ROMA -- El énfasis en la escucha, el diálogo y el discernimiento del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad se originó en la periferia de la Iglesia católica universal -- en la Amazonía -- y sus frutos ahora están desafiando a la Iglesia en todo el mundo a adoptar un espíritu de participación comunitaria y toma de decisiones en la Iglesia, dijo el cardenal a cargo del sínodo.

El sínodo sobre la Amazonía de 2019 fue un importante precursor del actual sínodo sobre la sinodalidad al ofrecer a la Iglesia un método de diálogo, "que parte de reconocer al ser humano como sujeto activo, protagonista de su propio futuro", dijo el cardenal Mario Grech, secretario general del sínodo.

Tanto en la asamblea especial del Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica como en el actual sínodo sobre la sinodalidad, "la Iglesia no ha querido imponer soluciones prefabricadas, sino que se ha bajado de su silla autoritaria y ha escuchado una situación, una realidad, un grito, una llamada de auxilio de la gente de esa región", dijo el cardenal el 4 de junio en un evento sobre la Amazonía en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Roma.

Más que dar respuestas a las crisis medioambientales y al sufrimiento de las poblaciones locales de la Amazonía, en aquel sínodo la Iglesia se desarrolló un método de sinodalidad que "ha desafiado realmente el centro de la iglesia y de la sociedad global", explicó.

"Estoy profundamente convencido de que, incluso en política internacional, una verdadera escucha que tome en serio los temores, las angustias, los deseos y las esperanzas de las personas y de las comunidades puede llegar a ser realmente generadora de soluciones creativas y sanas para el bien venidero de toda la comunidad internacional", añadió.

Durante el evento, el Vaticano presentó un volumen que recopila las actas del sínodo amazónico. La asamblea especial llegó a unas 87.000 personas en la región amazónica en su fase preparatoria y dio lugar a la exhortación apostólica del Papa Francisco "Querida Amazonia".

El cardenal peruano Pedro Barreto Jimeno, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), que nació del documento final del sínodo de 2019, se unió al cardenal Grech durante este evento.

Señaló que la CEAMA es la primera estructura de este tipo en la historia de la Iglesia, "ya que participan todos los bautizados, el pueblo de Dios".

El cardenal Barreto dijo que la mención de CEAMA en el informe de síntesis de octubre 2023 asamblea sinodal como un ejemplo de una realidad de la Iglesia "que integra la comunión, la misión y la participación" era a la vez "alentador y desafiante" para la Iglesia en la Amazonía.

CEAMA fue establecida formalmente por el Papa Francisco en 2022. Entre los vicepresidentes de la conferencia se encuentran un cardenal, una religiosa indígena, una laica indígena y un laico que investiga temas relacionados con la Amazonía.

La hermana Laura Vicuña Pereira Manso, miembro del pueblo indígena Kariri y una de las vicepresidentas de CEAMA, habla en un evento sobre la Amazonía en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Roma el 4 de junio de 2024. (CNS screengrab/FAO)

La conferencia celebró su primera asamblea ordinaria en agosto de 2023 y contó con la participación de más de 70 personas, entre ellas al menos cinco representantes de cada una de las siete conferencias episcopales de la región amazónica: un obispo, un sacerdote o diácono, una persona religiosa consagrada, un laico y un representante de los pueblos indígenas.

El cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, afirmó que el sínodo amazónico "marcó el comienzo de una nueva y más importante etapa en este camino compartido" de compromiso y discernimiento de los signos de los tiempos como Iglesia, en particular en cuestiones climáticas.

La creación de CEAMA fue "un fruto muy significativo del proceso sinodal", dijo, y otras nuevas redes e iniciativas "inspiradas en el sínodo amazónico están empezando a brotar también en otras áreas, como la cuenca del Congo en África central, el Corredor Biológico Mesoamericano que se extiende desde Panamá hasta el sur de México, el bioma Asia-Pacífico, el Acuífero Guaraní y el Gran Chaco en Sudamérica".

"Sabemos que la renovación puede venir de la periferia", añadió el cardenal. "Al igual que la biodiversa Amazonía desempeña un papel vital en la salud del planeta, también una Iglesia con un rostro amazónico, una cara amazónica, llama a la iglesia en general y a toda la sociedad a la conversión".

El cardenal Barreto destacó la urgente necesidad de fomentar la colaboración para abordar cuestiones clave en la Amazonía, señalando que el "proceso sinodal continúa hoy con más evidencias de los problemas sociales y ambientales" en la región, como "el asesinato de defensores del medio ambiente, la deforestación, la minería ilegal y la destrucción de la naturaleza".

"Afectar a la Amazonía es afectar también a toda la humanidad", afirmó.

La hermana Laura Vicuña Pereira Manso, miembro de la Congregación de Catequistas Franciscanos y del pueblo indígena Kariri y una de las vicepresidentas de CEAMA, ponderó los esfuerzos de la Iglesia por asociarse con las comunidades indígenas locales para abordar las cuestiones relacionadas con el clima. Sin embargo, dijo que en última instancia la sociedad "no está yendo al problema más profundo para abordar la gran crisis climática que estamos teniendo".

"¿Estamos dispuestos a consumir menos? Esta es la pregunta más profunda que debemos hacernos", afirmó. "¿Estamos dispuestos a respetar los territorios indígenas para garantizar que no entre la minería? ¿O la deforestación ilegal?".