PARÍS -- Los obispos franceses pidieron ayuno y oración mientras el aborto fue incluido en la constitución del país por una abrumadora votación de 780 a 72, acompañada por una gran ovación cuando se anunció el resultado cuando el parlamento se reunió en Versalles.

Después de varios meses de proceso legislativo, el Congreso francés, un organismo especial compuesto por ambas cámaras del parlamento, revisó la constitución del país de 1958 para consagrar la "libertad garantizada" de las mujeres para abortar, convirtiendo a Francia en el primer país del mundo en incluir explícitamente el derecho al aborto en su constitución.

Los obispos franceses pidieron "ayuno y oración" en una declaración del 4 de marzo y la Academia Pontificia para la Vida publicó su propio comunicado el mismo día, diciendo: "No puede haber ningún 'derecho' a poner fin a una vida humana".

Los miembros de la academia lamentaron que el debate sobre el proyecto de ley en Francia "no abordara los mecanismos de apoyo para quienes desean quedarse con sus hijos... La protección de la vida humana es el objetivo principal de la humanidad".

El presidente francés, Emmanuel Macron, describió la medida del 4 de marzo como "orgullo francés" que había enviado un "mensaje universal".

Los obispos franceses añadieron en su declaración del 4 de marzo: "Como católicos, siempre tendremos que permanecer servidores de la vida de todos y cada uno, desde la concepción hasta la muerte", y rezaron para que "nuestros conciudadanos redescubran el gusto por la vida, por darla, por recibirla, por acompañarla, por tener y criar hijos".