde diciembre -tras una cumbre entre funcionarios de seguridad mexicanos y estadounidenses-, según el Post.

«Debido al endurecimiento de las políticas en Estados Unidos, México también está endureciendo sus políticas», dijo a OSV News el padre scalabriniano Julio López, secretario ejecutivo del ministerio de migrantes de la conferencia episcopal mexicana.

Ese endurecimiento de las políticas en México causa inquietud en los grupos que trabajan con migrantes.

«Las políticas migratorias mexicanas crean un contexto de violencia, precariedad y riesgo para miles de personas, provocando graves violaciones a los derechos humanos. Los obligan a tomar rutas riesgosas, clandestinas y cada vez más costosas, cayendo en redes de trata y tráfico de personas», señaló en su comunicado el colectivo de organizaciones de derechos humanos y migración.

Los migrantes cruzan a Chiapas desde la vecina Guatemala, pero la región ha estado plagada de violencia debido a que los grupos criminales se disputan lucrativos corredores para el contrabando de drogas y migrantes. La violencia ha hecho que los habitantes huyan hacia Guatemala en busca de seguridad, lo que ha llevado a los líderes católicos a cuestionar la respuesta del gobierno mexicano y el papel del ejército en la promoción de la seguridad pública.

«En Chiapas, el avance de los grupos criminales continúa, poniendo en riesgo a los migrantes y personas en necesidad de protección internacional que transitan por el territorio, donde están expuestos al abuso, la extorsión y la muerte», dijo el grupo.

México aprobó recientemente cambios constitucionales que ponen bajo el mando del ejército a una fuerza policial militarizada conocida como Guardia Nacional.

«Lo grave que tenemos ahora en esto (es) un papel del ejército en actividades que no le corresponde», dijo a OSV Noticias Tonatiuh Guillén, ex director del Instituto Nacional de Migración. «Ya hemos tenido muchos indicios de abusos por parte del ejército», dijo.

Guillén renunció como comisionado de inmigración en 2019 después de que México acordó desplegar su recién formada Guardia Nacional en sus fronteras norte y sur para detener la migración. El despliegue se produjo después de que el entonces presidente Donald Trump amenazara a México con una escalada de aranceles a las importaciones si no se detenía la transmigración a través del país.

Con el acuerdo de 2019 con Estados Unidos, «trajimos al Ejército como fuerza de control migratorio», dijo Guillén.

La presidenta Claudia Sheibaum, quien asumió el cargo el 1 de octubre, insistió en su discurso de toma de posesión: «Quienes creen que la Guardia Nacional al estar bajo el (mando) de la Secretaría de la Defensa es militarización, están totalmente equivocados». También dijo que en México «no hay estado de excepción, no hay violaciones a los derechos humanos. Lo que tenemos es más democracia, más libertades y estado de derecho.»

- - -
David Agren escribe para OSV Noticias desde Ciudad de México.

Share
David Agren