CIUDAD DE MÉXICO -- Alicia Trejo se aferró al cartel de persona desaparecida de su hijo Francisco Albavera Trejo mientras hablaba con los periodistas. Lo recordaba con afecto como ambicioso, un estudiante estelar que terminaba una carrera de ingeniería y cariñoso con su familia.
También recordó con amargura 11 años de búsqueda infructuosa, junto con la aplastante indiferencia de las autoridades a todos los niveles de gobierno.
"No han sido más que promesas", dijo de las autoridades mientras asistía a un servicio ecuménico en un monumento a los desaparecidos en Ciudad de México. "A veces las autoridades nos dicen que (nuestros hijos) están lejos por decisión propia. Yo tengo la seguridad plena que no está ausente por decisión propia porque mi hijo amaba su familia... y su familia lo amaba a él".
El servicio ofreció consuelo a las familias, que corearon "Presente, ahora y siempre" cuando se leyeron los nombres de sus hijos.
También ofreció un duro recordatorio de la tragedia nacional de los desaparecidos, ya que más de 110.000 mexicanos siguen desaparecidos, según un registro federal que se remonta a 1962.
Muchos de ellos desaparecieron en medio del horror de la actual ofensiva del país contra los cárteles de la droga y el crimen organizado, que se ha cobrado más de 300.000 vidas desde 2006. Pero las familias denuncian frustraciones con las autoridades, lo que las ha llevado a formar grupos de búsqueda que recorren el campo en busca de pistas sobre sus seres queridos desaparecidos.
La conmemoración anual del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, el 30 de agosto, estuvo envuelta en una sensación de desesperación para las familias de Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador está llevando a cabo un "censo" de desaparecidos, una medida que las familias temen que sea un intento de restar importancia a la crisis de personas desaparecidas en México y de reforzar su discurso de pacificación del país.
"Nos prometió muchas cosas", dijo Trejo sobre el presidente. "Prometió ayuda y todos los recursos necesarios sin ningún límite. Terminó ignorándonos (y) cerrándonos la puerta".
Los colectivos (asociaciones de familiares de los desaparecidos) de algunas ciudades mexicanas conmemoraron el 30 de agosto con Misas especiales celebradas por sus familiares desaparecidos.
Sacerdotes y activistas que abogan por las familias de los desaparecidos dicen que la Iglesia Católica tardó en responder a la crisis de los desaparecidos, pero destacados líderes eclesiásticos han alzado la voz y acompañado a las familias.
"Hemos estado cerca a las familias", dijo a OSV News el padre jesuita José Francisco Méndez. Esa cercanía, explicó, incluye la celebración de la Eucaristía en fechas importantes y la elaboración de una oración por las familias.
"Muchos de ellos sí se acercan a sus parroquias", añadió. "Han buscado el apoyo de sus párrocos o sacerdotes que están en sus parroquias, inclusive religiosas que tienen cerca".
Los obispos de México celebraron una misa por los desaparecidos el 18 de junio en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. El cardenal Francisco Robles Ortega, de Guadalajara, también celebró una misa el 27 de agosto para los colectivos de familias que buscan a sus parientes.
"No podemos permitir, queridos hermanos y hermanas, que la tragedia de estas personas, que envuelve a tantas otras personas de sus familias, quede al amparo de un número manejan algunos con criterios político-electorales", dijo el cardenal Robles en una homilía el 27 de agosto.
"No es justo que permitamos que se pulverice la identidad de seres humanos que tienen todo el valor, toda la dignidad de mantener su identidad, aun desaparecidos. Que no los perdamos de vista. Que no los maneje la autoridad como una cifra solamente que hay que achicar para que políticamente y electoralmente les vaya bien".
López Obrador anunció a principios de verano planes para llevar a cabo un censo de la lista de desaparecidos, enviando equipos de la secretaría de bienestar social a tocar las puertas de las familias de los desaparecidos.
Insistió en que los primeros resultados mostraban que muchas personas estaban a salvo en casa, no desaparecidas. Pero también habló de forma conspirativa del registro de personas desaparecidas, alegando que estaba siendo utilizado contra él por sus oponentes políticos.
"Es una campaña en contra utilizando de manera vil todo lo que les ayude a atacar al gobierno", alegó en una rueda de prensa el 31 de julio.
La jefa de una comisión de búsqueda del gobierno, Karla Quintana, dimitió posteriormente. Fuentes dijeron al Washington Post que Quintana no estaba de acuerdo con los planes del presidente de alterar el registro de personas desaparecidas.
"El problema del censo es que realmente no quiere saber cuántos personas desaparecidas hay, sino cuántas descubren que ya aparecieron y eso es una resta", dijo a OSV News Michael Chamberlin, director de una consultoría que trabaja con familias de desaparecidos. "No es un interés por saber exactamente qué pasó o dónde están".
Los activistas que trabajan con familias de desaparecidos reconocen las deficiencias de la lista original. Pero cuestionan los motivos del presidente para restar importancia a la tragedia de los desaparecidos.
"Sólo por cuestiones de imagen al presidente le preocupa el número de personas desaparecidas", escribió Jacobo Dayán, abogado de derechos humanos, en el sitio de noticias Animal Político. "Para reducir el impacto sobre su gobierno, solo pretende reducir las cifras y no resolver la crisis humanitaria".
López Obrador llegó a la presidencia en diciembre de 2018 prometiendo resolver el tema de los desaparecidos en México. Tres personas entrevistadas por OSV News recuerdan haberse reunido con López Obrador antes de su toma de posesión y al inicio de su gobierno, cuando prometió recibirlos cada tres meses.
"Cuando las desapariciones empiezan a ocurrir en su administración y cuando no logra resolver las otras desapariciones, él personalmente se encierra ", dijo a OSV News Jorge Verástegui, cuyo hermano y sobrino desaparecieron en 2009. "La última (reunión) fue muy tensa".
El número de desaparecidos en México trágicamente sigue subiendo.
"Cada vez que hacemos un evento hay más gente. No es porque haya más apoyo a los desaparecidos", dijo Verástegui. "Es un crimen permanente y continuo".