Este 29 de julio el santuario de San Cayetano de Liniers, en Buenos Aires (Argentina) comenzó la novena en honor al querido patrono del pan y el trabajo, fiesta que se extenderá durante todo agosto.
La fiesta litúrgica de San Cayetano es el 7 de agosto pero el Santuario ha invitado a los devotos a celebrar al santo durante todo el mes, con el objetivo de mantener las medidas sanitarias de distanciamiento físico y ventilación y evitar así las aglomeraciones en esta masiva fiesta popular.
“Tenemos tanto para agradecer y tanto para pedir. Por eso agrandamos la fiesta y agosto será el mes de San Cayetano”, expresó el Rector del santuario de San Cayetano, P. Lucas Arguimbau, en un video mensaje.
“Eso quiere decir que vas a poder cumplir tu promesa cualquier día de agosto. Cada día va a ser un verdadero encuentro con nuestro querido patrono y amigo San Cayetano”, agregó.
Las actividades serán alentadas por el lema “San Cayetano, con corazón agradecido, te pedimos paz, salud y trabajo”.
“Nos seguimos cuidando y queremos cuidarte. Este año, tu oración vale todo el mes. San Cayetano te espera todos los días de agosto. No es necesario venir el 7, ese día habrá un cuidado especial para evitar el amontonamiento de gente”, puntualizaron los sacerdotes del santuario.
Durante la novena se tendrá como intención especial a las familias, los pobres, los difuntos, los trabajadores, los enfermos, los peregrinos, los trabajadores de la salud y por Argentina.
Además se celebrarán Misas de lunes a sábado a las 7:00 a.m., 11:00 a.m. y 6:00 p.m.; mientras que el domingo 01 de agosto habrá Eucaristías a partir de las 8:00 a.m. y cada una hora hasta el mediodía.
Para la participación desde el hogar, el santuario de San Cayetano de Liniers sugirió disponer un lugar especial en la casa para preparar un altar y orar con los textos y oraciones diarias sugeridas en sus redes sociales.
¿Quién fue San Cayetano?
Considerado a menudo como una de las mentes católicas detrás del capitalismo, es ampliamente venerado como el patrón de los banqueros. No deja de ser irónico que sea uno de los santos favoritos de un Papa que tiene un libro titulado Esta economía mata, que habla sobre todo del actual sistema económico basado en el capitalismo.
Pero aunque San Cayetano fundó una institución de crédito en Nápoles, Italia, hacia el final de su vida, hizo mucho más que eso.
Nacido como Gaetano dei Conti di Thiene de padres nobles en octubre de 1480, en la región de Lombardía, perdió a su padre a los dos años. Creció hasta convertirse en doctor en derecho civil y canónico a los 24 años. Poco después, comenzó a trabajar como diplomático para el Papa Julio II, y continuaría haciéndolo hasta la muerte del Papa, tras lo cual comenzó a estudiar para ser sacerdote, siendo finalmente ordenado en 1516.
San Cayetano también fundó la Congregación religiosa de Clérigos Regulares, conocida popularmente como los Teatinos. Uno de sus cuatro compañeros en esta tarea llegaría a ser el Papa Pablo IV. Vivían una forma monástica de pobreza y oración y convivían y trabajaban estrechamente con los pobres para combatir la corrupción política y espiritual de la época.
Preocupado por la salud espiritual y física de los pobres, el santo también creó hospitales para enfermos terminales, e impulsó una reforma del sacerdocio, llamando a sus compañeros clérigos a servir y no a ser servidos.
En 1533 se trasladó a la ciudad de Nápoles, en el sur de Italia, desde donde comenzó a luchar contra el crecimiento de la herejía luterana. Allí creó una institución de préstamos para ayudar a los pobres, que se convirtió en una alternativa a los usureros que cobraban altos intereses. Esta iniciativa financiera acabaría convirtiéndose en el Banco de Nápoles.
Murió el 7 de agosto de 1547 y fue declarado santo por el Papa Clemente X en 1671.
¿Cómo llegó de Italia a la Argentina?
Aunque al Papa Francisco se le atribuye la difusión de la devoción a la Virgen Desatanudos en Argentina, está lejos de ser el apóstol de San Cayetano. En cambio, fue una mujer argentina para la que el pontífice aceleró el proceso de santidad quien, con un poco de ayuda del propio santo, convirtió a Cayetano en una de las figuras clave de la piedad popular argentina.
San Cayetano se convirtió en la segunda devoción más importante de Argentina de la mano de María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como la beata Mama Antula. En el siglo XVIII, cuando las mujeres con educación formal eran algo raro, ella se dedicó a mantener viva la espiritualidad ignaciana en el Río de la Plata, después de que el rey de España expulsara a más de 2600 jesuitas de los territorios españoles en América.
En 1795, fundó una casa de retiros espirituales en Buenos Aires, que sigue en pie. Allí colocó una imagen de San Cayetano, nombrándolo patrón de sus esfuerzos evangelizadores.
La causa de santidad de Antula fue enviada a Roma desde Argentina a principios del siglo XX, pero no fue hasta 2010 cuando el Papa Benedicto XVI la consideró venerable. El año pasado fue declarada beata, el paso previo a la santidad.
Si la leyenda es lo que verdaderamente pasó, no mucho después de que Antula pusiera la imagen de San Cayetano en la casa de ejercicios, un campesino (aunque podría haber sido más de uno, los historiadores no se ponen de acuerdo) se dirigió al santo y le pidió su intervención: La sequía estaba acabando con las cosechas.
Las plegarias, dicen los que cuentan la historia, fueron escuchadas, y desde entonces los lugareños comenzaron a venerarlo como el Patrón del Pan y del Trabajo.
La imagen que puso Mama Antula fue eventualmente transladada al lugar donde hoy se encuentra el santuario.
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Inés San Martín contribuyó con este informe.