CIUDAD DEL VATICANO -- Siendo prudentes, los católicos pueden beneficiarse espiritualmente de los mensajes y prácticas espirituales asociadas con las supuestas apariciones de la Virgen María en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina, dijo el Dicasterio Vaticano para la Doctrina de la Fe.
"Esto no implica una declaración del carácter sobrenatural del fenómeno en cuestión", ni significa que las decenas de miles de supuestos mensajes de María publicados por los supuestos "videntes" sean auténticos, dijo el dicasterio en un largo documento titulado "’La Reina de la Paz’: Nota sobre la experiencia espiritual vinculada a Medjugorje", que fue publicado el 19 de septiembre.
Con la aprobación del Papa Francisco, el dicasterio reconoció, sin embargo, "los abundantes y difundidos frutos, tan bellos y positivos, asociados a la devoción a María, Reina de la Paz, y a las peregrinaciones a Medjugorje.
El cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del dicasterio, presentó la nota en una rueda de prensa el 19 de septiembre. Dijo que no se había reunido con los presuntos videntes, pero que, una vez preparada la notificación, escribió a los seis con algunas "sugerencias" sobre el futuro. No dio más detalles.
El cardenal también mostró a los periodistas el "nihil obstat" oficial -- una declaración de no objeción -- emitida por el obispo Petar Palic de la Diócesis de Mostar-Duvno donde se encuentra Medjugorje, autorizando la devoción pública a María, Reina de la Paz.
Aunque es posible que un pontífice pueda ir más allá y hacer una declaración sobre si las supuestas apariciones y mensajes tienen un origen sobrenatural, el cardenal Fernández dijo que le preguntó al Papa Francisco si quería avanzar en esa dirección y el Papa dijo que no.
Las devociones en Medjugorje comenzaron después de que seis jóvenes, de entre 10 y 16 años, dijeran que la Virgen María comenzó a aparecérseles en junio de 1981. Tres de ellos dicen que siguen teniendo apariciones de María cada día, mientras que los otros tres dicen que Maria sólo se les aparece en ocasiones especiales.
El juicio positivo del Vaticano sobre la experiencia espiritual relacionada con Medjugorje destacaba: "abundantes conversiones; frecuente retorno a la práctica sacramental (Eucaristía y reconciliación); numerosas vocaciones a la vida sacerdotal, religiosa y matrimonial; profundización de la vida de fe; una práctica más intensa de la oración; numerosas reconciliaciones entre los esposos y la renovación de la vida matrimonial y familiar".
"Cabe mencionar que tales experiencias se producen, principalmente, en el contexto de las peregrinaciones a los lugares de los hechos originales, más que durante los encuentros con los 'videntes' para asistir a las presuntas apariciones", añadió el dicasterio.
La notificación, de alrededor de 10.000 palabras, analizaba en profundidad cientos de los "presuntos mensajes", destacando el carácter positivo y ortodoxo de la mayoría de ellos, al tiempo que advertía de que algunos contienen afirmaciones teológicas cuestionables o parecen más un reflejo de los pensamientos de los jóvenes que lo que la Iglesia esperaría de María.
El arzobispo Aldo Cavalli, visitador apostólico residente en Medjugorje, es el encargado de determinar si se permite la publicación de presuntos mensajes revelados en el futuro o de supuestos mensajes del pasado que aún no han sido publicados, según la notificación.
r otra parte, hay que recordar que, cuando se reconoce una acción del Espíritu Santo para el bien del Pueblo de Dios "en medio de" una experiencia espiritual desde sus orígenes hasta nuestros días, los dones carismáticos (gratiae gratis datae) —que puedan estar vinculados a ella— no exigen necesariamente la perfección moral de las personas implicadas para poder actuar.
Un principio clave en la evaluación eclesial de fenómenos como Medjugorje, decía la nota, es que "cuando se reconoce una acción del Espíritu Santo en medio de una experiencia espiritual, eso no significa que todo aquello que pertenezca a esa experiencia esté exento de toda imprecisión, imperfección o posible confusión".
Afirmar el valor espiritual de una supuesta aparición o de una devoción específica, dijo, no excluye la posibilidad de "algún error de orden natural no debido a una mala intención, sino a la percepción subjetiva del fenómeno".
Por ejemplo, dijo que los mensajes en los que María supuestamente insiste en que la gente la escuche pueden dar la impresión de que los presuntos mensajes son más importantes que la Biblia.
"Esta exhortación, tan repetida, procede probablemente del amor y del generoso fervor de los presuntos videntes que con buena voluntad temían que las llamadas de la Madre a la conversión y a la paz fuesen ignoradas", dice la nota. "Esta insistencia se convierte aún más problemática cuando los mensajes se refieren a peticiones de improbable origen sobrenatural, como cuando la Virgen imparte órdenes sobre fechas, lugares, aspectos prácticos, y toma decisiones sobre cuestiones ordinarias".
De hecho, en muchos de los mensajes, dijo el dicasterio, María "exige que sus mensajes sean escuchados, pero al mismo tiempo los somete al valor inigualable de la Palabra revelada en las Sagradas Escrituras".
El dicasterio llamó especialmente la atención sobre la descripción que hacen los presuntos mensajes de María como "Reina de la Paz" y sobre cómo ofrecen acertadamente "una visión teocéntrica y muy rica de la paz, que no significa solamente la ausencia de guerra sino que tiene un sentido espiritual, familiar y social".
"En los mensajes aparece una invitación constante a abandonar un estilo de vida mundano y un apego excesivo a los bienes terrenos con frecuentes invitaciones a la conversión, que hace posible la verdadera paz en el mundo", señaló.
El cardenal Fernández dijo que, con un poco de "sentido común", la mayoría de los católicos sabrán distinguir entre los supuestos mensajes que son espiritualmente beneficiosos y los que son imprecisos o simplemente carecen de importancia, como uno en el que María dice a los jóvenes que su cumpleaños es el 5 de agosto y no el 8 de septiembre, como se celebra en el calendario eclesiástico.
A la pregunta de si había estado alguna vez en Medjugorje, el cardenal dijo que sí, durante un viaje a Europa con dos sacerdotes para celebrar el 25 aniversario de sus ordenaciones, posiblemente en 2011 o 2012. El cardenal dijo que no había querido ir -- ya que hubiera preferido visitar Venecia o Florencia --, pero uno de los sacerdotes era un "fanático" y cedieron.
Aunque el viaje en autobús no fue fácil, el cardenal dijo que lo que encontró en Medjugorje fue "un ambiente de oración y paz" y un deseo entre los peregrinos de cambiar sus vidas.
"Rezamos, y nos hizo bien", dijo.