ROMA - La eutanasia podría legalizarse pronto en Uruguay y Argentina, lo que podría tener un efecto dominó en el continente más católico del mundo, donde la práctica está prohibida en todas partes menos en Colombia.

La eutanasia es el procedimiento mediante el cual un profesional médico pone fin a una vida a petición del paciente o de su familia, en un centro de salud.

El pasado mes de diciembre, Argentina hizo posible el aborto libre hasta la semana 14 de gestación, lo que reavivó el debate en varios países a pesar de que la crisis causada por pandemia.

Colombia es el único país de América Latina donde la eutanasia es legal, y sólo seis países del mundo la permiten: España, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Nueva Zelanda. Sin embargo, el suicidio asistido -cuando un profesional de la medicina otorga a un paciente fármacos para poner fin a su propia vida- es legal en varios otros países.

El cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo (Uruguay), se refirió a este asunto en su mensaje de Navidad, publicado a principios de esta semana, en el que apoyaba "la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural" y rechazaba cualquier "acción que busque la muerte".

El mensaje se produce mientras el Parlamento uruguayo debate cuestiones relacionadas con los cuidados paliativos y la eutanasia.

"Nosotros, como Iglesia, siempre apostamos a la defensa de la vida", dijo Sturla.

El prelado señaló que lo que la Iglesia defiende es la dignidad de la persona que muere por causas naturales, pero con los "cuidados que eviten el dolor, aunque estos puedan acelerar el proceso, pero sin ninguna acción que busque la muerte".

También señaló que la doctrina católica no está de acuerdo con el "ensañamiento terapéutico, pero tampoco con acelerar la muerte de un enfermo".

En la vecina Argentina, un proyecto de legalización de la eutanasia llamado "Bueno Morir" fue presentado por tres legisladores en noviembre pasado. La iniciativa pretende regular lo que denomina el "derecho de toda persona a pedir asistencia y recibir la ayuda necesaria para morir cuando se padece una enfermedad grave o incurable, así como una enfermedad crónica".

El proyecto de ley no fue presentado por el partido del presidente Alberto Fernández, pero los obispos locales están interesados en saber cuál es su posición en este tema, y fuentes han dicho a Crux que, aunque el tema estaba en la agenda de la reunión anual que la cúpula de la conferencia episcopal tuvo con el presidente el miércoles, no era una prioridad ya que no es algo que el presidente pueda decidir.

El año pasado, los obispos se saltaron la tradicional reunión, debido a la decisión de Fernández de impulsar la legalización del aborto. El presidente dijo durante la campaña que lucharía por legalizar esta práctica. Sin embargo, en lo que respecta a la eutanasia, Fernández no trató como un tema de campaña, ni se debatió durante las elecciones de medio término celebradas en noviembre.

En un comunicado difundido por la conferencia episcopal a última hora del miércoles, los prelados afirman que la comisión ejecutiva "transmitió la necesidad de cuidar la vida en todas sus etapas de desarrollo, desde la concepción hasta la muerte natural" durante su encuentro con el presidente.

Los obispos y el presidente también hablaron de la creciente pobreza del país, producto tanto de la pandemia como de la mala gestión estructural. Según el último informe de la Pontificia Universidad Católica Argentina, casi el 44% del país vive por debajo de la línea de pobreza, y el 10% vive en la pobreza extrema.

"Los obispos [le dijeron a Fernández] que percibían un aumento de la violencia, en parte por la rabia y la tristeza causadas por la pandemia", dice el comunicado. "Además de la creciente desigualdad social, el aumento de la pobreza, el problema del acceso a la vivienda y la crisis educativa generada por la pandemia, los obispos también expresaron su preocupación por el aumento del consumo de drogas durante la pandemia."

En una serie de vídeos en los que destaca los retos a los que se enfrenta la Iglesia en Argentina en los próximos años, el obispo Oscar Ojea, presidente de la conferencia, habló de la defensa de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural.

A principios de este mes, el Consejo de Libertad Religiosa de Argentina, que reúne a líderes de la mayoría de las tradiciones religiosas presentes en el país, incluida la Iglesia católica, emitió una declaración en la que criticaba el proyecto de legalización de la eutanasia.

"Aun reconociendo que hay diferencias entre nosotros, existe un amplio consenso entre las confesiones religiosas sobre la eminente dignidad de todo ser humano, sano o enfermo, y del deber de respetar, honrar y cuidar la vida, como [las religiones] generalmente valoran como una lucha de Dios", dijo el consejo.

La declaración también describe el proyecto de la "Buen Morir" como la "facilitación del suicidio asistido y la eliminación de pacientes con enfermedades crónicas, incluidos los niños y las personas con capacidades restringidas".