WASHINGTON -- Los obispos de Estados Unidos reafirmaron el 20 de abril su "inquebrantable solidaridad" con los obispos, sacerdotes, fieles y "todos los hombres y mujeres de buena voluntad" de Nicaragua que están sufriendo "una intensificación" de la persecución religiosa por parte del gobierno de Nicaragua.

El obispo David J. Malloy de Rockford, Illinois, presidente del Comité de Justicia Internacional y Paz de la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos, emitió la declaración, en la que señalaba las restricciones impuestas por el gobierno a la Iglesia católica, especialmente durante la Semana Santa y la Pascua.

En medio de la represión contra la Iglesia por parte del régimen del presidente Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, quien es videpresidenta, las procesiones religiosas en las calles están prohibidas desde el comienzo de la Cuaresma en febrero. Para la Semana Santa, el gobierno se negó a autorizar el tradicional Vía Crucis que se celebra públicamente en todas las diócesis del país.

El obispo Malloy también hizo un llamamiento al gobierno de Estados Unidos "y a toda la comunidad internacional para que sigan trabajando por la liberación" de Mons. Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, que "languidece en prisión" y ha sido "despojado de su ciudadanía".

En febrero, tras negarse a ser deportado a Estados Unidos junto con más de 200 presos políticos nicaragüenses, el obispo Álvarez fue condenado a más de 26 años de prisión tras ser declarado culpable de traición a la patria, atentado contra la integridad nacional y difusión de noticias falsas, entre otros cargos. Antes de eso, estuvo en arresto domiciliario durante meses tras un asalto a su sede diocesana en agosto de 2022.

Además de la prohibición de las tradicionales celebraciones y procesiones al aire libre de Semana Santa, señaló el obispo Malloy, el gobierno ha confiscado propiedades de la Iglesia y expulsado al clero y a religiosas.

"A pesar de estas dificultades extremas, los fieles nicaragüenses, en unión con sus obispos y sacerdotes, han dado testimonio del poder de la resurrección de Cristo, asistiendo a las celebraciones de Pascua en un número récord", dijo.

"Que Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, patrona de los Estados Unidos y de Nicaragua, abrace a sus hijos en este tiempo difícil, y los ilumine con la luz de Cristo resucitado", añadió.

En su mensaje de Pascua, el Papa Francisco recordó a los cristianos que celebran la Pascua "en circunstancias particulares", mencionando específicamente a Nicaragua.

En marzo, en Washington, una audiencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos examinó lo que calificó de persecución anticatólica de Ortega y pidió que se tomaran medidas, pocos días después de que el Vaticano dijera el 18 de marzo que había cerrado su embajada en Nicaragua después de que el gobierno del país propusiera suspender las relaciones diplomáticas.

"¿Está haciendo lo suficiente Estados Unidos?", preguntó el representante Chris Smith, republicano de Nueva Jersey, legislador católico de larga trayectoria que presidió la reunión de la subcomisión mixta de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes. "¿Estamos haciendo lo suficiente en el Congreso? ¿Está haciendo lo suficiente el presidente? Francamente, estoy preocupado".

"Todos tenemos que redoblar nuestros esfuerzos, todos tenemos que hacer más, y tenemos que hacerlo inmediatamente", dijo.