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El 9 de junio, el régimen nicaragüense suprimió la personalidad jurídica de Radio María, una de las principales emisoras católicas del país centroamericano, junto con otras iglesias evangélicas y asociaciones cívicas.

Un decreto emitido por el gobierno del presidente Daniel Ortega suprimió la personería jurídica de 12 organizaciones sin fines de lucro que supuestamente no presentaron al gobierno sus informes financieros por hasta 26 años, así como información sobre sus directivos.

La primera entidad de la lista es Radio María Nicaragua, legalmente establecida en el país desde el año 2000. En el documento se afirma que la emisora no entregó al gobierno su información financiera referente al período comprendido entre 2019-2023. El mandato de la junta directiva de la emisora habría expirado en noviembre de 2021.

Las otras 11 organizaciones rescindidas son la Asociación Iglesia Cristiana Príncipe de Paz Casa de Oración, la Asociación de Iglesias Evangélicas de Nicaragua Fuente de Jacob, la Asociación Ministerio Apostólico Profético Fuego Pentecostés y entidades de carácter económico o cívico.

La medida establece que todas estas organizaciones perderán su personalidad jurídica, y sus propiedades y bienes pasarán a manos del Estado. El documento fue firmado por la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch, llamada en su día por el diario nicaragüense La Prensa la "ministra de las confiscaciones".

El anuncio se produjo sólo un día después de que la emisora empezara a emitir discursos de la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo.

Radio María había estado bajo presión del régimen al menos desde abril, cuando uno de sus directores informó de que las cuentas bancarias de la emisora habían sido bloqueadas. El 26 de junio, la radio anunció que empezaría a emitir sus programas sólo entre las 5 de la mañana y las 7 de la tarde. Los programas nocturnos sólo se transmitirían por Internet. El cambio fue informado como una medida temporal.

Radio María forma parte de una red internacional fundada en la diócesis de Milán (Italia) en 1983. En 1990, se convirtió en una emisora de ámbito nacional en Italia. Ocho años más tarde, se formó la Familia Mundial de Radio María.

Según el sitio web de la red, actualmente está presente en 84 países de los cinco continentes y cuenta con 129 emisoras. Veinticinco de ellas están en América. La Familia Mundial de Radio María no está directamente vinculada a ningún organismo eclesiástico y no está financiada directamente por la Iglesia, sino por sus oyentes.

En Nicaragua, comenzó como una emisora de AM. En 2006 obtuvo finalmente dos concesiones de FM, una en Managua y otra en León, Chinandega y Rivas. La web nicaragüense de Radio María afirma que sus programas son producidos en su mayoría por voluntarios, aunque la emisora también cuenta con un equipo fijo de trabajadores.

Todavía no está claro si el régimen cerrará inmediatamente Radio María, dijo Álvaro Leiva Sánchez, dirigente de la Asociación Nicaragüense para la Defensa de los Derechos Humanos (ANPDH) desde el exilio en Costa Rica.

"La dictadura está tan arraigada ahora en Nicaragua que con o sin personería jurídica, cualquier radio puede ser invadida y cerrada en cualquier momento", dijo a Crux.

Leiva Sánchez dijo que el derecho a la libertad religiosa y de asociación ha sido prácticamente suprimido en el país por el régimen de Ortega, "y cualquier voz, religiosa o laica, que moleste en cualquier sentido al gobierno será fatalmente silenciada."

"Desgraciadamente, el clero nicaragüense no tiene la fuerza para incidir en la sociedad como lo hacía en el pasado. Ya no está en condiciones de defender los derechos de los nicaragüenses", dijo Leiva Sánchez.

En su opinión, el Vaticano no ha actuado en defensa de la Iglesia nicaragüense ante "una crisis sociopolítica y humanitaria permanente generada por un régimen represivo."

"Los sacerdotes nicaragüenses fueron abandonados", añadió.

La semana pasada, un sacerdote de origen indígena que se encontraba en Estados Unidos para realizar una labor misionera fue impedido por el régimen de regresar a Nicaragua. El padre Rodolfo French Naar recibió un mensaje de la compañía aérea diciéndole que las autoridades de inmigración nicaragüenses no le habían permitido entrar en el país.

Según la abogada Martha Patricia Molina, una activista nicaragüense exiliada en Estados Unidos que ha seguido de cerca los ataques de Ortega contra la Iglesia, el número de sacerdotes perseguidos por el régimen de Ortega no ha dejado de aumentar. Según declaró a la prensa, recientemente se enteró de que 12 sacerdotes tuvieron que escapar de Nicaragua para salvar sus vidas o se les impidió regresar al país después de viajar al extranjero.

"Desgraciadamente, nada nos indica que algo vaya a cambiar en un futuro próximo", dijo Leiva Sánchez.