Al finalizar la audiencia general en la biblioteca del palacio apostólico vaticano de este 10 de febrero, el Papa Francisco expresó su cercanía y aseguró sus oraciones por las víctimas de una reciente avalancha ocurrida en el norte de India.
“Expreso mi cercanía a las víctimas de la calamidad ocurrida hace tres días en el norte de la India, donde parte de un glaciar se desprendió provocando una violenta inundación, que destruyó dos centrales eléctricas en construcción”, señaló el Papa.
En esta línea, el Santo Padre indicó “rezo por los trabajadores difuntos y por sus familiares, y por todas las personas heridas y dañadas”.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal India y arzobispo de la Arquidiócesis de Bombay, Cardenal Oswald Gracias, dijo a Asia News “mi corazón llora por las víctimas y sus familias. Muchos trabajadores siguen desaparecidos; rezo para que los encuentren pronto y reciban asistencia médica”.
Por ello, Cáritas India se prepara para enviar “ayuda inmediata a la población del Estado himalayo de Uttarakhand, afectada por las inundaciones causadas por esta gran avalancha”.
Asimismo, según informó Vatican News, el episcopado indio expresó sus condolencias por la “pérdida de tantas vidas preciosas” por la catástrofe natural y manifestó su confianza en el compromiso del gobierno a pesar del “lugar particularmente inaccesible y las condiciones climáticas adversas”.
La catástrofe medioambiental en el norte de India, que ocurrió el pasado 7 de febrero, ha causado al menos 32 víctimas y alrededor de 170 personas siguen desaparecidas.
Además, los socorristas continúan buscando a 34 trabajadores de la hidroeléctrica que quedaron atrapados en un túnel.
La tragedia se produjo por el desprendimiento de un trozo de glaciar en el lago artificial creado por la presa de Rishiganga en el río Alaknanda, en el Himalaya, cerca del Parque Nacional de Nanda Devi. La rotura de la presa, a su vez, generó una gran inundación que obligó a evacuar muchos pueblos río abajo.
En junio de 2013 las fuertes lluvias provocaron inundaciones que costaron la vida a más de 5.000 personas. Una catástrofe que fue llamada como el ‘tsunami del Himalaya’ por los torrentes de agua desatados en la zona montañosa.