La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), junto con los líderes de otras religiones, emitieron un comunicado para llamar al diálogo y la unidad frente a la ola de violencia que afecta el país por las últimas protestas.
Este 9 de mayo, los representantes de distintas confesiones religiosas y el presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, realizaron una reunión conjunta donde presentaron un comunicado por la difícil situación que atraviesa el país.
Durante la reunión, estuvo presente el Obispo de Santa Rosa de Osos y secretario general de la CEC, Mons. Elkin Fernando Álvarez Botero; y el secretario adjunto de la CEC, P. Jorge Bustamante Mora.
El 28 de abril se inició en Colombia un paro nacional que tenía como uno de sus objetivos rechazar la reforma tributaria impulsada por el presidente, una medida que había sido criticada por varios sectores.
Las protestas, que rápidamente se tornaron violentas y en las que participaron muchos jóvenes, lograron que el mandatario retirara la reforma y han dejado un saldo de al menos 27 muertos y cientos de heridos.
En la declaración, los obispos indicaron que como líderes religiosos “oramos por el pueblo colombiano y sus instituciones” y señalaron que el diálogo y la unidad son “el camino para superar la violencia, y las vías de hecho”.
“Pedimos levantar los bloqueos que afectan a millones de familias colombianas. Rechazamos cualquier abuso de parte de algunos miembros de la fuerza pública, así como animamos y agradecemos la tarea que la misma ha hecho para garantizar las protestas pacíficas y la seguridad de los colombianos”, resaltaron.
En medio de la violencia, una madre perdió a su bebé recién nacido porque un grupo de manifestantes atacaron la ambulancia que los llevaba a Bogotá. Asimismo, diversas instituciones internacionales han denunciado la violencia en la respuesta policial.
La CEC animó a los gobiernos a mantener y fortalecer “los programas sociales para las personas en condiciones de vulnerabilidad” y expresó su respaldo a la institucionalidad “en la búsqueda de adelantar procesos de diálogo que permitan avanzar en la solución de las necesidades de los más pobres”.
Asimismo, los obispos indicaron su “rechazo total a cualquier forma de violencia, provenga de donde provenga, y al uso de las vías de hecho que ha afectado severamente a los colombianos durante las últimas semanas”.
“Apoyamos el ejercicio de escucha mutua, el diálogo constante y abierto que ha iniciado el Presidente de la República con los representantes de distintos sectores, tanto a nivel nacional como regional para construir de manera conjunta soluciones que permitan atender las necesidades de los colombianos y rechazamos cualquier incitación a la violencia, el odio, la discordia y la destrucción de nuestra sociedad”, resaltaron.
Los obispos subrayaron que reconocen en el presidente y las instituciones “la legitimidad de nuestra nación” y señalaron que celebran el inicio de diálogos, especialmente con los jóvenes, para crear un pacto “para generar oportunidades reales de empleo, educación y bienestar que dignifique la vida de cada colombiano”.
“Invitamos a la construcción de acuerdos que permitan superar la emergencia sanitaria del COVID-19, y aprovechar la oportunidad para impulsar una economía más incluyente que abra espacios al empleo y al emprendimiento sostenible y estable que garantice el ingreso de las familias colombianas”, concluyeron.