Según informó la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en Italia (ACS), la hermana María De Coppi, de 84 años, fue asesinada en Mozambique en un atentado terrorista perpetrado posiblemente por yihadistas.

El atentado tuvo lugar en la noche de ayer martes 6 de septiembre en Chipene, Mozambique, el país del sur de África donde los cristianos son perseguidos por terroristas.

La hermana María De Coppi, italiana de 84 años originaria de Vittorio Veneto (Italia), se encontraba en misión en África desde 1963.

Tras el incendio de su misión, donde los religiosos acogían a desplazados que huyen de los grupos terroristas islamistas, esta monja perdió la vida y el resto de hermanas y dos misioneros del Véneto (Italia) -Don Lorenzo Barro y Don Loris Vignadel-, pudieron salvarse.

Tal y como informó ACS, el crecimiento y la concentración de las organizaciones criminales, la radicalización islámica y el terrorismo yihadista desde octubre de 2017 representan las mayores amenazas para la población, especialmente en la provincia de Cabo Delgado, en el norte del país.

Actualmente hay miles de víctimas de los grupos terroristas locales, principalmente Al Sunna wa Jama'a, conocida localmente como Al Shabaab.

Además, se está creando una nueva generación de desplazados internos, que ya supera los 800.000, y el gobierno es incapaz de controlar las actividades criminales y terroristas islamistas.

Según Alessandro Monteduro, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en Italia, “no sólo las autoridades civiles, sino también los líderes religiosos deben condenar y aislar la radicalización con mayor determinación”.

Asimismo, recordó que hoy, 7 de septiembre, se cumple el octavo aniversario de la masacre de las Misioneras de María Sor Lucía Pulici, Sor Olga Raschietti y Sor Bernadetta Bogian en Burundi.

“Ocho años después, los misioneros siguen pagando el tributo de sangre para evangelizar las naciones africanas”, lamentó.

“El bárbaro asesinato de la monja italiana Sor María De Coppi representa un nuevo golpe para la comunidad cristiana de Mozambique y de toda África”, concluyó Monteduro.