CIUDAD DE MÉXICO -- Seis religiosas de la Congregación de las Hermanas de Santa Ana fueron secuestradas en Haití el 19 de enero mientras viajaban en un autobús en la capital del país, Port-au-Prince, según la Conferencia Haitiana de Religiosos.

Según un comunicado de la conferencia, los otros pasajeros del autobús también fueron secuestrados.

"Estos numerosos secuestros llenan de tristeza y miedo a las personas consagradas de Haití", señaló el comunicado, firmado por el presidente de la conferencia, P. Morachel Bonhomme.

El 21 de enero, el Papa Francisco hizo un llamado a la liberación de todos los rehenes, mientras rezaba por "concordia social" en el país, informó Vatican News. Después del Ángelus, el Santo Padre manifestó: "Con dolor recibí la noticia del secuestro, en Haití, de un grupo de personas, entre ellas seis Religiosas: al pedir encarecidamente su liberación… llamo a todos a poner fin a las violencias, que tanto sufrimiento causan a esa querida población".

En su declaración, Bonhomme rezó para que "se dé el espíritu de fortaleza" a las hermanas "para encontrar una salida de esta terrible situación". "Que la solidaridad de las personas consagradas de Haití y del mundo les ayude a superar esta difícil prueba", agregó.

En un comunicado publicado el 19 de enero, el obispo Pierre-André Dumas de la Diócesis de Anse-à-Veau et Miragoâne rezó "para ayudarnos a poner fin a esta amarga pesadilla y a este trágico calvario de nuestro pueblo, que ha durado demasiado". También se ofreció a sí mismo como intercambio por los rehenes.

"Denunciamos con vigor y firmeza este acto odioso y barbárico que ni siquiera respeta la dignidad de estas mujeres consagradas que se entregan de todo corazón a Dios para educar y formar a los jóvenes, los más pobres, y vulnerables de nuestra sociedad", escribió el obispo Dumas, según una traducción publicada en las redes sociales por el padre Louis Mérosné.

"Pidamos la liberación de estas monjas, así como del conductor y los demás pasajeros del autobús", expresó el obispo. "También pedimos que se detengan estas prácticas despreciables y criminales en la sagrada tierra de Haití, ya que degradan la dignidad del ser humano ... al sumirnos en el abismo inhumano de la nada".

Las Hermanas de Santa Ana no respondieron a un mensaje dejado por OSV News en su oficina en Canadá antes de la publicación de esta historia.

La orden religiosa, fundada en la provincia canadiense de Quebec en la década de 1850, comenzó a trabajar en Haití en 1944. Las Hermanas de Santa Ana se concentran en proyectos educativos en Haití y cuentan con 40 hermanas en el país, según su sitio web.

Los secuestros han aquejado a Haití en los últimos años, afectando tanto a personas religiosas como a misioneros entre sus víctimas. Cinco sacerdotes, dos monjas, y dos otras víctimas fueron liberados en 2021 después de ser retenidos durante casi tres semanas. Fueron secuestrados mientras viajaban al este de la capital.

El país es el más pobre del hemisferio y también está convulsionado por la violencia de pandillas, que se ha intensificado desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.

Los líderes católicos de Haití emitieron un comunicado después del asesinato advirtiendo que el país enfrentaba un "descenso al infierno".

"Las autoridades públicas quienes no hacen nada para resolver esta crisis (de secuestros) no están exentas de sospecha. Denunciamos la complacencia y la complicidad, vengan de donde vengan", expresó un comunicado de 2021 de la Arquidiócesis de Port-au-Prince, según la Agence France-Presse (AFP).

Según algunas estimaciones, las pandillas han tomado el control de aproximadamente el 80% del área de Port-au-Prince.

"En Port-au-Prince, ellos controlan las principales carreteras y obtienen ingresos de los sistemas de aduanas, distribución de agua y electricidad, y servicios de autobuses", según ACAPS, un grupo analítico independiente. "Las personas afectadas por la violencia de pandillas a menudo enfrentan asesinatos, persecución, confinamiento, secuestro, robo, y desplazamiento forzado".