El superior general de los Jesuitas a nivel global ha condenado el cierre de su universidad en Nicaragua como parte de un intento gubernamental de "asfixiar" a la Iglesia católica y a las instituciones cívicas del país centroamericano.

En una carta enviada al líder centroamericano de la orden, el padre Arturo Sosa afirma que las acusaciones del gobierno contra la prestigiosa universidad son "totalmente falsas" y forman parte de un programa gubernamental más amplio de "calumnias" contra quienes defienden la libertad.

Estados Unidos ha condenado la confiscación de los bienes de la Universidad Centroamericana (UCA) como una erosión más de la democracia.

La universidad ha dicho que el gobierno la ha acusado de ser un "centro de terrorismo organizado por grupos criminales" y que un juez nicaragüense había ordenado la confiscación de todos sus bienes.

"Sabemos que todas las acusaciones contra la UCA son totalmente falsas y carecen de todo fundamento", escribió Sosa en la carta al padre José Domingo Cuesta, superior regional de la orden para América Central.

Funcionarios del Vaticano consideran que la opresión de la Iglesia en Nicaragua es una de las peores desde la Guerra Fría, cuando muchos países comunistas de Europa del Este persiguieron a la Iglesia. Un obispo se encuentra preso, y otro en el exilio, a causa de la violencia contra religiosos.

En su carta, Sosa pide el fin de la "agresión gubernamental" contra la UCA, de 63 años de existencia, y afirma que su misión, como la de todas las universidades jesuitas, es defender la justicia, la verdad y el libre pensamiento y ofrecer una educación abierta y democrática.

Sosa destaca que la universidad ha sido un faro de compromiso social, promoviendo el derecho al pensamiento libre y la educación de calidad para todos.

En este sentido, resalta que la medida contra la UCA es una manifestación del clima de violencia e inseguridad que se ha instaurado en el país. "Con calumnias semejantes, han ultrajado también los derechos de tantas personas, su reputación, su vida y sus bienes".

Sosa cita las palabras de la Congregación General 36 de la Compañia, que destacan la importancia de permanecer firmes en la búsqueda de un mundo mejor y que están dedicadas a "quienes trabajan en situaciones de frontera y persecución por defender la verdad".

"Aun en momentos en que enfrentamos grandes desafíos y aparentes derrotas, seguimos soñando con ayudar a recrear un mundo diferente, porque hemos conocido a 'Aquel que tiene el poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar'", añade.

Piden revertir “la drástica, inesperada e injusta medida

A través de un comunicado, la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús solicitó al gobierno de Daniel Ortega revertir “la drástica, inesperada e injusta medida adoptada por el órgano judicial; frenar la agresión gubernamental en contra de la UCA y sus integrantes, y buscar una solución racional en la que impere la verdad, la justicia, el diálogo y la defensa de la libertad de cátedra.

El argumento de la jueza de Managua que giró el oficio en contra de la UCA, es que los directivos de dicha institución cometen ‘terrorismo’, por lo que ordenó incautar los bienes materiales y económicos de dicha casa de estudios.

Desde el 9 de agosto se temía que esto pudiera ocurrir, luego de que el gobierno de Daniel Ortega congelara las cuentas bancarias de la institución sin informar a los directivos de la universidad a qué se debía esa medida.