Grupos de rescate y residentes retiran un cuerpo en el sitio de un deslizamiento de tierra en Petrópolis, Brasil, el 16 de febrero de 2022. El obispo Gregorio Paixão pidió a sacerdotes y feligreses que acogieran a las personas que necesitaban refugio, y afectadas por los deslizamientos. (Foto CNS/Ricardo Moraes, Reuters)
SÃO PAULO -- Parroquias en la Diócesis de Petrópolis en Brasil abrieron sus puertas para ayudar a víctimas de lluvias torrenciales que han inundado la histórica ciudad de Petrópolis.
El obispo Gregorio Paixão Neto pidió a sacerdotes y feligreses que acogieran a las personas cuyas casas fueron afectadas por los deslizamientos del 15 de febrero y andan buscando refugio.
"Este momento es de solidaridad, y nosotros, la Iglesia Católica, estamos profundamente unidos y en solidaridad con todas las familias", dijo el obispo Paixão en un mensaje de video publicado en las redes sociales.
"Les pido que acojan a sus familiares, a sus amigos y a los que están desesperados buscando un lugar donde quedarse. Yo mismo ya tengo una familia hospedada en mi casa", agregó.
La tormenta, a mediados de febrero, se considera una de las peores que ha afectado a la ciudad en los últimos 70 años, acumulando 10 pulgadas de lluvia en seis horas, más de lo que se esperaba para todo el mes de febrero.
En las primeras horas del febrero 17, se habían registrado 104 muertes y decenas de personas seguían desaparecidas bajo el barro y los escombros.
La Arquidiócesis de Río de Janeiro, a través de Cáritas, lanzó la campaña SOS Petrópolis, solicitando donaciones para las familias afectadas.
"Hijos, pido que en este momento de extrema necesidad de nuestros hermanos y hermanas de la Diócesis de Petrópolis, nuestra caridad y oración puedan ayudarlos rápidamente", escribió el cardenal Orani Tempesta en sus redes sociales.
La conferencia episcopal brasileña dijo que el desastre "toca nuestra fe cristiana, impulsándonos a actuar en solidaridad. Unámonos en comunión con el obispo Gregorio Paixão y con el amado pueblo de Dios en la diócesis de Petrópolis. Nuestras oraciones llevan el nombre de cada hermano y hermana, víctimas de esta tragedia, al corazón de Jesús".
Petrópolis, ubicada en la región montañosa a las afueras de Río de Janeiro, fue utilizada como residencia de verano del emperador Pedro II hasta 1889, cuando Brasil se convirtió en república.