CIUDAD DE MÉXICO -- Los obispos de México felicitaron a Claudia Sheinbaum, quien ganó abrumadoramente la elección presidencial de México para convertirse en la primera mujer presidente del país - un logro histórico ensombrecido por la matanza de candidatos y preguntas sobre el futuro de las instituciones democráticas del país.
En una declaración del 3 de junio, la Conferencia Episcopal Mexicana describió la votación del día anterior como «una gran fiesta ciudadana, a pesar de los obstáculos y problemas que se presentaron durante el proceso electoral, especialmente debido a la violencia criminal y a la interferencia con la legalidad por parte de algunas autoridades».
"Debemos sentirnos satisfechos por el deber cumplido y con el compromiso por delante de cuidar y mejorar nuestras instituciones democráticas", señala el comunicado.
Sheinbaum, de 61 años, obtuvo entre el 58,3% y el 60,7% de los votos, dijo el presidente del Instituto Nacional Electoral, superando a la candidata de la coalición opositora Xóchitl Gálvez por más de 30 puntos. El partido gobernante de Sheinbaum, Morena, y sus aliados obtuvieron mayorías en ambas cámaras del Congreso, y el recuento final de votos podría proporcionar suficientes escaños para aprobar enmiendas constitucionales sin el apoyo de la oposición. Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano, recibió un 10% de apoyo.
Los obispos aludieron a la perspectiva de las supermayorías en el Congreso prometiendo "un compromiso futuro para cuidar y mejorar nuestras instituciones democráticas". Las supermayorías permitirían al Presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, introducir los cambios constitucionales previstos, como someter a votación popular a los magistrados del Tribunal Supremo.
Sheinbaum reclamó más de 33 millones de votos en lo que fueron las mayores elecciones de la historia del país, en las que se cubrieron más de 20.000 cargos públicos en todos los niveles de gobierno. Las elecciones fueron también las más violentas de la historia de México, con más de 30 candidatos y posibles candidatos muertos en atentados atribuidos a menudo a los cárteles de la droga, que se han ido introduciendo cada vez más en el ámbito político.
La presidenta electa hizo campaña con la premisa de que México era cada vez menos violento. Incluso dijo a los autores de un plan de paz de la Iglesia que su diagnóstico era «pesimista", pero siguió dialogando con ellos.
Tras proclamarse vencedora el 2 de junio, dijo a sus partidarios: "Garantizaremos la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad de reunión, de concentración y de movilización. Somos demócratas y por convicción nunca crearíamos un gobierno autoritario o represivo.
"También respetaremos la diversidad política, social, cultural y religiosa. La diversidad de género y sexual. Seguiremos siempre luchando contra cualquier forma de discriminación", añadió.
Sheinbaum, que iniciará su mandato presidencial de seis años el 1 de octubre, calificó su victoria de histórica. Se convierte en la primera mujer presidenta de México y en la primera jefa de Estado judía del país, aunque ella se identifica como no religiosa.
Los obispos de México dieron la bienvenida a una mujer que alcanza «el más alto cargo del país», diciendo en su declaración: "Elevamos nuestras oraciones para que, con la responsabilidad y sabiduría que el cargo exige, y buscando siempre el bien común, pueda conducir a México hacia mejores horizontes, donde se fortalezca la República, se ejerza plenamente el Estado de Derecho, la democracia permita la transición política sin violencia, se logre con mayor eficacia el desarrollo y la justicia de toda la nación y, sobre todo, iniciemos un periodo de reconciliación social en todo el país. Esperamos sinceramente que priorice el diálogo con todos@.
Sheinbaum, climatóloga de formación y ex alcaldesa de Ciudad de México, se presentó como la protegida de López Obrador - comúnmente llamado AMLO - prometiendo continuar su programa populista de proporcionar estipendios en efectivo a las personas mayores y a las madres solteras, la intervención del Estado en la economía y un enfoque menos confrontacional en la lucha contra la delincuencia. Presentó pocas propuestas originales y a menudo repitió los comentarios de López Obrador durante la campaña, dejando interrogantes sobre cómo gobernaría. También surgen preguntas sobre cómo su predecesora -que planea retirarse- intentará interferir en su administración.
"Toda la campaña de Claudia Sheinbaum se llevó a cabo para posicionarla como la continuadora del proyecto de AMLO", dijo Bárbara González, analista política en la ciudad de Monterrey.
"La expectativa es que las diferencias, si las hay, se hagan evidentes cuando ella esté en la Presidencia y haya un verdadero traspaso de poderes", dijo a OSV Noticias.
En entrevistas, los partidarios de Sheinbaum hablaron del presidente saliente y de su popularidad más que de la ganadora de las elecciones.
Josué Sandoval, de 32 años, vende recuerdos de López Obrador como peluches, gorras y tazas en el centro de Ciudad de México. Recientemente añadió mercancía de Sheinbaum, pero los artículos de López Obrador se venden cinco veces más que los de ella, dice. "A la gente le encanta el actual presidente", dijo a OSV News.
Sandoval dice que su madre recibe un estipendio de 6.000 pesos (340 dólares) cada dos meses, lo que le ayuda a llegar a fin de mes.
"Los otros presidentes no quisieron hacer esto. Nunca prestaron atención al pueblo", afirma.
Los sacerdotes aprecian de forma similar los estipendios en metálico, junto con medidas como el aumento del salario mínimo en más de un 100% en los últimos cinco años.
"Los programas son muy populares aquí», afirma el padre jesuita Pedro Arriaga, que ejerce su ministerio en la zona rural de Chiapas, el estado más pobre de México. Chiapas ha estado plagado de violencia de los cárteles de la droga, pero la gente no culpa al presidente, dice el padre Arriaga. Simplemente lo explican: Gracias a López Obrador estamos recibiendo este beneficio. Y ahí radica la popularidad del presidente".
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David Agren escribe para OSV Noticias desde Ciudad de México.